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Casado anula los "votos podridos" de Abascal y Sánchez proclama "la práctica ilegalización de Vox"

Al fin apareció Casado como si se hubiera tomado un red bull. Que no quiere nada con Vox, que prefiere a Bildu, vino a decir.

Al fin apareció Casado como si se hubiera tomado un red bull. Que no quiere nada con Vox, que prefiere a Bildu, vino a decir.
Pablo Casado (de espaldas) interpela al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez . | EFE

El Mundo

"Casado ataca a Abascal y cierra la puerta a un gobierno con Vox". Vamos, que se cierra la puerta a sí mismo. Dicho esto, Sánchez, que no tiene un pelo de tonto, salió al quite. "Pedro Sánchez exige al PP romper los pactos con Vox en toda España para poder entenderse en Castilla y León". Como se le ocurra entregar Madrid a la izquierda, con lo que ha costado librarnos de Iglesias, los madrileños sacan a Casado a rastras de Génova 13. Los abucheos e insultos a Sánchez van a ser una broma.

Rosell se tira de los pelos con el PP. "El cordón sanitario a Vox asume el tramposo marco mental de la izquierda, que no lo aplica a sus pactos infames y los votantes de la derecha no entienden. De la resolución de este desafío depende la posibilidad de la alternativa al sanchismo". Casado ha asumido que pactar con la ultraizquierda, los asesinos de Miguel Ángel Blanco o los rufianes indepes está bien, pero con su antaño hermano Abascal, no.

"A tenor de su discurso de ayer, Casado parece haber elegido la confrontación con Vox y la reivindicación del centro liberal: conminó a Mañueco a gobernar en solitario pese a necesitar el sí o la abstención de Vox". Sí, conminó a Mañueco a hacer magia potagia. Después de ponerle en la tesitura en la que está. "El PP se desangra en las urnas. Y toda realidad ignorada prepara su venganza". Como se repitan las elecciones se va a enterar el PP de lo que vale un peine, les gana Vox por goleada.

Federico Jiménez Losantos augura décadas de sanchismo si Casado sigue al frente del PP. No es una conjetura, es lo que dicen las urnas, le guste a Casado o no. "En una síntesis perfecta de cobardía ideológica y estupidez política, el PP renunció este martes a echar de La Moncloa al Gobierno Frankenstein de Sánchez y sus secuaces, aunque en las elecciones generales el PP y Vox sacasen mayoría absoluta". Casado prefiere a Otegi antes que a Ortega Lara.

"Por un efecto letal del covid en columnistas adultos, leo que existe un 'riesgo social' en obedecer a los votantes y darle a Vox la parte de poder que pueda negociar. Anulados esos votos podridos. Es más llevadero el riesgo social de Sánchez, sicarios de Maduro, etarras y golpistas catalanes". Vamos, que los españoles que votan a Vox no tienen los mismos derechos que los que votan a Podemos.

"Para tapar el traspiés Castilla y León, Casado se carga el sistema democrático, el parlamentario. Este martes, Sánchez proclamó la práctica ilegalización de Vox. Si el PP rompe sus alianzas con él, 'se pensará' la abstención. Al añito, moción y fuera Mañueco. Como Vox, no deja de ser derecha. Y española, puaf". Si sucede eso, no necesita ni moción. Gobernará el PSOE con Mañueco interpuesto. "Teodorines y casadejos: sin Vox, adiós a La Moncloa. No la merecéis. Y adiós a la democracia. No lo merecemos".

Santiago González no sabe "qué papel haría Vox en un Gobierno. Los males que vaticinan quienes preconizan el imposible entendimiento PP-PSOE son hipótesis de futuro. Atengámonos a las palabras y a los hechos en el momento presente. Frente al PSOE y sus socios (Bildu, Podemos, ERC, PdeCat y PNV), Vox es el único constitucionalista del Parlamento: ha recurrido al TC para denunciar las violaciones de la Carta Magna por el Gobierno". Tiene narices que los votantes de un partido que homenajea a asesinos tengan más legitimidad que los de un partido que no ha matado a nadie. Pero es así porque Casado lo ha decidido así.

