La Fiscalía pide penas de entre 43 y 46 años de cárcel para los tres acusados de violar por turnos en mayo de 2018 a una joven en Molins de Rei (Barcelona), a la que conocieron en una discoteca, condujeron hasta un descampado y grabaron mientras cometían la agresión sexual múltiple.
En su escrito de calificación provisional, el fiscal los acusa de tres delitos de agresión sexual con acceso carnal, uno de ellos en concepto de autores y los otros dos como cooperadores de las violaciones cometidas por sus compañeros, y al responsable de captar las imágenes le imputa también un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
El ministerio público, que solicita también que se les imponga una orden de alejamiento de 10 años superior a la pena de prisión, así como el pago de más de 30.000 euros de indemnización a la víctima, los acusa de haberse puesto de acuerdo para aprovecharse de la joven, que se hallaba bajo los efectos de las drogas y el alcohol y no pudo defenderse, ya que estaban en un "lugar recóndito" y los agresores eran "mayoría".
Los hechos sucedieron sobre las 06:30 del 19 de mayo de 2018 a la salida de una discoteca de Molins de Rei, cuando los procesados convencieron a la chica, que habían conocido dentro del local, para que se marchara con ellos.
La víctima, que había ingerido alcohol y sustancias estupefacientes y sufría un "grave deterioro de sus funciones intelectivas y físicas" se subió al vehículo, que los acusados condujeron hasta un descampado del vecino municipio de Sant Boi de Llobregat. Una vez allí, la desnudaron, realizaron tocamientos y la violaron por turnos al tiempo que la agredían y vejaban mientras ella "gritaba e intentaba zafarse de los procesados".
Actuaron, sostiene el fiscal, a sabiendas del estado de la joven, "aprovechándose de dicha circunstancia, de que eran altas horas de la madrugada, se encontraban en un lugar recóndito y eran una mayoría de tres, con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos, puestos de previo y común acuerdo, permitiendo que cada uno de ellos pudiera hacerlo mientras los otros no dejaban que la víctima pudiera impedirlo".
Además, uno de los acusados, sin previo consentimiento, le realizó varias fotografías "en posturas de contenido sexual, captándola semidesnuda", que posteriormente envió por whatsapp a terceras personas.
Cuando hubieron terminado, sobre las 10.00, volvieron a meter a la joven en el coche y condujeron hasta la Estación de Ferrocarriles de Sant Boi, en cuyos alrededores la empujaron fuera del vehículo.
Durante la instrucción del caso, los acusados aseguraron que la chica se subió de forma voluntaria al vehículo para ir a desayunar con ellos a un establecimiento donde se comportaron todos de forma "amigable y divertida", tras lo cual mantuvieron relaciones sexuales "de manera consentida".