El Mundo
"España envía tropas al Este para ganar influencia en la OTAN". A Podemos se le hace la boca agua y van a liar otro 'no a la guerra'. "Podemos carga contra la implicación militar española en la crisis de Ucrania: 'Rechazamos el envío de buques y cazas'". Que tiemble el PSOE. Le van a hacer pasar las de Caín. Aznar debe estar frotándose las manos.
"Un Supremo dividido rechaza todos los recursos contra los indultos del 'procés'". Dice el editorial que "resulta profundamente perturbadora la decisión del Tribunal Supremo". "A la vista del fallo, cuando menos es inquietante que el Tribunal Supremo haya obviado el fondo de una cuestión que afecta al meollo del ordenamiento constitucional español: la unidad del Estado y los intentos de atentar contra ella". "Decisiones como la de ayer generan frustración en la sociedad, e inevitablemente invocan la sospecha sobre la impunidad de las arbitrariedades del poder". Se ha cubierto de gloria, el Supremo.
Federico Jiménez Losantos responde a la agresiva columna de Arcadi de ayer. "El columnismo puede ser una notable escuela de humildad, siempre que uno no escriba ante el espejo, en admirada contemplación de sí mismo. Yo acabo de recibir esa lección de Arcadi Espada, a quien siempre he leído y defendido, en la ilusa certidumbre de que él también me leía y entendía. Pues no. En su segunda diatriba contra Vox a través de mí o contra mí a través de Vox, dice que, votando a Vox, 'quiero que me llamen centrista'. Sin faltar. Yo he criticado siempre, pero siempre, el centro y el centrismo como manifestaciones del complejo de la derecha que usa la izquierda para legitimar su sectarismo y asumen la derecha papanatas y el centrismo fatuo". A quién se le ocurre llamar a Federico centrista, Arcadi, ya te vale.
"A los argumentos que doy sobre Vox como defensor del orden constitucional, Arcadi no opone ninguno. Prefiere la caricatura de La Sexta". Y hace un resumen de cosas que ha hecho Ciudadanos para concluir que "hay hechos, no opiniones, que incapacitan a Cs como referencia moral ni a la derecha ni a la izquierda". Hala, Arcadi, chínchate. No sabemos cómo acabará este cruce de columnas, pero tiene mala pinta.
El País
"EEUU y Europa multiplican las advertencias a Putin para evitar un ataque a Ucrania". Aunque el periódico sanchista está más preocupado por su loada reforma laboral, que se está yendo al carajo. "El tacticismo partidista amenaza con retroceder a la reforma laboral del PP". "Las reclamaciones 'innegociables' de ERC y PNV se muestran incompatibles con las exigencias de la CEOE, Ciudadanos y UPN. Podemos rechaza que el PSOE trate con la derecha". La reforma del consenso, jua, jua. A ver cómo abroncan ahora al PP por no sumarse a tan consensuada reforma.
Carlos Cué está desolado. "El texto pactado después de nueve meses de negociaciones contiene avances importantes para los trabajadores que se perderían si el decreto decae". "La reforma laboral es uno de los decretos clave de la legislatura. Costó nueve meses de duras negociaciones entre el Gobierno, patronal y sindicatos. Parecía casi imposible incluir a los representantes de empresarios y trabajadores en una reforma laboral, algo que no había sucedido en 40 años. Se logró lo más difícil, aparentemente, pero ahora el texto está en riesgo porque no cuenta de momento con suficientes apoyos en el Congreso. Cachis, tanto consenso pa’na.
Dice en una columna que "la historia se repite". "El PSOE estuvo todo el verano de 2020 preparando el terreno para la jugada definitiva de la Moncloa: meter a Ciudadanos en los Presupuestos de 2021. La parte fiscal de esas cuentas se diseñó para que entrara el partido de Inés Arrimadas. Los socialistas querían mostrarse como partido central, capaz de pactar a los dos lados del hemiciclo, aislando aún más al PP con Vox". Pero en esto llegó Podemos y mandó a parar.
"Pero cuando estaba todo preparado, Pablo Iglesias movió todos los hilos para boicotear lo que llamaba la "operación salvar a Ciudadanos" y forzar que el Gobierno volviera a la mayoría de la investidura, con ERC. Poco a poco, quedó en evidencia la incompatibilidad de Cs con ERC, pero también con el PNV. Y las aguas volvieron al cauce de la mayoría de la investidura, donde siguen desde entonces". Porque claro, sin ellos el PSOE no son nada.
