La Policía Nacional ha detenido este viernes por vigesimosegunda vez a Rafael García Fernández, alias 'Rafita', esta vez por estar en búsqueda y captura por estafa decretada por un Juzgado de Málaga, ha informado a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid. En concreto, era buscado por haber dejado sin abonar la multa que le quedaba por pagar de una condena por estafa: había vendido a un malagueño un radiocasete averiado a través de una aplicación.
El arresto tuvo lugar este jueves sobre las 11 horas en la calle Concejo de Teverga, en el madrileño barrio de Entrevías. Con esta son 22 detenciones por multitud de delitos y le constan 16 órdenes de búsqueda ya cesadas.
Los agentes le identificaron por la calle y al comprobar quién era y su orden de busca y captura pendiente de este mismo mes en Málaga fue arrestado. Según fuentes jurídicas, su hermana ha pagado el importe pendiente, 650 euros de un total de 900, así que saldrá en libertad.
La última vez que se detuvo a 'Rafita' fue en junio por liderar una banda especializada en robos en Madrid por el método del alunizaje, principalmente en negocios de hostelería y restauración. A los tres apresados les atribuyó la autoría de una veintena de robos en diferentes establecimientos de la Comunidad de Madrid.
Rafael García Fernández, más conocido como 'Rafita', fue condenado por participar cuando tenía 14 años en el cruel asesinato de Sandra Palo, en mayo de 2003. La joven de 22 años era discapacitada intelectual y una noche cuando llegaba a casa de un taller fue secuestrada por varios chicos, que la violaron, la atropellaron y la quemaron viva.
La detención de Rafael Fernández se suma a más de una veintena de antecedentes tanto durante su etapa de libertad vigilada, es decir, mientras cumplía la segunda fase de las medidas judiciales establecidas por este crimen, como después.
La mayoría han sido por robo de vehículos, usurpación de vivienda, daños y delitos contra la seguridad vial. Ha ingresado al menos tres veces en prisión, de la que ha salido a los pocos meses. Llegó hasta a cambiarse el orden de los apellidos para despistar a la Policía y su historial delictivo.
Pero la acusación más grave que soportaba hasta ahora era la pertenecer a un grupo criminal desarticulado en 2011 en la operación 'Ceniza'. Sus integrantes, asentados en la Cañada Real Galiana, desguazaban coches robados para vender las piezas.
A pesar de su desarticulación hace una década volvieron poco después a las andadas y fueron arrestados de nuevo a principios de 2018. En la misma operación cayeron también sus hermanos Eduardo, Ricardo y Daniel, que también son multirreincidentes.
'Rafita' vivía de pequeño Alcorcón pero se trasladó hace unos años a la antigua vía pecuaria cuando fue desahuciado de la vivienda familiar de protección oficial. Luego se le perdió la pista, aunque se sabe que se casó y tuvo hijos, pero frecuentaba las mismas zonas, entre ellas el núcleo getafense de Perales del Río.