El circo catalán: "Cuestiones de agenda" de ERC retrasan la ronda con los grupos para investir a Illa

La "agenda" de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) es la excusa para retrasar 24 horas la ronda de consultas que debe llevar a cabo el presidente de la cámara catalana con los jefes de los grupos parlamentarios para activar la investidura como presidente de la Generalidad del socialista Salvador Illa. La operación investidura no va a ser fácil.

Las juventudes de ERC, el "Jovent Republicà", se reúnen este lunes por la tarde en un consell nacional para decidir el sentido del voto de su representante en el grupo parlamentario de ERC, Mar Besses.

El voto de la joven diputada es clave. Sin él no hay investidura porque Illa cuenta con 68 justos, sus 42, los 20 de ERC, incluido el del "Jovent", y seis de los Comunes de Sumar. Por si no fuera suficiente, planea por la situación política catalana el inminente regreso a España de Carles Puigdemont.

En ese contexto, ya hay quien plantea retrasar la investidura de Illa hasta la semana del 12 al 16 de agosto. Por lo pronto, será complicado que se pueda convocar la sesión de investidura este miércoles 7, tal como se planteaba si la reunión con los grupos se hubiera mantenido para este lunes. Ahora y como muy pronto, el pleno se puede convocar para el jueves 8.

La reunión del "Jovent"

Sobre los problemas o las cuestiones de agenda no se ha dicho nada concreto, aunque se trata de la reunión de las juventudes. El partido quiere acudir a la entrevista con Rull con ese tema zanjado. Pero aplazar la investidura de Illa hasta la semana que arranca el 12 de agosto es una opción que cobra fuerza ante el regreso de Carles Puigdemont. De que será arrestado no parece haber duda alguna. Otra cosa es que sea encarcelado.

En ese apartado hay división de opiniones técnicas. Hay juristas que sostienen que un cargo de malversación no justifica la prisión provisional y otros que entienden que el riesgo de fuga es evidente en el caso de Puigdemont.

El independentismo está completamente fracturado, pero carece del vigor movilizador de antaño. La presión de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) sobre ERC es bastante soportable. Este mismo domingo se ha desmarcado de la protesta que habían convocado los Comités de Defensa de la República (CDR). Al enterarse estos de la deserción de la ANC han desconvocado la manifestación que querían llevar a cabo a las ocho de la mañana frente a la estación de Francia de Barcelona, al lado del Parlament. A los dirigentes republicanos les preocupa más el reproche moral de sus cachorros que lo que puedan mover Lluís Llach y Puigdemont en su contra en pleno mes de agosto.

El escenario Tsunami está descartado. Gran parte de las personas que sustentaban el movimiento independentista han retirado las esteladas de sus balcones. Lo que no ha cesado es el deterioro institucional. El viernes pasado ERC avalaba el pacto que dinamita el Estado autonómico por 550 votos de diferencia sobre un total de seis mil. Ahora la investidura depende de las juventudes de ERC, de un consejo formado por un número indeterminado de individuos que deben decidir el sentido del voto de una diputada. Y debido a ello, los trámites se retrasan.

El presidente del Parlament, el indultado Josep Rull (JxCat), llamará en primer lugar el martes a Illa. Será sobre las nueve y media de la mañana. Después será el turno de ERC y más tarde, el de los Comuns, los grupos que apoyan la investidura de Illa. A continuación, el resto empezando por Junts, PP, Vox, la CUP y Aliança Catalana.

Si no hay más sobresaltos, Rull habrá despachado a todos los grupos sobre las 13:30. Será entonces el turno de la Diputación Permanente de la Cámara, el órgano de guardia durante el periodo vacacional. Ahí tienen mayoría los grupos que avalan a Illa para decidir la fecha, una jornada que será clave para Puigdemont.

"Operación retorno"

La intención del prófugo es entrar directamente en el edificio de la cámara catalana, en el parque de la Ciudadela de Barcelona. Se fugó en un maletero y tratará de regresar oculto también a la visita de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Dentro de la cámara Rull asegura que no puede ser detenido, por lo que podrá pronunciar un discurso y reventar la investidura de Illa para entregarse después a los Mossos d'Esquadra, igual que hizo Clara Ponsatí.