Hawking no ha olido a Dios
He leído, uno de estos días, un comentario tenido por anecdótico de unos astronautas que casi me ha sugerido más cosas que la llegada del hombre a la Luna. Lo que han dicho puede ser una pista que nos lleve a alguna parte desconocida hasta ahora. Trataban de explicar, los astronautas, a qué olía el espacio exterior. Una misión complicada, comparable a definir a qué huelen las nubes, en el conocido anuncio de compresas o tampones, no me acuerdo. Porque lo primero que nos hemos enterado es que el espacio exterior, lugar donde teóricamente toda ausencia tiene su asiento, huele a algo (eso lo hace más doméstico, menos incalculable y hostil). Dicen estos hombres cósmicos que no es un olor que podríamos llamar agradable. Tampoco quiere decir eso que sea desagradable. No es esencia de jazmín, pero al parecer se puede soportar. Es algo como a un lejano metal, avanza tímidamente uno. Otro astronauta, más entonado literariamente, evoca algo que nos es muy útil: dice que es como un olor que recuerda de su infancia, cuando golpeaba entre sí, con fuerza, dos piedras de granito.
Dos piedras chocando... Nos vamos haciendo a la idea. Ese polvillo un poco eléctrico, el olor a chispazo pedernal, eternamente suspendido de un cosmos en el que no hay manera de abrir las ventanas. ¿No será ese, me pregunto, el olor típico del "Big Bang", que aún dura, estamos tentados de decir, "en el aire", sabiendo que no hay aire? Es posible que, al igual que el olor del siglo XIX no se fue hasta la primera Gran Guerra, el Universo lleve oliendo así como han advertido los astronautas desde su creación "espontánea", que dice ahora el científico Hawking en una al parecer más literaria que científica que en plenitud de facultades intelectuales él mismo hubiese dado al discreto fuego, no sólo para evitar su publicación "inter vivos" sino también para que no cayera en manos de sus herederos. Aunque han pasado ya unas pocas siestas desde la gran explosión centrífuga, es posible que no se haya ido del ambiente el olor del inimaginable entrechocar entre la materia, a tono con la magnitud espantosa del evento. Recuerdo, a este respecto, lo que me dijeron unos vecinos de Nueva York al cumplirse el primer aniversario de la caída de las Torres Gemelas. Que, durante unos meses, no se iba de la atmósfera un olor que podría calificarse sin temor como no agradable, como a lejano metal, a chispazo pétreo, o como a polvillo de ignífugo asbesto. El "Big-bang" debió tener una espectacularidad aún mayor que lo del 11-s. Es justo que esté aromando todavía, como se advierte rápidamente con los limitados sentidos humanos en cuanto los astronautas salen a dar una vuelta.
Lo del olor del Universo tiene miga. Está tan poco vacío lo que convencionalmente veníamos llamando el vacío que no sólo tiene olor, sino que hasta debe tener sabor. Una vez estuve tentado de probarlo: en los polos de la Tierra parece que el universo empieza, si levantas el brazo, a partir de tu mano, y una vez, de excursión por allí, pensé por un momento en alzar mi diestra y chuparme el dedo, a ver si me dejaba en el paladar un regusto cósmico. Nunca olvidaré la impresión alucinante de que el techo de aire parece allí más bajo que en un edificio playero del desarrollismo franquista. Todas estas magnitudes dice ahora el
decadente Hawking que pudieron crearse de la Nada, siguiendo una precisa cuanto sospechosa ley de la gravedad que, según él, también se dictó sola, porque no tenía otra cosa mejor que hacer. Pero, ¿y si es precisamente la gravedad a lo que huelen los astronautas en sus paseos por la negrura? ¿Qué o quién decidio a qué debía oler lo gravitatorio?
La Nada del principio de los tiempos no pudo crear algo tan amanoso y comprensible por la mente humana como un simple olor en el Universo, que a los astronautas les ha remitido a pequeños recuerdos de la infancia. La Nada seguirá por siempre oliendo a nada, porque para eso es la Nada. Si siguiéramos quizás el rastro de ese curioso pero familiar olor advertido por los cosmonautas a través del espacio/tiempo, no llegaríamos a la Nada sino siempre a un Algo. Cómo no llamarlo Dios.
