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Carles Puigdemont se plantea dimitir de presidente de Junts per Catalunya

El expresidente prófugo pondera dedicarse en exclusiva al Consell per la República.

El expresidente prófugo pondera dedicarse en exclusiva al Consell per la República.
El expresidente de la Generalidad y miembro electo de la Asamblea de Representantes del Consell per la República (CxRep), Carles Puigdemont. | CXREP

Carles Puigdemont decidirá en febrero si deja el cargo de presidente del partido Junts per Catalunya (JxCat), una formación concebida casi como una plataforma personal para aprovechar el tirón del prófugo y de la que ahora pretendería desvincularse porque le aburre, según deslizan en su entorno. En caso de dejar la presidencia del partido, Puigdemont pasaría a dedicarse prácticamente en exclusiva al Consell per la República, otro de sus inventos pero con el que ha conseguido una cifra de simpatizantes (de pago) muy superior a la de JxCat. Así, mientras el partido no llega a los diez mil afiliados, el Consell cuenta con 102.000 miembros con derecho a voto.

La palanca para dejar el partido estaría en los estatutos del Consell per la República que se aprobarán previsiblemente el próximo mes de febrero y que indican que el presidente de la entidad no puede compaginar dicho cargo con otros de naturaleza partidista. Así, Puigdemont optaría por presidir una especie de "gobierno republicano en el exilio" (según la jerga de sus fans) en detrimento de JxCat, partido que previsiblemente se sumiría en una crisis de liderazgo y representación.

Puigdemont nunca ha sido muy aficionado a las tareas de partido. Desprecia las interioridades de las formaciones políticas, le causan pereza las disputas internas y fatiga la dirección de equipos. Nunca ha estado cómodo en los partidos, como demuestra el hecho de que abandonara el PDeCAT que creó junto a Artur Mas para montar experimentos como la Crida Nacional per la República, que fracasó, Junts per Catalunya o el mismo Consell per la República.

Decisión a mediados de febrero

Su pugna judicial con el Tribunal Supremo también requiere de tiempo, según el entorno de Puigdemont, que apunta además que la proyección institucional del prófugo se vería sumamente reforzada. Según el digital independentista El món, que ha desvelado las cogitaciones de Puigdemont, la decisión se tiene que adoptar entre el 6 y el 15 de febrero, cuando el Consell tiene agendado investir a una especie de "president en el exilio".

En caso de que Puigdemont se incline por abandonar JxCat, las perspectivas en el seno del partido se antojan sumamente conflictivas. El secretario general, Jordi Sànchez, no procede de ninguna de las familias de Convergencia y no tiene aliados en un partido cuyo liderazgo se disputarían la presidenta del Parlament, Laura Borràs, a un paso de ser juzgada por corrupción, y Jordi Puigneró, vicepresidente de la Generalidad.

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