Cuando las lechugas se vendan sólo en farmacias
Me llamó la atención, la pasada semana, en la "fruit logistica" celebrada en Berlin, contemplar cómo venden los alemanes y en general los centro y noreuropeos sus frutas y verduras en los grandes mercados internacionales: como si las expendieran en una farmacia. El diseño de los "stands" es decididamente prehospitalario (como poco, de Casa de Socorro). Esa ambientillo a gasa aséptica e hidrófila y hasta a linimento era inequívoco. Aquello, más que despertar las ganas de comer, despertaba preocupaciones por el Más Allá, como cuando uno hace pasillo en La Arrixaca. Vendían aquellas frutas y verduras como si fuesen aquellos "potitos" de los de antes, que, como el no va más de la tecnología, esperaban a las mamás modernas en la botica de confianza, porque se acordarán los más viejos de entre los lectores de cuando los "potitos" se vendían exclusivamente en farmacias...
Bueno, pues para los alemanes, los suecos o los ingleses los cogollos de lechuga o las zanahorias hay que presentarlas a un público que habla bajo como si llevaran dentro el prospecto de la afamada casa Bayer, con los efectos secundarios de la ingesta accidental de guisantes o de remolacha. Con razón me dijo una vez el difunto politólogo francés y miembro de la academia de gastronomía, entre otras academias, Jean François Revel, cenando en el Rincón de Pepe, que en Europa la verdura que se cultivaba era perfecta, salvo que no olía ni sabía a nada en absoluto, y que Murcia era de los últimos lugares donde todavía recordaba que aquello había salido un día más o menos lejano de la tierra.
Sin embargo, en Murcia vamos también hacia la "farmacia hortofrutícola". Al menos, la fruta y verdura que se vende dentro, porque la mejor la exportamos fuera (aunque luego se la administre una capa de "minio", perdón, de cera para que brille más y se acerque al concepto casi quirúrgico que tienen por ahí del aspecto que debe tener un albaricoque o una sandía). De momento no hemos pillado todavía la asepsia absoluta, y de vez en cuando nuestros productos incluso recuerdan a lo que debieran seguir siendo. Todo el mundo está de acuerdo en que lo que le falla aún a Murcia es el diseño industrial de sus exportaciones, demasiado rústicas y poco científicas para el gusto de la Europa aburrida. Harían bien los empresarios murcianos en "farmaceuticar" lo que sale de la huerta, económicamente hablando. Gastronómicamente hablando, ya es muy otra historia... Y ya no tenemos entre nosotros a Revel para que nos lo recuerde.
Bueno, pues para los alemanes, los suecos o los ingleses los cogollos de lechuga o las zanahorias hay que presentarlas a un público que habla bajo como si llevaran dentro el prospecto de la afamada casa Bayer, con los efectos secundarios de la ingesta accidental de guisantes o de remolacha. Con razón me dijo una vez el difunto politólogo francés y miembro de la academia de gastronomía, entre otras academias, Jean François Revel, cenando en el Rincón de Pepe, que en Europa la verdura que se cultivaba era perfecta, salvo que no olía ni sabía a nada en absoluto, y que Murcia era de los últimos lugares donde todavía recordaba que aquello había salido un día más o menos lejano de la tierra.
Sin embargo, en Murcia vamos también hacia la "farmacia hortofrutícola". Al menos, la fruta y verdura que se vende dentro, porque la mejor la exportamos fuera (aunque luego se la administre una capa de "minio", perdón, de cera para que brille más y se acerque al concepto casi quirúrgico que tienen por ahí del aspecto que debe tener un albaricoque o una sandía). De momento no hemos pillado todavía la asepsia absoluta, y de vez en cuando nuestros productos incluso recuerdan a lo que debieran seguir siendo. Todo el mundo está de acuerdo en que lo que le falla aún a Murcia es el diseño industrial de sus exportaciones, demasiado rústicas y poco científicas para el gusto de la Europa aburrida. Harían bien los empresarios murcianos en "farmaceuticar" lo que sale de la huerta, económicamente hablando. Gastronómicamente hablando, ya es muy otra historia... Y ya no tenemos entre nosotros a Revel para que nos lo recuerde.