Ese aroma podría llamarse Eau de Rien. Al principio, no me explicaba cómo esos señores astronautas pueden haber olido el espacio exterior, más que nada porque, aunque haya átomos dispersos por el espacio (sobre todo de hidrógeno), para moverse por ese ambiente se necesita un traje espacial completamente hermético. Uno no sale ahí a pecho descubierto, inspirando como un excursionista y diciendo: ¡Ah, qué día más hermoso, y que aire tan limpio! La experiencia resultaría ser letal. Después de leer la noticia lo he comprendido. Se referían al olor de las escafandras después de una de sus excursiones al espacio exterior, o al olor de las escotillas. Es un poco decepcionante, porque tal vez ese olor provenga de la propia estación espacial y lo que hay en ella. Además, la noticia parece haber salido de El Mundo Today.
Me ha encantado y, además, me he reído mucho.
La verdad es que difícilmente se podría explicar mejor. Ya San Agustin, a través de sus cinco vías nos demuestra lo absurdo que es llevar la nada hasta el infinito. Siempre tiene que haber un punto de partida. Llamémosle Dios o como queramos, cada uno con sus creencias, pero a mi el Sr Hawking me ha decepcionado. El mismo Einstein, reconocía que cuanto más sabia, más seguro estaba de la existencia de Dios. (insisto, que cada cual ponga el nombre que quiera, a mi me gusta el mío)
Pues yo, por más vueltas que le doy al asunto, no dejo de ver más que una soberana estupidez por parte del señor Hawkins, continuada después tanto por los que asienten, como por los que discrepan. El absurdo no es otro, que intentar conciliar algo tan distinto e inconexo como la Fé y la Ciencia, o la Física y la Metafísica. Si con la Fé no podríamos explicar jamás la dinámica de partículas o la dualidad onda-corpúsculo de la luz, igual de absurdo resulta intentar explicar con el método científico la existencia de Dios. No es incompatible ser científico y creyente, precisamente porque no hay nada en el campo de la ciencia que pueda negar la existencia de Dios (como tampoco probarla), así como tampoco se puede hacer Ciencia con los fundamentos de la Fé. Es un debate tan absurdo como estéril. Y para perder el tiempo con chorradas que no llevan a ninguna parte, ya tenemos a los de la Zeja.
Si estaban ya en sus escafandras y en sus estaciones ¿porqué dicen que notaron algo cuando salieron al espacio? ¿mienten? ¿no saben donde tienen la mano derecha? ¿era miedo, era emoción, era la grandeza de la Creación? ¿porqué ese afán atrabiliario de machacar lo humano y lo divino? ¡hasta cuándo van a seguir contándonos el viejo chiste de que Deus in caelum non est? Bravo Abarca!
Me recuerda el blog a un chiste que escuché una vez en una película: Se encuentran en un parque un astronauta ateo jubilado y un neurocirujano jubilado. Entablan conversación y al rato llegan a tratar sobre la existencia de Dios. Dice el astronauta: -He pasado más de 20 años recorriendo el espacio exterior, he estado más allá de los límites de nuestra galaxia, y no he visto a Dios en ningún lugar, ni en ningún planeta, satélite, etc. A lo que responde el neurocirujano: -He pasado más de 30 años operando cerebros humanos y nunca jamás he encontrado una idea.
Dada la creencia generalizada de los que esriben aqui en determinados modos de origen del universo, procuraré no ofender a nadie. Solo preguntaré ¿Si dios es todopoderoso, podría crear una piedra tan pesada que ni él mismo pudiese moverla?
Suscribo lo expresado por ankHor. No debemos mezclar las churras con las merinas. Y aún así, Dios es Dios, la ciencia es ciencia y el Sr Hawkin existe porque Dios así lo quiere. Amén.
Creo que ya la ha creado, el 7, cuando descansó.
