Los partidos separatistas celebran las declaraciones en la Audiencia Nacional del excomisario José Manuel Villarejo, quien en un ajuste de cuentas de manual contra el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldan, le ha acusado de estar detrás de los atentados islamistas de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017.
Villarejo, que no ha aportado prueba alguna que avalara su declaración, ha asegurado que trabajó con el CNI "para intentar arreglar el entuerto del atentado del imán de Ripoll que al final fue un error grave de Sanz Roldán por calcular mal las consecuencias para darle un pequeño susto a Cataluña". Villarejo ha dejado caer tal acusación durante su declaración en la Audiencia Nacional a modo de venganza contra Sanz Roldán, a quien responsabiliza de sus problemas con la Justicia.
La declaración del excomisario ha sido inmediatamente aprovechada por el separatismo, toda vez que coincide con la teoría que blanden los partidos separatistas de que el Estado instigó esos atentados para intentar frenar el proceso independentista.
Reacción en tromba separatista
Así, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha pedido a los servicios jurídicos de la administración autonómica que estudien las declaraciones de Villarejo y las acciones legales a emprender. "Por la verdad. Por las víctimas, por los catalanes y las catalanas y por todos los que estamos del lado de la paz y la democracia", ha añadido el presidente autonómico en un mensaje de Twitter. En la misma red social ha afirmado que "todos sabemos cómo funcionan las cloacas del Estado y por eso exigimos que se investigue con tal de aclarar la verdad".
El que fuera consejero de Interior durante los atentados, el indultado Joaquim Forn, se ha sumado a las voces críticas y ha afirmado que "tenemos derecho a saber la verdad". El expresidente de la Generalidad Quim Torra ha hablado directamente de un "crimen de Estado"
En paralelo, los grupos de ERC y Junts per Catalunya (JxCat) en el Congreso de los Diputados han presentado varias solicitudes de comparecencia, entre ellas las del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la del exdirector del CNI, Sanz Roldán.
El prófugo Carles Puigdemont también se ha manifestado a través de Twitter. Asegura que "el Estado español tiene responsabilidad en los atentados terroristas de Barcelona en 2017. La tiene por su negativa a investigar a fondo las conexiones del cerebro de los atentados con los servicios secretos españoles y por las revelaciones que acaba de hacer el excomisario Villarejo". Para Puigdemont no hay duda de que las denominadas cloacas del Estado mataron a quince personas para "enviar un mensaje al pueblo de Cataluña, que se disponía a celebrar un referéndum de independencia".
Villarejo se ha convertido en el último gran aliado del separatismo al avalar la teoría de la conspiración en el caso de los atentados islamistas. En calidad de "socio" también asegura que hubo una "operación Cataluña" en la que se fabricaron pruebas contra dirigentes independentistas.