El Mundo
"Estados Unidos negocia con Maduro alternativas al petróleo ruso". ¿Con Maduro? Es como negociar con Putin.
Editorial sobre el 8-M. " A este 8 de marzo no llegamos más unidos en la defensa de la igualdad plena entre hombres y mujeres, sino más divididos que nunca". Y todo se lo debemos a Irene Montero. Hoy se manifiesta Irene y sus chicas a sueldo por un lado, las feministas de toda la vida por otro, las mujeres de derechas a las que las podemitas niegan su condición de mujer, por otro. Un sin dios. "Con el estallido de la nueva ola en la primavera de 2018 se desató una mezquina obsesión por repartir credenciales de pureza feminista, con su correspondiente inquisición, sus cancelaciones y su descarado oportunismo". Podemismo puro.
"Unas veces por fanatismo (el deseo de monopolizar el feminismo por parte de una izquierda neomarxista y sectaria) y otras veces por venalidad (las cuantiosas subvenciones o sinecuras en juego), lo cierto es que primero se instigó el enfrentamiento de las mujeres con los hombres, a los que se descalificó como machistas hasta que demostraran lo contrario. Después les tocó el turno a quienes desde posiciones liberales -no admitir la aportación liberal al feminismo es desconocer su historia- defendieron la causa pero fueron expulsadas incluso físicamente de las marchas convocadas en días como hoy. Por último la división llegó al seno de la izquierda: el choque entre feminismo queer o autodeterminista de Podemos y feminismo socialista ha impedido que hoy se manifiesten juntos". El caso es que Irenita ha dejado el feminismo y la igualdad hecho unos zorros.
Arcadi Espada dice que "el feminismo va a utilizar hoy su cumpleaños para exhibir una neutralidad rigurosa entre rusos y ucranianos. Así lo anunciaron días atrás las ministras Montero y Belarra, que van a hacer de este 8 de marzo una protesta genérica contra la guerra, sin distinguir entre el que ataca y el que resiste". Alegrémonos de algo. Puede que Putin acabe con Podemos.
Y el ingenuo de Raúl del Pozo dice que "Los de Podemos llaman al PSOE partido de la guerra y están dispuestos a romper el gobierno de coalición". Raúl, ayer las nenitas pijas podemitas se hicieron popo en el pañal y recularon. Que no, que lo de los partidos de la guerra no iba por el PSOE, qué va. Ay, que nos quedamos sin carguitos y a ver de qué vamos a vivir, lo mismo hasta tenemos que buscar trabajo, y a ver en qué, si no sabemos hacer nada. Y las aguerridas podemitas agacharon la cabecita.
El País
"Temor a la economía de guerra". "Sánchez robustece junto al líder de la OTAN la posición española frente a la invasión rusa de Ucrania". "El presidente del Gobierno visita a los soldados españoles desplegados en Letonia mientras que se aplaca la tensión entre el PSOE y Podemos por la participación en el conflicto". Menos mal que Sánchez se ha acercado a la zona en conflicto. Los suspiros de alivio de los ucranianos se escuchan hasta en mi patio. "El presidente Sánchez mantiene la posición de enviar armas", dice Cué. ¿Ah, pero es que todavía no las ha enviado? Pues como tarde mucho no va a quedar ni un ucraniano para recogerlas.
El editorial le echa un cable al Gobierno en su relato de que todo lo que nos pase a partir de ahora se debe a la guerra. Con la invasión de Ucrania, a Sánchez le ha venido Dios a ver. "El sector agrícola español ha advertido ya de las dificultades a medio plazo ante la interrupción del suministro de grano mientras la brusca caída del turismo de origen ruso es otro de los efectos inmediatos y directamente achacables a la guerra".
"Hasta la invasión rusa de Ucrania, el PIB español no había alcanzado todavía los niveles anteriores a la pandemia. La inflación actual situada en el 7,4% hace prever que el aumento de precios de la alimentación, o una subida de los tipos de interés por los bancos centrales, afecten al crecimiento. Todo ello explica seguramente el realismo de Pedro Sánchez al calificar el domingo de "duros y difíciles" los tiempos actuales, más allá de la tragedia de la guerra misma. La ola de solidaridad que la ciudadanía española ha desplegado en esta última semana quizá deba asumir también la ralentización económica motivada por la misma causa que estimuló generosamente sus donaciones de alimentos, material sanitario y aportaciones económicas a Ucrania". Pues este es el cuento que nos va a largar Sánchez en la próxima temporada.
Y el 8-M, que Irene Montero ha convertido en La vida de Brian. . "Por primera vez las manifestaciones del 8 de marzo tendrán en muchas ciudades españolas dos convocatorias y dos recorridos". "El enfrentamiento se ha radicalizado hasta la ruptura total y ha debilitado la lucha de las mujeres en un momento de fuerte reacción en contra de la extrema derecha". ¿Qué extrema derecha? Aquí la que ha dividido a las feministas ha sido Irene Montero, a la que ya han dicho alto y claro que nos las representa.
ABC
El Emérito: "Prefiero seguir residiendo en Abu Dabi". Pues genial. "Un ejército de voluntarios siembra Kiev de barricadas para frenar a Putin". "La ONU reconoce que no es «capaz» de afrontar la creciente crisis humanitaria en Ucrania". Ni la ONU, ni la OTAN, ni la UE. Todos han dejado tirada a Ucrania acojonados con las constantes amenazas de Putin.
Pedro García Cuartango habla de matar a Putin, aunque fácil no debe ser. "La pregunta es ahora más pertinente que nunca: ¿estaría justificado el asesinato de Putin para poner fin a una guerra que va a provocar la muerte de miles de personas y a destruir un país? Confieso que no soy capaz de responder en un sentido u otro, aunque fui educado en una familia católica en la que el recurso a la violencia siempre carece de justificación. Poned la otra mejilla, dice Jesucristo". Que la ponga él. Ojo por ojo, diente por diente, dice la Biblia. "Para ser sincero, diré que yo no asesinaría a Putin si estuviera en mi mano, pero tampoco condenaría a alguien que lo hiciera". Los ucranianos no están para disquisiciones morales.
Ignacio Camacho comenta el susto que se han llevado las niñatas podemitas. "Como no están dispuestas a renunciar, entre otras cosas porque no tienen dónde ir, ayer se desdijeron de sus críticas para aferrarse al cargo. Vaya, que se las envainaron. Según su vaga versión apaciguadora, el sintagma «partido de la guerra» no se refería al PSOE sino al conjunto de la derecha, pero el singular empleado delata una excusa de mal pagador, o más bien de mal cobrador en este caso". Menos gritos, milagritos.
La Razón
"Don Juan Carlos no descarta regresar a España "con la mayor privacidad"". Como el señor quiera, pero que no dé mucho la lata. "Rusia amenaza con cortar el gas a toda Europa". Jo con el matón, está disparado. Pero Abel Hernández dice que "es preciso convencer a Putin, ese miserable personaje, al que hoy maldice medio mundo, de que está equivocado, que se engaña a sí mismo y que engaña al pueblo ruso. Sólo China y los patriarcas de la Iglesia ortodoxa, cuyo estruendoso silencio los hace cómplices de tanta sangre derramada, que sorprende y escandaliza, pueden hacerlo. Es hora de sentarse a negociar. Rusia y Ucrania son hermanas". Pues si yo tengo un hermano así me hago un Caín.