Joer, DasBoot, cómo te pasas...Yo que ya me había hecho a la imagen de la zarza ardiente y el viejecito con barbas blancas, y ahora resulta que Dios es así ... A uno le sangran los oídos cuando la peña se pone a mentar a Hawking y a sus muertos por algo que seguramente no ha dicho. En el colmo de la ignorancia, algunos opinadores profesionales de Estepaís aclaran que el jodío inglés sólo busca la polémica para vender más libros. Sí, seguramente se piensa gastar toda la pasta en Ferraris, mujeres y en ponerse un gimnasio en el sótano. A ver si dejamos de decir mamonadas, señores, y tenemos un poquito de respeto. Stephen Hawking es una mente brillante metida en el envoltorio que todos conocemos. No creo que el dinero signifique mucho para él, cuando no puede ni cagar solo. Como mucho, lo necesitará para la pensión de su ex-mujer. Resulta que este señor ha hecho importantes aportaciones en el campo de la física y la cosmología, y por eso cuando menciona la palabra "Dios" a mucha gentecilla se le aprieta el culo contra el taburete ipso facto. Sin haber leído el libro, me atrevo a decir que lo que el Sr. Hawking ha dicho es que Dios no interviene en los procesos físicos del Universo, afirmación que muchos compartimos. Cuando llueve, no es Dios el que lo quiere, y si la Tierra gira alrededor del Sol, no es que Dios la esté empujando. Como mucho, lo que Hawking ha dicho es que si Dios creó el Universo y sus leyes, con Big Bang o sin él, lo hizo muy bien, porque desde entonces todo funciona solito a las mil maravillas. O sea, que si Dios existe, Dios es alemán. Así que no venga ningún exaltado a meterse con Hawking, ni se apresure ningún curita a salir en TV para aclarar que "no tiene razón" porque la ciencia y la religión (SU religión, se entiende) son "perfectamente compatibles". Ays.
Perdón, este es el enlace al que me refería antes: http://www.lavozdegalicia.es/foto_hemeroteca/2007/02/18/0012_2044709/Foto/g19p47f2.jpg Brutal, DasBoot.
sencillo y claro: Antonio Robles en la edición de hoy: http://www.libertaddigital.com/opinion/antonio-robles/la-pretenciosa-pregunta-de-dios-56154/
Me ha encantado esta entrada, pero tengo una duda ¿Los astronautas respiran el aire, o como se llame lo que haya en el espacio sideral, o respiran a través de sus trajes y "escafandras"? Lo que huelen ¿no será el olor de sus trajes y de su nave espacial? Ya sé que mi pregunta es de una ignorancia supina, si hay algún entendido en materia sideral, que se manifieste por favor.
13 repetido 1, como 7, 10, 11. Algo huele a azufre.
Pues ya sabe usted, ongietor, que el que primero lo huele... Hágase un favor y visite a su médico. Seguro que él podrá ayudarle con esas malditas bacterias sulfurosas. En cuanto a LD, me atrevería a sugerir que, más que obligar a mandar un sms a sus lectores, ponga un test de inteligencia destinado a evitar que gente con un C.I. inferior al de un pepino pueda escribir comentarios en este u otros blogs. Hale, a cuidarse ongi.
Perdón por hacer un comentario en el mismo sitio que Trenti y DasBoot con mi ínfimo nivel científico.Y solo decir que yo si defiendo las ideas del señor Hawking y si en algo me han beneficiado sus descubrimientos científicos pues le doy las gracias.Lo que si me hubiese resultado extraño es que hubiese dicho que habia encontrado datos referentes al Creador,ya que entonces la fé se podría valorar por métodos cuánticos,y eso no es lo que he podido entender en mi humilde existencia.Un saludo.
No se apure obambi, que el nivel de los mentados por usted tampoco es como para tirar cohetes. Lo que han planteado como la idea más original y profunda del milenio (y que han convertido posteriormente en un chiste de Jaimito) es en realidad un problema de Lógica para críos al que, incluso las víctimas de la LOGSE, se enfrentan no más tarde de 4º de la E.S.O. Lean en este delicioso enlace cómo también los HOYGAN se asoman al infinito: http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100809103049AAUZegT
Respuesta, a la gallega, a lo que pregunta DasBoot en el 7: ¿Qué entendemos por todopoderoso?
