Lo primero que tengo que confesar es que no tengo idea aproximada de por dónde cae el río Ródano, y, como hubiese escrito el difunto Umbral, no me voy a levantar a mirarlo ahora. Sé que es por Francia, lo cual, dándole la razón a mi conbloguero Pablo Molina, parece que para hacer un trasvase cae algo más lejos que el río Tajo, incluso en su tramo medio, o el río Ebro o incluso el Duero, del que también se habló en su momento. En realidad, en la Región de Murcia se ha hablado de la posibilidad de hacer un trasvase hacia el Segura desde todos los ríos excepto quizás el Río Amarillo que pasa por China y el río Zambeze que pasa por África.
Que el agua tenga nacionalidad francesa o española yo creo que es indiferente no ya para regar, sino incluso para distinguir el sabor. Si hay trasvase del Ródano o del Volga o de la cuenca del Ruhr, bienvenido sea. Y si encima lo pueden pagar empresarios privados y no la Comunidad Autónoma de Murcia (o la de Valencia), mejor todavía. Si dejan de haber ríos españoles porque los ríos españoles del mapa escolar de nuestra infancia empiezan a ser ríos exclusivamente gallegos, aragoneses, catalanes o con vitola de "canariedad" (si es que en Canarias hubiese ríos, que me parece que no, pero tampoco me voy a levantar a mirarlo), se admite un trasvase hasta de agua "Perrier". Me dicen en la Comunidad Autónoma que es perfectamente hacedero, no lo de Perrier, sino lo del Ródano. Sería lo que se llama ahora un "emisor submarino" el encargado de bordear la costa española y traer directamente agua a Murcia. Pero seguro que ésto también le parece mal al gobierno catalán, que arguirá que el paso por las aguas territoriales de agua dulce hacia Valencia y Murcia estorba la inmersión lingüistica de la fauna marina en el idioma de Verdaguer y del abuelo de Maragall. Sobre todo la inmersión.
Los franceses están deseando vender libremente su agua y los murcianos están deseando comprársela. El único problema es que entonces dirán los nacionalistas, los ecologistas, los socialistas y los comunistas que el agua puede ser catalana, aragonesa, gallega, vasca o de la "canariedad", pero cuando es francesa entonces no es francesa, sino patrimonio de la humanidad. Y la humanidad, como se sabe, no comprende para esta gente a los murcianos.