Finalmente, y después de que la Fiscalía no lo pidiera, la Audiencia Nacional ha decidido no tomar medidas sobre el homenaje anunciado en Mondragón al sanguinario Henri Parot y otros dos terroristas, previsto para horas antes de Nochevieja.
El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha tomado la decisión de no prohibirlo porque "los elementos con los que contamos en este momento ponen de manifiesto que se trata de la expresión de un deseo de acercamiento de presos a los Centros Penitenciarios del País Vasco, sin entrar en la justificación o ensalzamiento de las acciones por las que se hallan privados de libertad, conducta amparada por el derecho a la libre expresión en el ámbito de procedimiento penal".
Según el magistrado, los actos convocados por las plataformas proetarras Etxerat y Sare, que reclaman la excarcelación de presos de ETA, son convocatorias para "la expresión de opiniones que inquietan o chocan a diversos sectores de la sociedad", pero la prohibición no tiene a su juicio encaje en el derecho penal antes de que se produzcan.
"No existe constancia alguna que permita afirmar, con la exigencia que en Derecho se requiere para poder restringir los derechos fundamentales de los ciudadanos reconocidos constitucionalmente, que se haya producido o que se vaya a producir delito alguno, en los actos de convocados", señala.
Indica que "solo el Parlamento está legitimado para definir los delitos y sus consecuencias jurídicas", haciendo hincapié en que los jueces no pueden hacer "una interpretación extensiva o analógica" del delito de enaltecimiento del terrorismo.
Y apunta, en alusión a la Delegación del Gobierno, que "deberá ser la autoridad gubernativa competente quien debe decidir sobre si la convocatoria denunciada se ajusta a la normativa para su celebración".
En el auto, apunta sin embargo que las fuerzas y cuerpos de seguridad tendrán que hacer un seguimiento de los actos para que si sucede algo constitutivo de delito "se proceda a identificar y, en su caso, detener a sus autores".