Evidentemente, antes de empezar a discutir sobre conceptos mas o menos creibles, hay que definir lo mas claramente posible, de que estamos hablando. El concepto de "infinito" por ejemplo. Es un conceto (pepiño dixit) muy pero que muy complicao englobado en una sola palabra que casi todos nos creemos que comprendemos (yo no, no comprendo los infinitos, ni Aleph 0 ni 1 ni de mas complejidad, por mucho que cantor se los currase en su dia). El concepto de Eternidad y de omnipotencia son, asimismo, reflejos de la idea de "infinito", que considero una EXTRAPOLACION de dudosa validez. Y el concepto "Dios" es algo excesivamente poco definido para mi gusto...
17# Y no es un problema de "logica para crios" ni vengo con intencion de haber descubierto América. Es una de las muchas maneras de expresar lo incongruente de determinados conceptos (lo sienpto sr. ministro) que se pueden expresar con una facilidad que esconde la profundidad de sus implicaciones.
Madfairy, Esta entrada y serie de comentarios perpetrados por, entre otros, servidor, son un completo sindiós, si se me permite el chiste "de Jaimito". Reconozco que la paradoja de la omnipotencia, planteada por DasBoot en la forma conocida como "paradoja de la piedra", es un poquitín prosaica. Un poco de andar por casa, vamos. Porque quizá usted, madfairy, estaba acostumbrada a pensar en Dios como "una energía, un nosequé", y claro, le habrá parecido una blasfemia representar a Dios como un trasunto de Iñaki Perurena intentando levantar un pedrulo. Empero, la paradoja en cuestión ha ocupado la mente de brillantes pensadores y filósofos a lo largo de la Historia, sin llegar a obtener una solución completamente satisfactoria e indiscutible para todo el mundo. Hasta hoy, claro. En mi humilde opinión, la paradoja no demuestra la no-existencia de Dios, ni tampoco su no-omnipotencia, si se me permiten estos asquerosos anglicismos. Pero es por aburridísimas razones que tienen que ver con que comparar dos cosas infinitas está muy feo y, como cualquier matemático podrá corroborarle, es lógicamente incorrecto. A diferencia de DasBoot, yo sí veo una extrapolación entre omnipotencia e infinito, aunque ambos coincidimos en que la idea de "infinito" se nos escapa. Tristemente, he de admitir que "mi nivel no es para tirar cohetes" y por tanto no soy capaz de explicarme en unas pocas líneas. Por ello le solicito humildemente, madfairy, que nos ilumine a todos los que no hicimos la E.S.O., que sospecho somos la mayoría de los que leemos Crónicas Murcianas. Ardo en deseos de leer su explicación y, a la vez, una enorme pena por gentecilla como Descartes, quien no tuvo la fortuna de coincidir en un blog con usted, y ocupó vanamente muchas y buenas horas de su tiempo.
Sigo, madfairy, que no he terminado. En realidad, son las personas como usted por las que siento más debilidad. Por su falta de sentido del humor, por lo ridículamente sobradas que van y por la mala leche que tienen contra personas que intentamos razonar sin hacer daño a nadie. Pero no abre usted la boca contra quienes nos llaman poco menos que "criaturas del infierno" (por lo del azufre y eso, ya me entiende). Su falta de originalidad "me hincha", como dicen los argentinos; porque entérese, madfairy: las "víctimas de la LOGSE" somos LOS QUE NO LA HICIMOS y sus primeras promociones, que no fueron idiotizadas del todo. Así que ya saben amigos, si están ustedes todavía interesados en la paradoja de la omnipotencia, aguanten un poco más. Madfairy se la va a solucionar toda, toda y toda. Y si no, acérquense al I.E.S. más cercano y pídanle al primer jovenzuelo con granos si sería tan amable de explicarles la paradoja de marras. Teniendo en cuenta que probablemente el mozo o moza en cuestión no sepa escribir su nombre y dirección sin cometer tres faltas de ortografía, si puede explicarles la paradoja significará sin lugar a dudas que Dios existe. Porque sería un puto milagro.
