La amalgama de movimientos y asociaciones feministas en España, incluyendo el propio Ministerio de Igualdad que lidera Irene Montero, no se ponen de acuerdo en las principales reivindicaciones para el 8M y acudirán por separado a diferentes actos con motivo del Día Internacional de la Mujer. Los temas de grandes desacuerdos son: la abolición de la prostitución, la gestación subrogada y la ley trans.
Como en la célebre escena de La Vida de Brian, hay varias organizaciones feministas disidentes que se han desvinculado de la convocatoria oficial para el 8M. Es el caso de Confluencia Movimiento Feminista, Frente Abolicionista, Plataforma Feminista 7N, Forum Política Feminista, Feministas Al Congreso (FAC) y el Partido Feminista de España, que como no se ajuntan con la Comisión 8M, se manifestaban este el domingo 6 de marzo en nueve ciudades españolas.
Estas organizaciones reivindican la abolición de la prostitución, la pornografía y la "explotación reproductiva" –donación de óvulos y gestación subrogada– y consideran que "el Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero" ha "dejado de representar al movimiento feminista en España" y "está promoviendo políticas que pretenden borrar al sujeto político del feminismo".
Por otra parte está el Movimiento Feminista de Madrid, que se manifestará el 8 de marzo, pero sin mezclarse con Montero y compañía. Su lema es "el feminismo es abolicionista" y, como es obvio, piden también la abolición de la prostitución, la pornografía y la gestación subrogada, además de la retirada de la ley trans. Aseguran que esta es la "auténtica agenda feminista" y no marcharán con la convocatoria oficial porque "no existe a día de hoy en Madrid la posibilidad de integrar las verdaderas reivindicaciones del feminismo en otros espacios".
Rigoberta Bandini y ‘no a la guerra’
Al otro lado del "bloque abolicionista" está la manifestación oficial, por llamarla de alguna manera. La convoca la Comisión 8M, cuyas portavoces lamentan que haya quien no quiera sumarse porque es "triste" que "un disenso pese más que todos los consensos". Recorrerán Madrid, entre Atocha y la Plaza de Colón. También han recordado que ellas no han cambiado, ni se han ido "a otro lado", sino que llevan celebrando estos actos "desde el año 77", además de seguir trabajando "en barrios" y "en pueblos" durante "todos los días del año".
Por su parte, el Ministerio de Igualdad presentó este viernes su campaña para el 8M, que lleva como lema "In Spain we call it igualdad", inspirado en una canción de Rigoberta Bandini (In Spain we call it soledad). No es la primera vez que Montero se inspira en la rival de Chanel para representar a España en Eurovisión y utilizó su Ay Mamá para preguntarle a los hombres "por qué les dan tanto miedo nuestras tetas".
Igualdad también va a aprovechar el 8M para seguir con su campaña contraria al envío de armas a Ucrania porque las feministas "siempre han sido gente de paz". Y mientras los soldados rusos violan a mujeres, el ministerio de Irene Montero se dedicará a decir "con rotundidad un no a la guerra" para que pare el conflicto, según ha explicado la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez.
Preguntada por el hecho de la división en el frente feminista, Rodríguez ha señalado que desde hacía muchos años no había un Gobierno con una "agenda feminista tan marcada" y ha asegurado que la variedad de manifestaciones "de lo único que habla es de la buena forma en la que está el feminismo", ha zanjado.
Prostitución, gestación subrogada y ley trans
La prostitución ha generado históricamente división en el feminismo y en la izquierda, entre quienes la enmarcan en el ejercicio de la libertad sexual y quienes la consideran como una forma de esclavitud de la mujer.
El PSOE y Podemos han prometido presentar en breve un borrador de la futura ley de trata con fines de explotación sexual, pero su tramitación pinta complicada por la falta de consenso. Por su parte, las asociaciones de ayuda a las prostitutas denuncian que el Gobierno toma decisiones sin dejar hablar a las trabajadoras del sexo, lo cual tiene muy poco de feminista.
La división ante la prostitución se une así a la grieta que ya se abrió en el feminismo ante ley trans, una norma que todavía no ha llegado al Congreso y considerada "misógina" y una "aberración" por muchas asociaciones feministas. Esta ley abrirá la puerta a la autodeterminación del género, permitiendo el cambio del sexo en el registro sin pruebas ni testigos a partir de los 14 años.
Según denuncia Sonia Gómez, portavoz de la Confluencia Movimiento Feminista, "es una ley que traiciona a las mujeres, que viola todos nuestros derechos, que supone un retroceso de décadas, por no decir de siglos, y que, además, no incluye verdaderamente ningún derecho para las personas transexuales más allá de la libre autodeterminación de género", denuncia.
Y por último, la maternidad subrogada, es el tercer gran punto de división en el movimiento feminista. La mayoría de los colectivos se opone porque consideran que es "una forma de explotación reproductiva". Sin embargo, otras organizaciones rechazan lo que consideran un feminismo paternalista. Es decir, mujeres diciendo a otras lo que tienen que hacer con su cuerpo.
A nivel político, Ciudadanos ha defendido públicamente la gestación subrogada, al igual que el PNV, ERC y PDeCAT, que se muestran a favor de una regulación. En el otro lado, PSOE y Unidas Podemos pretenden su abolición.