La dirección nacional del PP ya culpa abiertamente a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de haber provocado el conflicto interno de la formación. Fuentes de Génova han señalado incluso que hay una de las dos partes, la de la dirigente madrileña, que "no frena", y que "hace tiempo" además que ha cruzado "líneas rojas".
Desde Génova siguen marcando su estrategia de confrontación contra la líder popular madrileña después del episodio de las cenas de Navidad. La dirección de Pablo Casado recomendó suspender la cena e incluso recurrió a una cifra errónea de contagios para arremeter contra la política sanitaria de la presidenta madrileña, asegurando que el lunes "murieron 100 personas por Covid", un dato que ha rectificado este miércoles en el Congreso.
Para Ayuso no hay motivos para cancelar ni para prohibir, pero finalmente ha accedido a suspender la cena del PP en la Asamblea porque "donde manda patrón, no manda marinero". Génova, sin embargo, entiende que este episodio supone un nuevo casus belli y ha arremetido nuevamente contra Ayuso asegurando que el conflicto seguirá y será por culpa suya.
Aunque la dirección del PP no ha especificado cuáles son esas "líneas rojas" que ha traspasado Ayuso, sí han dejado claro que el conflicto "no tiene marcha atrás" porque los afines a Ayuso se han "pasado de frenada".
Desde Génova también tiran de hipocresía y aseguran que la decisión de suspender este tipo de eventos es compatible con defender la gestión sanitaria de la presidenta madrileña, que precisamente se ha caracterizado por todo lo contrario. De hecho fuentes populares han asegurado a EFE que la política de Ayuso fue un éxito porque permitió mantener abiertos bares y restaurantes. Sin embargo, esas mismas fuentes también dicen que Ayuso es la única culpable del episodio de las cenas de Navidad, cuando fue la dirección del PP la que las prohibió.