Yo también creo que el meollo está en que estamos tratando de infinitos, que existen aunque no los comprendamos bien, porque en muchas cuestiones de la física y las matemáticas se nos presentan. Tratar con infinitos, o con infinitésimos, es complicado y poco intuitivo y no es de extrañar que no los comprendamos bien, ya que gente de mucha cabeza que se ha ocupado de ello a lo largo de la historia ha llegado a conclusiones que eran contrarias a la experiencia cotidiana. El problema de Aquiles y la tortuga, por ejemplo, creo que puede valer para señalar lo que quiero decir. http://www.genciencia.com/matematicas/aquiles-y-la-tortuga Saludos.
Cosa peliaguda de la que se trata. Encuentro muy oportunos y razonados todos los comentarios. A mí me ayudó en su momento Santo Tomás de Aquino.
Amigo Trenti, tengo que felicitarle por su excelente sentido del humor y por los ratos tan estupendos que nos hace pasar a algunos leyendo sus posts. Después de darle otra docena de vueltas al asunto, sigo sin ver la luz del agujero negro o el final del infinito. Y no crea que no le he puesto empeño, que soy de un cabezón que abruma, pero no encuentro manera oiga. Yo les sugiero a los que sigan empeñados en descubrir la forma de asar la manteca, otras cuestiones que también les pueden tener entretenidos los próximos años, como por ejemplo: ¿Cuánto puede beber un ángel antes de dar positivo en el control de alcoholemia? En cuanto a la otra tontería de "oler el espacio exterior", solamente decir que para poder oler, es imprescindible la presencia de aire en condiciones normales de presión y temperatura (1Atm=760mmHg y 24ºC). Como es obvio que en el espacio exterior no se dan esas condiciones, a lo más que nos podemos acercar, es a oler el exterior -porque el interior huele a persona humana- de los trajes espaciales antes y después de la salida al exterior y comparar las diferencias. Dicho olor vendrá condicionado por las partículas de polvo que se hayan adherido al traje durante la excursión, y éstas serán distintas según la región del espacio a las que nos hayamos expuesto, pues el polvo interestelar según los espectrogramas que conocemos, es de composición variable y totalmente distinta, en función de la ubicación.
Hablando de infinitos, he encontrado esto en la red. A mí me ha gustado. Estos párrafos que copio, por ejemplo, muestran muy claramente lo extraño de los conjuntos infinitos. Si un niño que no sabe contar tiene que elegir entre dos conjuntos de caramelos o de pequeños juguetes, es muy probable que comience a emparejarlos hasta que sobren los de una clase cuando están ocupados todos los de la otra. De esta forma, sabe qué conjunto es el mayor, y se lo queda. Cantor tuvo la idea de hacer lo mismo para comparar el tamaño (la potencia) de conjuntos infinitos. Si se podían poner relación uno-uno, es que eran del mismo tamaño. La cosa no parece muy revolucionaria, pero debéis pensar que a priori, parecería que dos conjuntos, por el hecho de ser infinitos, van a ser igual de grandes . Plantear siquiera el método de Cantor supone no aceptar esta intuición. Uno de los primeros resultados de este método de conteo es que un conjunto infinito puede ponerse en relación uno-uno (biunívoca) con una parte de sí mismo. En efecto, tomemos el conjunto N de los naturales, y el conjunto M de los múltiplos de un millón. Es del todo evidente que a cada natural le corresponde un número de millones igual al valor de dicho natural, luego ambos son de mismo tamaño. De hecho, esta será a partir de ahora la caracterización de un conjunto infinito: un conjunto es infinito si y solo si puede establecerse una aplicación biunívoca entre él y un subconjunto de sí mismo. Tiene narices, pero la demostración me parece impecable, por muy chocante que sea el resultado que se desprende de ella: que el conjunto de los números naturales sea del mismo tamaño que el conjunto de los números múltiplos de un millón. Esto, desde mi punto de vista, se asemeja la paradoja de Aquiles y la tortuga, pero ni yo soy Cantor ni tampoco un nuevo Leibniz capaz de inventar un cálculo infinital, suponiendo que algún día pudiera inventarse algo así. Saludos.