Dice Raúl del Pozo que "Teodoro García Egea prefiere repetir elecciones o no gobernar, a pactar con Abascal". Teo, el genio del adelanto en Castilla y León. "Los que desean un pacto de las dos derechas dicen que el problema de Pablo Casado y de Teo es que si no cambian su discurso llegarán a las próximas consultas sin fuerza. A pesar de las equivocaciones, Casado querrá seguir siendo el candidato y el partido se lo va a impedir". No, si todavía veremos a Casado con urnas escondidas detrás de una cortina, echado a patadas de la presidencia del partido, y montado en un Peugeot para ganar en unas primarias.

Emilia Landaluce dice que "en el PP piden para frenar a Vox lo que ellos negaron para evitar el gobierno de coalición con Podemos y la vicepresidencia de Pablo Iglesias. Es como si les pareciera mejor que Podemos e Iglesias hayan entrado en las instituciones a que lo haga Vox. Esto es menospreciar a los que un día fueron sus electores". El PP nunca se ha caracterizado por el respeto a sus votantes. Egea es un claro ejemplo de ello.

"El PSOE pone sus condiciones para que Mañueco pueda ser investido sin que 'la ultraderecha' llegue a las instituciones. Algo que el PP sí ha permitido con la ultraizquierda. ¿Es que acaso creen que VOX es más perjudicial para España que Podemos, EH Bildu, ERC...? ¿O –y así es– se trata de una mera estrategia electoral de Génova para doblegar el Madrid de Ayuso?". "En cualquier caso, la posible abstención en la investidura de Mañueco es un regalo envenenado para Casado". "Casado lo tiene complicado. Veremos qué pasa si se repiten las elecciones. ¿Por qué no?". No da pie con bola este muchacho. Eso, que repitan elecciones, pero no parece que los votantes de Vox estén por votar a Casado.

El País

El periódico que dirige Pepa Bueno –algunos conocedores de los entresijos de los medios dicen que lo dirige Barroso, uno de los fontaneros de Sánchez– está feliz como una perdiz y con razón. "Sánchez ofrece a Casado la abstención del PSOE si rompe con Vox". "Si dicen que la ultraderecha es un peligro, a lo mejor nos podemos entender". Venga, Casado, dilo, dilo ya bien alto. Vox es un peligro, pero Podemos, ETA y Rufián son muy demócratas. Dilo Pablo, dilo ya, tus votantes están deseando oírlo.

"Los barones pedirán a Casado cambios en su equipo ante el congreso nacional", dice Elsa García de Blas. "El PP afronta en Castilla y León por primera vez el verdadero dilema sobre su relación con la extrema derecha. Ya no se trata de decidir si llega o no a acuerdos con los ultras, algo que el PP ya ha hecho en la Comunidad de Madrid, en Murcia, en Andalucía o en el Ayuntamiento de la capital, entre otras plazas". Y aunque Sánchez gobierna con los verdaderos ultras, terroristas y golpistas, el PP ha comprado el material de la izquierda. Mira que lo tenía fácil, Casado, para darle la vuelta a la tortilla. Pero se ha echado en brazos de Sánchez y su banda. Allá ellos.

"En el PP, de momento, solo Ayuso defiende abiertamente no oponerse a compartir Gobiernos con Vox". Bueno, Elsa, eso es una mentira como una catedral. Bonilla, sin ir más lejos, ayer ni apareció. Y Mañueco abrió esa posibilidad. Pero seguro que a Casado le encantará.

Como el PP ya está amortizado, el editorial se ocupa de la izquierda. "Tanto el PSOE como Podemos han sufrido un severo desgaste en las elecciones autonómicas de Castilla y León. Las elecciones de Castilla y León suponen un punto de inflexión, veremos de qué calibre orgánico, para la derecha. Para la izquierda, es un serio toque de atención". Da igual, con Casado al frente del PP el sanchismo gana aunque pierda.

ABC

"Un pesquero gallego naufraga en Canadá". Sí, una tragedia. "Sánchez lanza una oferta imposible al PP: repudiar a Vox y señalar que prefiere al PSOE". Bueenno, tratándose de Casado y Egea nada es imposible. "Lo que intentan los socialistas es cambiar el marco. Que no sea el PSOE quien tiene que responder sobre la abstención sino el PP sobre los motivos que le llevan a estar incómodo con Vox. Consciente de que en el PP existe este debate sobre Vox, Sánchez entra en el juego. Normal, no es idiota. Casado se lo ha puesto en bandeja.

