La secretaria de organización de Podemos reconoce que los miembros de su partido —que gobierna España en coalición con el PSOE— carecen de formación y, por tanto, son incapaces de hacer frente a los socialistas a la hora de elaborar nuevos proyectos de ley, que tantos quebraderos de cabeza ocasionan en el seno del Gobierno de Pedro Sánchez.
Así lo expuso Lilith Verstrynge en la Uni de Otoño celebrada el pasado mes de octubre. "Lo vi bien cuando trabajé en la vicepresidencia segunda (a las órdenes de Pablo Iglesias), en asesoría parlamentaria", cuando "veía a los cargos políticos del PSOE", confesaba la dirigente de Podemos. "Yo he estudiado Políticas, Historia, y todas estas carreras están muy bien, son muy interesantes, pero no te dan de comer. No enseñan cómo gestionar una ley".
Y, claro, "enfrente tenía una serie de altos funcionarios del PSOE perfectamente formados. Todos eran abogados, habían estudiado Derecho Internacional, Derecho Hispanofrancés… y evidentemente sabían perfectamente dónde negociar la trampa de la ley, en la coma...".
No obstante, según Verstrynge han "aprendido mucho" tras más de dos años de gobierno, "ya no nos la cuelan", añade riendo. De momento, Yolanda Díaz ha perdido la batalla de la reforma laboral y de asegurar que iba a ser derogada, pasó a reconocer que esto no podía hacerse. "Pero, claro —continúa la secretaria de organización del partido— siempre tienes enfrente a alguien que ha invertido en esa formación de altos funcionarios. Mientras, nosotros nos tenemos que formar dentro de la institución y de manera colectiva entre nosotros", dice mientras, por un segundo, se pierde en la lectura.
Y es aquí donde surge la paradoja de que "has vaciado al partido, estás formando cargos políticos, pero a la vez te estás quedando sin partido. Cómo haces estructura territorial, cómo formas cargos autonómicos, cargos provinciales, cómo enseñas a tus concejales a hablar, a tener oratoria", se pregunta Lilith Verstrynge, que reconoce que "hace dos meses, sentarme en esta silla para hablar con vosotros hubiese sido impensable". Y es que si "ahora mismo tengo la boca seca, hace dos meses en un acto de partido estaba tan nerviosa que llamé a mis compañeros de partido dinosaurios en lugar de gigantes de la política".