Perdón, se me olvidó poner el enlace en el anterior mensaje. Esta es la página de donde he extraído los párrafos en cursiva: http://tiopetrus.blogia.com/2003/101401-aleph.php Saludos.
Odio el cortapega pero este es bastante bueno: Dios ha sido durante mucho tiempo la mejor explicación disponible, pero ahora las tenemos mucho mejores. Dios no explica nada en absoluto, al contrario, se ha convertido en algo que necesita una cantidad insalvable de explicaciones. —Douglas Adams, (1952-2001) Escritor y guionista radiofónico británico
No estoy de acuerdo con lo que dice DasBoot en el 28. Somos criaturas, es decir, hemos sido creados y no por nosotros mismos, por lo que algo, o alguien, ha tenido que crearnos, a nosotros y al resto del universo, y, personalmente, a la causa creadora, la llamo Dios. Hay quien piensa que la materia es eterna y se crea a sí misma, en cuyo caso, esta sería Dios para mí. Este dios-materia puede parecer frío, impotente e indiferente a los hombres, pero ¿puede ser así? ¿Podrían existir los sentimientos de odio, amor, generosidad, egoísmo, placer, sufrimiento, ..., que experimenta el hombre, si la materia no tuviera el germen de ellos en su propia naturaleza, lo que, desde mi punto de vista, quiere decir que la propia materia, tendría que sentir lo que el hombre siente? ¿Sería, por tanto, la materia ese dios frío e indiferente que algunos experimentan? A Gustavo Bueno le oí decir una vez que él sí creía en un principio físico creador, pero que no creía que ese principio físico se ocupara en absoluto de los hombres. Este filósofo, por tanto, cree en lo que yo llamo Dios, pero no cree en su Providencia. Quizás esté aquí la cuestión.
Me gusta la entrada de Gorucho en #29 porque plantea el "problemilla" al que antes o después han de enfrentarse los ateos: si no existe un Primer Motor, entonces la materia ha de ser eterna, pues nada surge de la nada. La eternidad de la materia es algo tan absurdo e inasible para la mente humana como la existencia y naturaleza de un Dios omnipotente y eterno. Cualquier persona, sea físico cosmólogo o sexador de pollos, puede creer o no creer en Dios, y esta creencia será igualmente irracional. Somos poca cosa, en realidad. Polvo en el viento, que decía la canción, ays. Puede que al final, creer en Dios sea una mera cuestión de intuición, de subjetiva iluminación, de sensibilidad, de miedo, del deseo del propio Dios...quién sabe. En cuanto a los "sentimientos" de la materia, me temo que cualquiera podría argüir que no son otra cosa que sustancias químicas combinadas de diferentes maneras con una determinada finalidad, y volveríamos a tener otra enganchada. En la "melé" entrarían rápidamente psicólogos, sociólogos, antropólogos y hasta veterinarios, todos para ayudar a los bioquímicos a darle a usted una paliza dialéctica, Gorucho. Por desgracia, sólo tendría de su lado a los poetas...y a mí, pero yo no sería de mucha ayuda porque creo firmemente en resolver los problemas a hostias en vez de discutir tanto...Eso sí, me harto de reír cada vez que me desayuno con que en alguna "prestigiosa Universidad", un "grupo de trabajo" ha descubierto "la fórmula del amor". Enternecedor... Hablando de fórmulas, el maravilloso, excéntrico y fascinante genio Grigori Perelman, después de resolver la conjetura de Poincaré en su minúsculo apartamento de San Petersburgo y rechazar un millón de dólares por haberlo hecho, podría haberle confesado a un amigo íntimo que ha encontrado una manera de demostrar matemáticamente la existencia de Dios. Daría los dos ojos por leer esa demostración... aunque luego tendría que leerla en Braille, claro. Busquen, busquen en la red.