Ignacio Camacho es otro de los que no da crédito. Sánchez "se ha aliado con los antisistema de Podemos, los sediciosos catalanes y los legatarios del terrorismo vasco. Después de eso cualquier radicalismo queda despenalizado. Quienes han puesto el destino de España en manos de los enemigos del Estado carecen de autoridad moral, política e institucional para repartir estigmas antidemocráticos". Vamos, que Casado lo tenía a huevo para anular el relatito de la izquierda, pero ha hecho todo lo contrario, se ha aliado con ellos.

"Además", dice Ignacio "la inquietud de Sánchez es, como todo en él, falsa, farisaica, fraudulenta". Sánchez está encantado con Vox, pero Casado no tiene inteligencia para verlo. "Nadie, quizá ni siquiera Abascal, está tan interesado en que Vox alcance parcelas de poder concretas. Eso le permitiría blanquear su política de alianzas espurias estableciendo con el PP una —también ficticia— comparación simétrica, y sobre todo le daría pretexto para pasar el resto de la legislatura pregonando la alerta contra el peligro de la ultraderecha". Y Casado haciéndole los coros.

Sostres se dirige personalmente a Casado. "Lo primero que tienes que hacer es calmarte", le pide. "Sobre pactar con Vox, no estás obligado. Pero llamarle ultraderecha a Vox es hacer seguidismo de la peor izquierda. En España lo único ultra que hay es Podemos y parte del Partido Socialista. Vox es lo cateto, lo rural, folklore de cincel y cencerro. Pero entiende la libertad y se mantiene en los cauces democráticos y constitucionales. Llamarle ultraderecha a Vox forma parte de la estrategia fascista de echar al rival del tablero". Para desgracia de ABC, Casado y Egea leen más El País, al Escolar o La Sexta.

La Razón

"Enmienda total de Casado a Vox, que sitúa entre los populistas y radicales". "Génova quiere que Mañueco vaya a la investidura incluso sin pacto y obligue a todos a retratarse". Chorradas de Egea. La gente ha votado y le importa una higa los retratos. "Fue un discurso mucho más centrado en destacar lo que le separa de Vox que, como plantea Ayuso, en buscar las cuestiones programáticas que los dos partidos tienen en común para explorar el camino de la estabilidad en Castilla y León".

"En Génova creen que es mejor perder un Gobierno que una coalición con Vox que 'hipoteque' a las siglas de cara a las próximas citas electorales. Esta apuesta conlleva el riesgo de que los votantes no entiendan el choque entre los dos partidos". El riesgo es que tengamos Sánchez por los siglos de los siglos amén. Aunque viendo lo que hay enfrente –o al lado, ya no sabemos de qué va el PP– no parece que haya mucha diferencia.

Hasta La Razón, que siempre habla por boca de Teodoro, se ha echado a temblar con la locura de Casado. "Los populares no están dispuestos a compartir gobierno castellanoleonés con Vox porque entienden que es lo más parecido a incompatible en asuntos troncales", dice el editorial. "El PP no puede hacer regalos a la izquierda". Ya se lo ha hecho. Se lo hizo hace mucho tiempo. Un regalo sabrosón que hace las delicias de todo el PSOE y de Rufián.

Marhuenda sigue engañándose a sí mismo. "La capacidad de Sánchez para remontar el desastre de su partido en Castilla y León es fascinante. Ha conseguido centrar la discusión en una posible abstención del PSOE". Venga, Marhuenda, la pelota se la ha colocado el PP.

"El líder del PSOE puede tener como socios preferentes a comunistas, antisistema, bilduetarras e independentistas, pero Casado no puede permitir que el partido de Abascal le apoye en Madrid, Andalucía o Castilla y León". Es el propio Casado el que reniega de Abascal, no se puede culpar de eso al PSOE.

"La realidad es que ha conseguido su objetivo y los periodistas hemos comprado la mercancía deteriorada que nos ha colocado la poderosa maquinaria de propaganda socialista". "La izquierda política y mediática ataca a Abascal y su partido diciendo majaderías". Pues las mismas majaderías que dicen Casado y Egea, Marhu, sé justo. Agárrense que vienen curvas.

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