Los símbolos de estatus de los multimillonarios rusos vagan libres por el mundo a pesar de las amenazas de sanciones de la Unión Europea y los Estados Unidos. Según un prolijo informe de Bloomberg, los yates y los aviones privados de los ricos rusos fondean y aterrizan en Londres, Barcelona o los destinos más exóticos del mundo sin que les afecten prohibiciones como el cierre del espacio aéreo británico a los aviones rusos.
Se especula con expropiar el club de fútbol Chelsea, propiedad de Abramovich, y se calcula que los más ricos de Rusia han perdido 39.000 millones de euros en las primeras horas de la invasión rusa, pero no parece que eso altere demasiado a los multimillonarios.
En la información se especifica que uno de los dos grandes yates de Abramovich, el Solaris, está en el puerto de Barcelona mientras que el otro, llamado Eclipse está en San Martín del Caribe, isla mitad francesa, mitad holandesa. Además, otros cuatro superyates de propietarios rusos están localizados actualmente en Barcelona.
Bloomberg cuenta también que los aviones privados de Abramovich, Dmitry Mazepin y Alexey Mordashov aterrizaron el jueves en Moscú. Putin les había convocado en el Kremlin, junto a Vladímir Potanin, con una fortuna estimada en 26.100 millones de dólares.