El malestar de Podemos por el rechazo de Alberto Rodríguez a ser sustituido en su escaño, lo que puso en peligro, entre otras cosas, la votación por la reforma laboral, ha ido en aumento esta semana con declaraciones públicas de dirigentes como Enrique Santiago o Alberto Garzón. El protagonista ha decidido contraatacar con un vídeo en las redes sociales en las que tacha de "infame" esta estrategia, lamentando que carguen contra él en vez de contra Meritxell Batet y el PSOE.
En el vídeo, destaca que es "bastante doloroso" lo que ha vivido en este proceso, no solo "por las agresiones de la derecha, de las élites del régimen, sino por los que consideraba compañeras y compañeros" de formación. El exdiputado ha decidido pronunciarse al respecto pese a que "no es un plato de buen gusto" por "dignidad" ante "una estrategia continuada para retirarme el escaño y pasar página", algo "absolutamente contrario" a los valores de solidaridad, ética y honestidad "que están tirando a la basura".
"Están presionando a la Junta Electoral Central para que me sustituyan en vez de ir a Batet para que devuelva el escaño, a mí y a 64.000 canarias y canarios", lamenta Rodríguez, aludiendo a las declaraciones de Santiago pidiendo "cubrir" ya el escaño de Rodríguez para no arriesgar las votaciones en el Congreso. Para el ex diputado, es una "infamia" "atacar y presionar a la víctima del abuso en vez de a los verdugos, Batet y el PSOE".
Esta es la gota que colma "una serie de indignidades", pues "se me acusa a mí de que haya un escaño vacío en el Congreso", ha proclamado el exdiputado de UP, quien también ha acusado al portavoz del grupo socialista en el Congreso, Héctor Gómez, de "mentir" cuando afirma que Batet se limitó a cumplir una sentencia, pues en esta, según él, no se establecía la pérdida del puesto parlamentario.
El ex diputado insiste en que hay que "parar las máquinas" para que lo vivido por él no le pase a otro y lamenta que mientras en UP estaban "calentitas" las frases de que iban a luchar por él porque lo sucedido era "un escándalo europeo", ya estaban "trabajando por detrás para ocupar el escaño".
La solidaridad inquebrantable y la ética desaparecen cuando se llega "a estos niveles de la política", ha proseguido el exdirigente de UP, para quien ha sido "duro" ver cómo esto sucedía "no sé si por los puestitos en juego, es infame".
Ha indicado también que ha sufrido "la cultura de la cancelación" porque en UP jugaron a partir de un momento determinado "a hacer como que yo no existía y que este caso no ha ocurrido, cuando es brutal para la historia democrática de este país", y se ha preguntado si ello se debe a que era un diputado incómodo, no condescendiente y que criticaba al Gobierno.
Para luchar contra "la cacicada" de la sentencia "injusta" del Tribunal Supremo y la consecuente retirada del escaño "iré hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga", con la ayuda jurídica de Isabel Elbal y Gonzalo Boye, quienes han preparado su recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales "y por el robo torticero y antidemocrático del escaño por parte de Batet".