Termino recomendándoles dos producciones de la BBC sobre el tema del ateísmo, dirigidas por el escritor, médico, y etcétera, además de ateo, Jonathan Miller: 1. Atheism - A rough history of disbelief 2. The atheism tapes No sé si se podrán encontrar traducidas al español. En la primera se nos cuenta a lo largo de tres capítulos las diferentes vicisitudes de la religión y de cómo siempre hubo personas descreídas que dudaron de la existencia de un Dios y de la validez de cualquier doctrina religiosa, especialmente la cristiana, que es la que viene dominando Occidente últimamente. Se habla de muchas cosas interesantes, como la aparición de los primeros deístas en la Inglaterra del siglo XVII o la importancia de Thomas Hobbes. Parece que el señor Hobbes coincidía con el profesor Bueno en cuanto a su concepción de Dios, aunque se haya tenido a Hobbes erróneamente por ateo. La segunda es una serie de seis entrevistas realizadas a destacadas personalidades: filósofos, físicos o incluso al dramaturgo Arthur Miller. Estas entrevistas se usaron como material para el primer documental, pero luego se decidió que merecían una serie propia.
Ambas producciones tienen un innegable sesgo en favor del ateísmo, aunque no tanto como se podría pensar a priori. Lo que no se les puede negar en mi opinión es rigor, profesionalidad y buen hacer, lo que las hace muy entretenidas e instructivas. Por ejemplo, en la serie de entrevistas, que me gustan incluso más que el documental, todos los entrevistados son ateos, excepto el último, el profesor de Teología y Filosofía Denys Turner, quien plantea interesantes preguntas como, por ejemplo, ¿por qué existe algo en lugar de nada? En realidad, parecería más lógico que el Universo no existiera, ya que no puedo imaginarme ningún sistema físico más estable que la nada. Claro que "la nada", al igual que "el infinito", son conceptos que nos superan, al menos a mí. Quizá por eso Descartes empezara planteándose, de forma aparentemente absurda, si en realidad todos existimos o no es así. Para terminar, sobre el olor del Universo...Bien, creo que ninguna nariz humana ha salido ahí fuera desnuda y ha vuelto para contar a qué huelen las estrellas. Doy fe de que las únicas que salen a pecho descubierto son máquinas que ni sienten, ni padecen, ni respiran. Como mucho, puede que mandemos algún vasquito. Pero del mismo Bilbao. Paz y amor. Y perdón por el rollo.
Trenti: Me alegro que le haya gustado el que haya planteado el tema de la eternidad de la materia, porque, evidentemente, si no ha sido creada, ha de ser eterna. El que sea eterna, desde mi punto de vista, no quiere decir que no sea capaz de evolucionar. Una materia eterna puede pulsar, concentrarse en un punto y expandirse en sucesivo e infinitos estallidos o puede generar y destruir infinitos mundos. Ambas cosas, desde mi punto de vista vuelvo a decir, son compatibles con la eternidad, pero, desde mi punto de vista, no es compatible con la eternidad el que la materia haya experimentado un único estallido y sólo pueda evolucionar hacia una expansión infinita, o hacia un estado en el que las fuerzas expansivas y las atractivas se contrarresten, parando toda evolución. Respecto a los sentimiento, tiene razón, no debí mencionarlos porque se pueden decir cosas como las que cita, aunque, para mí, el hecho de que se consideren reacciones químicas implica la ausencia de libertad y, por tanto, de responsabilidad, con todo lo que esto conlleva: lo absurdo de la represión al criminal, lo absurdo de la generosidad, etc. Debí haber hablado, más que de sentimientos, de inteligencia. Para mí, si yo soy inteligente y no hay causa externa a la materia que cree la inteligencia, la materia ha de poseer el germen de la misma, ha de ser inteligente por si misma. En este caso, veo complicado recurrir a reacciones químicas para explicar lo que sucede, por dos motivos. El primero de ellos es que hay seres no inteligentes, minerales, vegetales o animales, que viven y evolucionan sin problemas en el universo que conocemos; no veo ninguna ventaja material, ni para el universo ni para el ser inteligente, en el hecho de que alguien sea capaz de observar e interpretar el mundo. El segundo, y este es más discutible, es que creo que, en los hombres como en los pc`s, la inteligencia no reside en el hardware sino en el software. ¿No cree? Saludos.
