El Mundo
"La CEOE ata el apoyo de Cs si el Gobierno o cede ante ERC". Qué plasta es este Rufián.. Para que al final todo quede en nada. Aunque, según el editorial, muchos temen una nueva infidelidad de Sánchez -y son muchas ya- a la palabra dada y que acabe cediendo al chantaje de los independentistas". En su línea, vaya. "ERC le advirtió ayer de que aprobar la reforma con Ciudadanos haría saltar por los aires el pacto de investidura". Verán como eso no pasa. Rufián es un bravucón, ya le conocen. "Estamos, además, ante una prueba de fuego sobre la credibilidad que merece el Gobierno a la hora de negociar. Es el tiempo de demostrar que la palabra dada tiene valor". ¿La palabra de Sánchez? Hombre, Rosell, ¿a estas alturas no sabes lo que vale la palabra de Sánchez?
Y Cristina deja al fin a Urdangarín. Prácticamente la ha obligado. "Separación tras poner en jaque a la Corona". "Es bien sabido que, tras la imputación de Iñaki Urdangarin por el caso Nóos en 2011, la Infanta Cristina recibió presiones para que marcara distancias con su marido para preservar el buen nombre de la Monarquía", dice un editorial. Pero ella estaba perdidamente enamorada del duque en palma do y "apostó por su matrimonio y se negó también a renunciar a sus derechos dinásticos". "Con el relevo en el trono y su salida de la Familia Real, hoy esta ruptura matrimonial no tiene consecuencias de carácter institucional. Pero supone el epílogo a un episodio triste para la Corona en un momento de renovación para la misma, la que está impulsando con acierto Felipe VI". Madre, que reinado lleva Felipe. Da penilla. Pero bueno, Urdanga, gracias por distraernos del virus.
Rafa Latorre habla de Pablo Iglesias, que ha renacido con otro no a la guerra. "Ni ingenuo ni cobarde ni naif ni buenista están entre los adjetivos que podrían iluminar la semblanza política de Iglesias. No es un hippie, un progre bienintencionado ni un dirigente atenazado por la responsabilidad". Es un tipejo, una pesadilla de la que creímos habernos librado pero anda por ahí, ahora sin coleta, dando por saco.
"El suyo es un pacifismo táctico que funciona con la lógica del bombardero. Pretende planchar la opinión pública para franquear el paso de la infantería". "Mientras Podemos esté en el gobierno, Pablo Iglesias no será un candoroso comentarista de la actualidad. Igual que su pacifismo es una forma apenas disimulada de beligerancia, su activismo mediático es parte de la política anfibia que ahora practica. Contra el interés nacional".
El País
"La OTAN se declara en alerta y envía refuerzos al Este". "La tensión en Ucrania recrudece la batalla entre los partidos. PP y Vox se enzarzan por el respaldo al Gobierno y los socios mantienen sus diferencias". Cómo no, aquí no nos ponemos de acuerdo en nada. "El clima electoral está detrás del recrudecimiento de la tensión entre los partidos, sobre todo de los ataques directos del PP a Vox, al que habitualmente prefiere ignorar". Estos dos no van a llegar a nada bueno. ¿No pensarán gobernar juntos con este mal rollo?
"En la coalición de Gobierno, los partidos se han esforzado este lunes en mitigar los desencuentros de los últimos días sobre la intervención en Ucrania". Podemos ha vuelto a torcer el brazo a Margarita Robles.
Raquel Peláez llama fascistas a los manifestantes de la España rural. "Llevaba yo una semana dándole vueltas al uniforme de cazador que parece haber sustituido a la camisa azul entre la ultraderecha española cuando se vino toda ella a Madrid a manifestarse en favor del rural vestida como señoritos de Los Santos Inocentes o personajes de La Escopeta Nacional". Ahora los señoritos de El País van a insultar a la gente por cómo se viste. Impresentable sectarismo. Todo lo que no sea lamerle las botas a Sánchez es fascismo en este violento folleto de ultraizquierda.
Jorge Tamames analiza el problema de la izquierda. "El PSOE, según los partidos a su izquierda, ha respondido mediante un atlantismo irreflexivo, inspirado en las intervenciones militares fallidas del pasado. Desde el PSOE, estas críticas se despachan como síntomas de infantilismo y nostalgia por la Unión Soviética". Lo que son. "Lo que explica las críticas de Unidas Podemos al PSOE no es la simpatía por Putin, sino un rechazo arraigado hacia la política exterior estadounidense". Pues eso, infantilismo y nostalgia del comunismo.
ABC
"Iglesias agita el no a la guerra contra Sánchez para recuperar el protagonismo perdido por Podemos". Isabel San Sebastián dice que "la historia se repite. En los años treinta el holocausto stalinista fue silenciado por el comunismo occidental, dispuesto a justificar cualquier horror en defensa de su credo". " Hoy Pablo Iglesias, abanderado de la misma ideología totalitaria rebautizada como Unidas Podemos, hace de palmero a un Putin nostálgico de ese pasado imperial disfrazándose de pacifista que busca evitar un conflicto. ¿Cabe mayor desvergüenza?". En Iglesias cabe cualquier desvergüenza. No nos libramos de este odioso personaje. Un "vicejarrón chino en busca de titulares y ocupaciones mediáticas", como dice Jesús Lillo.
Ignacio Camacho dice que "el presidente ha llegado a un punto de sectarismo paradójico en el que se siente mucho más incómodo respaldado por el PP que desautorizado por sus socios. De Casado le interesa el voto a la reforma laboral pero la crisis de Ucrania la quiere gestionar solo posando como un personaje de teleserie sentado ante un simbólico ‘teléfono rojo’". "Como la situación se ponga fea habrá que ver cómo se enfrenta a las pancartas de ‘no a la guerra’". Podemos no va a romper. Y Sánchez se rendirá al no a la guerra para seguir en Moncloa.
La Razón
"Cumbre Sánchez-Omella: 2.575 errores de Moncloa" Abel Hernández dice que Sánchez "habrá comprobado estos días, con motivo de la crisis de Ucrania, que la actitud de UP es incompatible, bajo la capa de un falso pacifismo, con el sistema democrático occidental y con la alianza de defensa que rige en la Unión Europea y en Estados Unidos". A ver, que en el no a la guerra contra Aznar también estaba el PSOE.
"Los comunistas españoles siguen prefiriendo la Rusia de Putin a los Estados Unidos de Biden. No han superado los tics del pasado. Aman los regímenes totalitarios que se definen progresistas, como Nicaragua, Cuba o Venezuela. Y sacan enseguida a la calle las pancartas arrugadas del «No a la guerra» y de «OTAN, no, bases fuera» como si ellos fueran verdaderamente pacifistas. Con estos comunistas, compañeros de viaje, camina Pedro Sánchez hasta las puertas de la muerte, pero puede, ya veremos, que ni un paso más". Sánchez reculará. A él le importa Moncloa, no Ucrania.
Toni Bolaño dice que la coalición está hecha jirones. "En la parte socialista no se cree en el Gobierno de coalición, porque ha vuelto el PSOE caoba que hace ascos de su izquierda, y en la parte podemita porque la vicepresidenta Díaz está más atenta a su proyecto de futuro".
"El Gobierno se ha hecho papilla en tres crisis consecutivas. Tras Garzón y la Reforma Laboral, Ucrania se ha colado y amenaza con la ruptura de la coalición". Ya llevamos tres años diciendo lo mismo, y ahí los tienes.