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El "Cavia" habla otra vez de muertos

Respeto mucho lo que escribe el filósofo catalán Eugenio Trías desde que le leí algún moderado artículo en defensa del primer Tripartito catalán y algunos encendidos textos posteriores en refutación del propio Tripartito (poco le duró la confianza en el experimento, casi tan poca como era de buen juicio tener).

O sea, que lo leo con gusto sobre todo desde que sé que queda alguien con sentido común todavía en Cataluña. El otro día le daba el premio más importante del articulismo español, el "Mariano de Cavia", concedido por el ABC actual con el visto bueno de los fantasmas venerandos que pueblan su patio andaluz. Contrariamente a lo que ocurre con el Nobel o con el ingreso en la Real Academia Española de la Lengua, han sido "marianitos", o sea, han ganado el Cavia todos los grandes, los que merecieron haberlo ganado. Me contó una vez Jaime Campmany, me refiero a cuando estaba vivo, la madrugada en que tuvo el pálpito de que iba a ganar el Cavia, siendo corresponsal en Roma y habiéndosele muerto César (González-Ruano). Puso el punto y final a su necrológica de César unas pocas horas después de haber tenido noticia de su deceso, y mandó a Conchita, su mujer, que le trajera una taza de café porque, le dijo, había que celebrar que iba a ganar el Cavia. Así sucedió. "Muerto César, a mí los cavias se me dan como a nadie", le dije a Jaime que podría haber escrito aquella madrugada, parafraseando algo que repitió muchas veces más tarde sobre su arte para las necrológicas. Pero hablábamos de Trías.

Le han dado el Cavia por una tercera escatológica en la que hace su apuesta sobre el Más Allá: sin datos para corroborarlo, Trías quiere que exista alguna forma de espiritualidad tras el paso terreno. Desde luego es una cuestión considerable y fenomenal, que diría Plà. Y es un artículo muy bello y necesario. A mí me inquieta sobremanera, no la muerte orgánica en sí, que es el resultado amañado que ya sabemos, con el árbitro del partido comprado y sin posibilidad de apelar al Comité de Competición, no que exista algo ahí fuera o no, aun con ser éste un aspecto a tener en cuenta, sobre todo porque la eternidad dura bastante tiempo y si te cansas tampoco puedes bajarte en la próxima parada. No. Lo verdaderamente inquietante de la cuestión ultraterrena es la posibilidad de que el espíritu siga, pero rodeado de impotencias: de acceder a las espiritualidades de los que fueron seres queridos, de arreglar lo que no salió bien en vida, de comunicar, de encontrar un sentido. Lo angustiante es especular con que el espíritu viva mal que bien para siempre, sí, pero encerrado en algo, en una dimensión o algo que le siga haciendo sufrir, y ésta vez durante algunos más años, soportables por limitados, que los que implican el tránsito por la Tierra.

¿Cabe imaginar un destino más espantoso para el alma sin necesidad de que exista Infierno? Más espantoso aún que aquella famosa condena "a toda la eternidad menos un día" con que Dios castigó a un alma en pena en palabras de Gómez de la Serna... En cualquier caso, es una auténtica provocación para el nuevo periodismo modernuqui, el que habla de "multimedias", "autogestión de la información", "igualitarismo opinativo", "muerte de los medios tradicionales", "redacciones compuestas por anestesistas" (en antológica expresión de Raúl del Pozo) etcétera, que hayan dado un premio periodistico por hablar sobre lo que hay luego de estirar la pata o no hay, como en el periodismo de antes, el que, para no perder el tiempo con la política, hablaba de los cipreses de silos o las chicharras de las pinadas de la Costa Brava. Leer eso de Trías: hasta uno podría pensar que los periódicos dicen alguna vez algo.  

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comentarios
1 vikinga, día

Pues si que es inquietante, qué horrible. Yo creo que las impotencias son el Infierno mismo. Yo espero de todo corazón que la Vida Eterna sea todo lo contrario y podamos acceder a la espiritualidad de los seres queridos, arreglar lo que salió mal (aunque a esas alturas seguro que ya no importará), comunicarnos y encontrar un sentido. No he leído el artículo de Trías pero el tuyo me ha encantado. Además no hablas de política, ultimamente no la soporto. Un saludo.

2 cuervo, día

buenas tardes. por curiosidad de verdad existen periodistas decentes en españa salvo algunas ecepciones entre los que se encuentra usted, o lo mas comun es encontrarse con una gran cantidad de pesebristas que escriven al dictado de su dueño y les importa poco que lo que escriven sea verdad o mentira, si ofendo a algunos les ruego que me perdonen pero creo de verdad que la malloria son como espongo

3 Pablo1, día

cuervo: Me temo que, más que exponer, has expelido.

4 Caminant, día

Trías es un pensador solvente y hasta sereno.No va con modas.Como creyente espero en esa vida,que no logro alcanzar a entender ni concretar pero me fío.No pierdo nada.Y espero que haya más paz que aquí.