Como usted sabe, Gorucho, los PCs no son inteligentes, pues si lo fueran harían lo que queremos que hagan y no las estupideces que les ordenamos que hagan. El tema de la inteligencia es muy interesante, pero preferiría esperar a una nueva entrada por parte de nuestros amados blogueros, pues creo que da para otro buen puñado de comentarios. Sólo la definición de "inteligencia" ya da para un debate en toda regla. Por ofrecer alguna respuesta, y por seguir con el símil hardware-software, yo más bien apuntaría al "firmware": al código grabado en nosotros de alguna manera, que nos hace humanos y que nos separa del resto de especies. En mi modesta opinión, este "firmware" es muy difícil de acotar y de definir, y por desgracia podría incluir características que no tengan nada de elevado ni de noble. O sí, que diría Mariano. Encuentro que este es el punto en el que el darwinismo, impecable por otro lado, es un poco menos sólido. Le recomiendo la entrevista con Richard Dawkins de la serie que mencionaba antes. No digo que ese firmware lo escribiera Dios, ni tampoco un misterioso monolito negro rectangular. Digo que el darwinismo, en este punto, es algo más endeble para mi gusto. Pero esa supongo que es otra historia. P.D. Le agradezco a AnkHor sus palabras. Si le he hecho sonreír, me lo tomo como un halago, pues eso pretendía y nada más. ¡Pido perdón!, como Ernesto Alterio en "Días de Fútbol", a ongietor o a madfairy si me he pasado de listo. La próxima vez que quiera buscar gresca, me iré a un blog donde se considere de buen gusto votar a Zapatero y armaré la escabechina padre.
Eso es más difícil de creer que la existencia de Dios. Con citas de tercera fila y observaciones sobre la fisiología del olfato, más metáforas informáticas, se quiere desmentir una experiencia personal y una reflexión interesante, pero claro, de creyente, ... con tal de amortizar a Dios.
La verdad, ongietor, es que ha conseguido hacerme entrar en razón y me encantaría que fuera usted el próximo al que manden al espacio exterior para que pueda vivir de primera mano una experiencia mística cuando se quite la escafandra. Sería gracioso ver cómo la frase "se le congelaron las ideas" dejaría de ser una hipérbole metonímica...Eso suponiendo que no estuviera usted "cara al Sol", situación que le sospecho familiar, pues en ese caso mi recomendación sería que se pasase antes por una farmacia y pidiese una crema protectora con factor cincuenta millones. En todo caso daría igual, porque su cráneo explotaría como a cámara súper-lenta, en un festival de colorido que lo llevaría a usted derechito al cielo, que por suerte debe de quedar cerca. Tercera galaxia, a la derecha. Y esto sí que es una pura hipótesis, pero si la papilla sanguinolenta a que quedaría reducido su cerebro no se desintegrase, quizá podría vagar por el Universo (¿se lo imagina? con "El bello Danubio azul" de fondo sonando una y otra vez...) hasta recalar en algún planeta libre de azufre donde evolucionar tranquilamente...Y quizá en cien o doscientos mil millones de años, habría una raza de ongietors con la que podríamos contactar para discutir en blogs intergalácticos. En serio, ongietor, si no es usted un extra contratado por LD para darle vidilla a esto, yo ya no sé qué pensar. En todo caso, es usted un filón. Hágase otro favor después de ir al médico de digestivo y vuelva a matricularse en el curso "Cómo hacer amigos", pero esta vez intente prestar un poco más de atención. P.D. Con los tiempos tan achuchaos que corren, lo de "amortizar a Dios" se presta a una broma fácil, y casi que no. Si alguien quiere hacerlo, le reto a que lo haga en verso. P.D. 2 Ya sé que dije que no quiero montar bulla con nadie, pero ¿qué se puede esperar de un siervo de Satán?
No lo leo completo, que me aterror iza
¿No les parece que el chivo de la derecha nos mira de un modo un pelin satanico? Yo creí que era una foto de ZP saliendo del armario, pero igual es mi colega Belcebú...