El indultado Jordi Cuixart deja la presidencia de Òmnium Cultural

Jordi Cuixart, el presidente de Òmnium Cultural condenado e indultado por su participación en el golpe de Estado separatista, deja el cargo. La renuncia se hará efectiva en la próxima asamblea general de la entidad, una de las organizaciones principales del denominado "Procés", que se celebrará el próximo 26 de febrero. El propósito de Cuixart es que el profesor universitario Xavier Antich sea su sustituto. Antich, conocido por sus artículos en favor de la causa procesista es hermano del que fuera director de La Vanguardia, José Antich, editor en la actualidad del digital independentista El nacional. Cuixart ha anunciado su renuncia en la emisora del conde de Godó.

El todavía presidente de Òmnium sucedió en el cargo a Quim Torra en 2015. Antes había sido tesorero de la organización. Su mandato coincidió con los años más duros del independentismo. Cuixart contribuyó a la radicalización de los postulados separatistas y anuló por completo el perfil cultural de la entidad para convertirla en una extensión de los partidos políticos. Compitió en radicalidad con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y se caracterizó por ser el pegamento entre el sector liderado primero por Mas y luego por Puigdemont y los republicanos de Junqueras.

También se le atribuye haber acercado a los comunes, la versión catalana de Podemos, a las tesis separatistas. Cuixart es, además, el autor del eslogan "ho tornarem a fer" (lo volveremos a hacer) que profirió en su turno final durante el juicio en el Tribunal Supremo. La frase se ha convertido en el mantra que mantiene viva la llama del separatismo.

En los últimos tiempos había sido cuestionado dentro de la organización. Un abrazo con el socialista Miquel Iceta le granjeó fama de "pactista" entre los elementos más duros de Òmnium. Se le acusaba de haberse ablandado en prisión y de haber abandonado la ortodoxia independentista con acercamientos al mundo de los comunes. Cuixart ha asegurado que seguirá en el activismo pero que descarta por completo aceptar cargos de signo partidista.