El Gobierno ha decidido incluir en la sanidad pública los tratamientos de fertilidad para mujeres sin pareja, bisexuales, lesbianas y trans. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha considerado que esta medida es "un paso decisivo" para que todas las familias "sean igual de válidas e importantes".
Durante la inauguración de la Jornada sobre reconocimiento legal del género en España, organizada por Igualdad y el Consejo de Europa, Montero ha valorado la decisión del Gobierno de devolver a estas personas el acceso a las técnicas de reproducción asistida, eliminado por el Gobierno del PP en 2013.
La orden ministerial que se aprueba este viernes actualiza la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud para que las mujeres sin pareja, lesbianas, bisexuales y trans con capacidad de gestar puedan acceder a la reproducción humana asistida (RHA) en el sistema sanitario público.
"Es un paso decisivo para que en España las lesbianas y mujeres bisexuales sean consideradas ciudadanas de primera, para que todas las familias sean igual de válidas e importantes", ha aseverado Montero.
"Las lesbianas, mujeres bisexuales, las mujeres que crían solas, las trans, a las que durante décadas se les han dicho que su formas de vivir no era válidas, deben saber que este Gobierno va a cambiar el odio y la discriminación por derechos y reconocimiento", ha añadido la ministra.
En su intervención, Montero ha destacado "el impulso decidido del Ejecutivo para mejorar la vida de las personas trans" y para "lograr la igualdad real y efectiva para todas las personas", como muestra el anteproyecto de la ley trans que espera que llegue al Parlamento durante el primer trimestre de 2022.
"Estamos convencidas de que habrá una amplia mayoría que respaldará que la libre determinación de la identidad de género sea una realidad, que las personas trans sean quienes son también a ojos de la administración, sin trabas, sin carreras de obstáculos, sin miedo y sin culpa", ha señalado.
Ante el foro europeo, Montero ha reclamado "no mirar para otro lado ni dejar para más tarde" el reconocimiento de derechos, tejiendo alianzas feministas internacionales "ante el avance de aquellos reaccionarios y fundamentalistas que amenazan las bases democráticas".