Tras el responso celebrado este sábado en el cementerio de Polloe de San Sebastián en recuerdo del 27 aniversario de la muerte de su hermano, el concejal donostiarra del PP Gregorio Ordóñez, asesinado a tiros en un bar de la capital guipuzcoana el 23 de enero de 1995, Consuelo Ordóñez ha criticado las "puertas giratorias de ETA" por el nombramiento de David Pla, "último jefe de ETA", como número tres de Sortu, partido que es la "fachada política" de la banda terrorista desde 2012.
La presidenta de Covite ha remarcado que hoy mismo Sortu está confirmando en su congreso en Bilbao el nombramiento de David Pla como número tres del partido. "ETA también tiene sus puertas giratorias. Mientras mi hermano está aquí, en el cementerio, ahí está David Pla como flamante nuevo dirigente de Sortu, con una enorme responsabilidad sobre los gravísimos delitos que ETA cometió bajo su dirección y que nadie le exige depurar", ha indicado. "¿O es que Pla no tendría nada que decir sobre dónde están los asesinos de Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá?", últimas víctimas de la banda terrorista en 2009.
Gregorio era un "revolucionario"
Consuelo Ordoñez ha recordado a su hermano como un "revolucionario" que estaba logrando "romper las cadenas del miedo" y se ha mostrado convencida de que la orden de su asesinato "salió del despacho de al lado, del despacho de HB".
Ha recordado que su familia interpuso una denuncia en 2015, cuando el asesinato de Gregorio estaba a punto de prescribir, contra quienes formaban parte de la cúpula de ETA en ese momento, pero siete años después "solo Mikel Antza ha sido citado a declarar" debido a la "lentitud del proceso".
No se persigue a los jefes de ETA
La presidenta de Covite ha incidido en que la justicia "no persigue a los jefes de ETA" porque esta es "la consecuencia de un final negociado".
La paz "es lo mejor que ha pasado en los últimos años", pero ha sido "a cambio de un precio" consistente en que los gobernantes "estuvieron dispuestos a ceder" en la "legalización de los brazos políticos" de ETA, la "impunidad para sus asesinos" y "un final sin vencedores ni vencidos" a cambio de que dejaran de matar.
La izquierda abertzale "no piensa dejar" que los terroristas se arrepientan, ha señalado Ordóñez, que ha criticado que "encima, con todo descaro, se atreve a decir que la política penitenciaria con los presos de ETA es excepcional" cuando "es eso lo que exigen ellos".
Ordóñez ha remarcado que en el 40 por cien de los casos no se ha condenado a nadie por los crímenes y un 20% más ha tenido sentencias incompletas por lo que "se puede afirmar que mas de la mitad de las víctimas no han tenido una justicia efectiva".
"A pesar de las decepciones" con la administración de justicia, "seguirán defendiendo el Estado de derecho, la democracia y las instituciones", ha indicado Ordóñez, que ha animado a "todos los ciudadanos decentes a rebelarse contra la miseria moral de quienes siguen justificando y beneficiándose del terrorismo".
Presencia de políticos
Al homenaje, que ha consistido en una ofrenda floral y un responso organizado por la Fundación Gregorio Ordóñez, han acudido Ana Iribar, viuda del fallecido, y María San Gil, expresidenta del PP en el País Vasco. También ha contado con la presencia del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, y otros miembros de este partido como los presidentes de la formación en Álava, Iñaki Oyarzabal, y Guipúzcoa, Muriel Larrea, entre otros, así como el presidente de Vox en Guipúzcoa, Juan de Dios Dávila.
Asimismo se han acercado al cementerio el alcalde de la capital guipuzcoana, Eneko Goia, y representantes del PSE como el secretario general de esta formación en Guipúzcoa, José Ignacio Asensio, y la diputada foral Rafaela Romero.