Vamos, que cuando yo era pequeño y en Alfonso X había huertos de limoneros y naranjos y te comías de merienda un tomate, con sal pero un tomate.... Pues ahora ves la lechuga en una bandeja de foresgam con el plástiquico y tó y que no sabe igual.... Acabo de empinarme a una tapia para robar un limón de un limonero que asoma para hacerme un gintonis que esto no hay quien lo aguante
Y con prospecto que diga: si tiene que conducir o manejar maquinaría pesada, abstengase de la ingesta de más de veinte kilos diarios de melones. O bien: la ingesta de más de treinta kilos diarios de pimientos, puede producir cefaleas, mareos, pérdida de sueño y procesos agudos de gastroenteritis. Emabarazadas, ancianos y enfermos de asma no deberán sobrepasar los cincuenta kilos diarios de melocotones.
Perdón por el OFF TOPIC: Extraído de la web de publico.es: 2.0 | 6 | LUIS | 09-02-2009 12:22:44 Ya que me han censurado todos los comentarios , este , y con cariño que diría la ministra de vivienda(también censurado), te lo dedico. Que bien lo estais haciendo , que forma más enérgica de luchar contra el paro, estamos seguros que con vosotros saldremos de esta pequeña crisis, y dale un abrazo a nuestro líder. ¿Cuándo se van a dar cuenta en la derecha de lo importante que es la propaganda? ¿Porqué no hacen aquí lo mismo con el sector ultraizquierdista que vomita basura en los foros?
Aguda observación y propuesta la que planteas desde tan luminoso rincón. Concepto "farmacia" y concepto "boutique" lo aséptico y lo fashion, hasta con microchip incorporado, describiendo toda la genealogía, propiedades terapéuticas y afrodisíacas, código de barras, envase de diseño, pero siempre muy pequeño en relación al producto, como el palabra de honor en la mujer, ah, y celofan y lazito con personalización. A esto suelen llamarlo que si calidad, I+D+i, valor añadido y, sobre todo,que la salud y los caprichos, se pagan. Paguen, pues, los ociosos, aburridos y pudientes europeos, así como los neuras y todos aquellos que se la cogen con papel de furmar. Pero, por favor, que ese rincón de España no deje de producir los saludables y sugerentes olores de la tierra.
Pues como sigamos así, con el trasvase Tajo-Segura tocado de muerte, no vamos a tener ni para vender lechugas a las farmacias. Ya se sabe que los murcianos tenemos inventiva para todo y somos capaces de sobrevivir ante las situaciones más adversas, pero la verdad es que nos están poniendo las cosas cada vez más difíciles. http://apuntesenlibertad.blogspot.com/
Anda que si son los argentinos con los Kirschner a la cabeza los que nos van a dar lecciones de Economía en España ya podemos ir corriendo al banco a sacar los dineros... La situación en España es gravísima y eso ya se veía desde hace tiempo: atentados de la ETA, camino de 4 millones de parados, déficit, crisis económica, disgregación del país, prohibición del castellano, corrupción y despilfarro institucionalizado entre los políticos, el poder judicial totalmente desmantelado e integrado en el poder político, desinformación masiva de los grandes mass media, aumento de la delincuencia y crimen... Vamos a tocar fondo, pero Zapo y su aparato de propaganda siguen felices, la culpa es del capitalismo, de Aznar, de Bush, de la banca, de los jueces, de los poderosos y del toro que pilló a Manolete.
Otra falta de inteligencia política de la oposición en general que ha quedado patente tras el debate de hoy en el parlamento: - Cuando Zapo se ríe de las intervenciones de la oposición sería tan sencillo que hubieran dicho: ¿A usted le hace gracia que vayamos camino de 4 millones de parados? - A mi ninguna sr. Presidente, y me tiene muy preocupado su actitud. ---------- Pero no hay gran lucidez en los políticos actuales, el parlamento desde la marcha de Aznar en primer término y después de Zaplana ha perdido mucho nivel... El único que muestra habilidad y tablas es Zapo, pero para mentir y salir airoso de situaciones en las que debería de salir escaldado. Pero no es tanto por mérito suyo, sino por demérito y complicidad de los demás.