El editorial es una broma pesada. "La situación de los menores tutelados solo parece llegar a los titulares cuando se producen sucesos terribles". Será en tu periódico, Pepa, que solo tratas el tema cuando afecta a Madrid. Los medios serios llevan denunciando lo que ha pasado en Baleares y Valencia meses, pero la izquierda mediática ha eludido el tema hasta que les ha dado la oportunidad de lanzarse contra Ayuso. "Tres de las diez víctimas menores de edad rescatadas por la Policía de una red de prostitución en Madrid estaban tuteladas por servicios públicos que no han funcionado como deberían. El caso reciente de Madrid se suma a denuncias parecidas en los últimos dos años en las Baleares y en la Comunidad Valenciana, y en todos ellos se trasluce la existencia de un problema sistémico y no meramente episódico". Con la diferencia de que los abusos en Madrid se produjeron fuera del centro y en el de Baleares y Valencia los cometían los propios trabajadores. En el caso de Valencia, en concreto, el exmarido de Mónica Oltra, condenado por abusar de una niña. Pero claro, en este caso el periódico más progresista opta por acusar a la niña violada de mentirosa y ultraderechista. Si tocas a alguien de mi cuerda, hermana, yo no te creo. Es más, voy a por ti.
ABC
"Putin calienta la guerra fría con Occidente". "Europa tiene que ser capaz de mantenerse unida y asumir la responsabilidad que le corresponde en la defensa de su propia seguridad y de sus intereses estratégicos", dice el editorial. En cuanto a España y el envío de fragatas, "acierta el PP al apoyar ese despliegue y yerra de nuevo la parte comunista del Ejecutivo que ha puesto el grito en el cielo, movilizando en la crítica al Gobierno hasta a algún secretario de Estado, nueva prueba del desbarajuste que a las primeras de cambio surge en el gabinete". ¿Qué esperaban?
"Sánchez, dispuesto a prescindir de sus socios en la reforma laboral". Anda, que vaya fiasco. Dice Ignacio Camacho que "de todos los partidos representados en el Congreso, el único que en ningún caso puede o debe votar la contrarreforma o reforma de la reforma laboral es el PP. Por la sencilla razón de que la norma que va a modificarse es suya y sigue satisfecho de ella con el respaldo objetivo de unos resultados bastante aceptables en mantenimiento (ERTE) y creación de empleo".
"La idea de cambiar la ley vigente fue un compromiso electoral incluido en el pacto de Gobierno y es a sus firmantes a quienes compete llevarlo a efecto". Para más inri, "le pide el voto a la derecha con el argumento principal de que la nueva reglamentación apenas toca de la antigua algunos aspectos de menor importancia, lo que en esencia demuestra que la anterior funcionaba. Es decir, que no existe ningún motivo de suficiente trascendencia para derogarla". Tócate las narices.
"Le toca a Sánchez sacar adelante su empeño junto a unos socios que no parecen muy entusiasmados con el proyecto. Es el problema de echarse en brazos de ERC y Bildu, que se ponen chulos porque se saben decisivos. Con esos amigos está fuera de lugar reclamar a los demás sacrificios por patriotismo. Esta partida superflua la tiene que jugar el presidente con los compañeros de mesa que ha escogido. Y si no, que se desprenda de algún prejuicio y se acerque a Ciudadanos, que son buenos chicos y andan necesitados de cariño". Con su pan se lo coma.
La Razón
"Moncloa se conforma con la abstención de ERC y PNV en la reforma laboral". En este pifostio, "distintos portavoces del Ejecutivo vuelven a hablar de la 'geometría variable' y tantean abrir el abanico de las mayorías hacia su derecha, concretamente, hacia Ciudadanos, que ya ha tendido la mano a los socialistas". Que se la morderá, como en otras ocasiones.
"Pero, sin desdeñar la incomodidad que esta opción causa entre los socios de Unidas Podemos, los votos que aporta la formación naranja son insuficientes y se precisa el apoyo de un PNV que observa con reticencia los movimientos de confluencia de la izquierda en el País Vasco. Por supuesto, queda la opción de negociar la abstención del Partido Popular, pero nos parece un brindis al sol, aunque sólo sea porque de lo que se trata es, precisamente, de cambiar sin consenso una legislación elaborada por un gobierno popular que, como señalábamos al principio, ha demostrado sobradamente su eficacia".
Abel Hernández se lo está pasando pipa. "Ante el riesgo de fracaso a la hora de aprobar el decreto en el Parlamento, en la Moncloa buscan a calzón quitado votos debajo de las piedras. Miran a la derecha y están dispuestos a sostenerse ahora con ayuda de lo que queda de Ciudadanos y hasta de Unión del Pueblo Navarro, enemigo declarado del PNV y de Bildu. Como se ve, un verdadero lío, un gatuperio, que, desde la derecha y desde la distancia, está contemplando con alborozo Pablo Casado, el más listo de la clase". Casado estará disfrutando como un niño con zapatos nuevos. Menudo circo tiene montado Sánchez con su consensuada reforma laboral.