La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha acusado al Partido Popular de "comprar" la voluntad de los dos diputados de UPN, que este jueves votaron en contra de convalidar la reforma laboral, y ha añadido que lo único que falta es "saber el precio". No ha especificado Lastra si el PSOE compró el voto ‘erróneo’ del diputado del PP ni a qué precio.
Lastra, que ha comparecido en rueda de prensa en la sede socialista de Ferraz, ha afirmado que no desvela nunca el contenido de las negociaciones, pero que en esta ocasión se iba a saltar esa norma.
Así, ha relatado que con la primera persona que se puso en contacto la dirección del Grupo Socialista en el Congreso fue con el diputado de UPN Sergio Sayas. Según su versión, éste les aseguró que los dos diputados de esta formación estaban de acuerdo con la reforma laboral si no se tocaba una coma del texto. Pero pidió al Grupo Socialista que contara con la dirección de UPN, con el señor Esparza y, precisa Lastra: "Es lo que hicimos".
Además, ha añadido que hasta el último momento los dos diputados mantuvieron que iban a votar que sí a la convalidación de la reforma laboral. Sin embargo, en la votación, ha indicado, traicionaron a su palabra y a la dirección de su partido. No ha hecho referencia Lastra a si los diputados del PSOE que votaron en contra de la investidura de Rajoy desobedeciendo las directrices de la Gestora de Javier Fernández estaban traicionando a su partido. En su día, Latra pidió comprensión y "altura de miras" para los diputados díscolos, entre los que se encontraba Meritxell Batet.
Por lo tanto, la dirigente socialista ha concluido que se trata de un caso de "transfuguismo político, de compra de voluntades y lo único que nos queda es saber cuánto ha pagado el PP", "lo que les han prometido para que cambiaran su decisión".
Es la misma estrategia que utilizó el PSOE en el caso del Tamayazo, cuando dos diputados de su partido impidieron que Rafael Simancas fuera presidente de la Comunidad de Madrid. El PSOE, cuyo secretario de Organización y responsable de la composición de las listas era Pepe Blanco, no asumió ninguna responsabilidad. Esperanza Aguirre tuvo la decencia de repetir las elecciones, algo impensable si hubiera sucedido al revés. Como en la repetición Esperanza Aguirre ganó por mayoría absoluta, los socialistas se dedicaron a difundir mentiras e insidias contra el PP diciendo que habían comprado a Tamayo y Sáenz. Jamás demostraron nada, pero no pidieron disculpas.
Y lo mismo sucedió con la fracasada moción de censura en la Región de Murcia, cuando el PSOE intentó hacerse con el gobierno con los votos de Ciudadanos. Tampoco aclaró el PSOE el precio de los votos, pero cuando se echaron atrás y la moción no prosperó, se dedicaron a la misma tarea de difamación diciendo que el PP había comprado a esos diputados. La moción sí prosperó en la ciudad de Murcia y el PSOE nunca ha aclarado cuál era el precio.
Lastra también ha precisado sin ninguna prueba que en las imágenes de la votación de ayer en el Congreso "es claro que el PP conocía de antemano la decisión de los dos diputados", que "había una estrategia planificada por parte de la derecha para comprar esas voluntades". Si tiene pruebas que las aporte. Si no, tal vez los diputados de UPN deberían llevar a Lastra ante los tribunales por difamación.
Dicho esto, ha acusado al PP de Casado y de Egea de ser capaces de "cualquier cosa", de "comprar voluntades" y en este caso, ha remachado que solo falta por conocer "el precio". En este sentido, ha afirmado que ya se vio en Murcia, pero considera que lo de ayer es "de lo más flagrante". ¿Compró el PSOE a los diputados de Cs de la ciudad de Murcia? Y también queda por aclarar el tan oportuno error en el voto de Alberto Casero y la actuación de Batet.