Cándido Macana Méndez es ese secretario general de UGT que, como decían de Rodolfo Martín Villa con el coche oficial, se subió a los dieciocho años en el Rocomóvil de aquellos trogloditas que salían en la serie de dibujos de "Los autos locos" y todavía no se ha bajado (el Rocomóvil de los hermanos Macana, que ya vemos que no eran dos como creíamos hasta ahora sino tres, llamados Piedro, Roco y, claro, Cándido).
En este caso, el parecido con el "cartoon" es más que razonable y nos lleva mucho más allá del chiste gráfico, porque no se circunscribe a lo físico, aunque desde luego sea un calco (ese tipo de sátira de la que siempre se queja la guapa gente de izquierda, que no sale del "look" perroflauta y considera que apreciar las diferencias entre la imagen de Beau Brummell y los homónculos del Partido Comunista de las Tierras Vascas es clasista y fascista), sino que entra de lleno en lo moral. Aparte de que una geneaología llamada Macana es lo que más le cuadra a este genio de la economía, porque ya sabemos lo que significa un "macana" en lenguaje futbolero, en lo moral Cándido Méndez, quién si no, va por la vida montado en el rocomóvil de su sindicato, tiene como parientes ideológicos más directos a "El Tío Cosa" peluda de La Familia Addams y el Capitán Cavernícola, y sus ideas tienen la misma composición, roca volcánica y fósiles amalgamados, sobre todo fósiles, que aquellas colinas descascarilladas, las más viejas del mundo, que paseé hace unos años en las islas Svalbard, cerca del casquete polar. El Rocomóvil ambulante de estos liberados "de clase" ha aparcado en Murcia este fin de semana, a arreglar la economía nacional como los otros dos hermanos Macana que no son Cándido arreglaban el propio Rocomóvil: a trancazo limpio.
A Cándido le parece muy bien que la subida de impuestos a la clase media sea permanente y no temporal, como no acertó a mentir el Gobierno (porque hasta las mentiras deben tener algo de credibilidad para que alcancen a serlo), "porque no podemos seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades". Se refiere a las suyas particulares. Los ciudadanos no liberados de la obligación de trabajar no podemos seguir viviendo un minuto más hurtándole a él y a su sindicato, vía terror fiscal, lo que creen que les corresponde por defendernos de ellos mismos. Debemos pagarles su protección contra una huelga general, que ahora que va a aumentar el "pizzo" sindical gracias a los que vivíamos por encima de las posibilidades de ellos no se contempla como necesaria ni oportuna. Porque en las huelgas generales, ya se sabe, ocurren accidentes... Y este hermano Macana, hablándonos a gruñidos desde la gruta oculta que esconde la impenetrable cascada de pelo, es ahora mismo el archimandrita de la economía, el consultor más acreditado del Gobierno para un nuevo modelo de desarrollo. Trogloeconomía de dibujos animados.