La CUP se mofa del gobierno regional catalán. Anuncia que sus afiliados han decidido presentar enmienda a la totalidad de los presupuestos autonómicos pero que están dispuestos a seguir negociando. De momento, ya se han cargado dos inversiones de gran calado. Para contentar a los separatistas antisistema, el Govern ha dejado en suspenso la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y el proyecto BCN World de Tarragona, inversión que acarreaba 11.000 puestos de trabajo. Las imposiciones de la CUP han pesado más que las peticiones de los alcaldes republicanos y neoconvergentes de las zonas afectadas.
Sin embargo, tales concesiones no son suficientes. La diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha anunciado este martes que los 426 participantes en las asambleas decisorias del conglomerado antisistema rechazan los presupuestos y son partidarios de presentar una enmienda a la totalidad. Ese es el signo del voto del 63% de los afiliados. El resultado se completa con otra votación en la que un 68% pide seguir negociando a ver qué más se puede sacar.
El empeño del consejero de Economía, Jaume Giró (el exdirectivo de la Caixa puesto en el cargo a propuesta de Junts per Catalunya), de negociar sólo con la CUP ha llevado al gobierno catalán contra las cuerdas. Reguant no concreta qué más quieren, pero apunta a que los presupuestos deben suponer un giro a la izquierda y hacia la autodeterminación. Reprocha además las negociaciones de la Generalidad con el Gobierno.
El Govern podría optar por intentar alcanzar un acuerdo con el PSC y los comunes, que se han ofrecido a ello, pero tanto Giró como Aragonès han depositado la estabilidad de la legislatura autonómica en manos de la CUP. El socialista Salvador Illa se ha prestado por activa y por pasiva a prestar apoyo a las cuentas regionales, pero que el Govern alcanzase un acuerdo con el PSC sería para la CUP la confirmación de que ERC y JxCat han tirado la toalla y descartan la independencia, impresión que republicanos y neoconvergentes tratan de evitar.
Mientras tanto, los casi 40.000 millones de presupuesto están en el aire, a expensas de 462 militantes de la CUP.