El Mundo
"El Gobierno pacta en secreto con la Comisión Europea el contrato de los fondos europeos". Ya nos iremos enterando. "Ayuso y Martínez-Almeida comieron el jueves pasado para evitar 'la guerra civil' en Madrid". Puf Ayuso, qué osada, visto lo visto lo mismo intentó envenenarte. A la hipocresía del alcalde Juanma Lamet lo llama "diplomacia fina".
Rafa Latorre avisa a Almeida. "Madrid, al contrario que Génova, no es una dictadura del secretariado, así que la autoridad de Almeida, al contrario que la de García Egea, depende de un fenómeno tan inestable como que suficientes ciudadanos depositen su voto en una urna. El alcalde de la capital es un hombre inteligente, a saber qué engaños de la ambición le llevan a mantenerse ahí apostado, lívido y firme, como escudo humano". Ha tirado su buena imagen al cubo de la basura.
"En Génova decidieron remitirle la factura de la destitución de Álvarez de Toledo. Aquella operación fue estrictamente impopular pero es nada si se la compara con una campaña contra Isabel Díaz Ayuso. Pretenden que Almeida también sufrague esta guerra, que tiene un coste inasumible y el alcalde ya está tirando de crédito". Si se ha prestado es que no será tan listo. Que no olvide que será él, "y no cualquier otro chiquilicuatre, el que ponga su pellejo a encabezar una lista electoral".
David Jiménez Torres es otro estupefacto madrileño en esta guerra. "El motivo de esta pugna es una cuestión de poder orgánico que resulta intrascendente para cualquier votante: ¿a qué madrileño le importa quién preside el PP de la región?". Parece que Teo, Almeida y Casado, ciegos de celos, han decidido tocar las narices a la presidenta por este tema porque no han encontrado otro.
Además, dice David, están dando la imagen de "un grupo de hombres que hace piña para frenar a la única mujer con poder real en el partido; encima, con un tono de quién se ha creído que es de muy difícil venta en 2021". Muy machitos ellos.
Y luego la seriedad. Se supone que el PP no es Podemos, pero se comportan como la chupipandi de niñatos. "Hay que preguntarse cuánto de ese capital simbólico, tan atractivo para el votante tradicional del PP, se está dilapidando con esta absurda polémica. Churchill no se metía en chorradas". Hombre, David, supongo que no compararás a Casado con Churchill, que nos da la risa.
Arcadi Espada advierte al PP que mientras ellos están en la operación cargarse a Ayuso, "sanchez está organizando un bloque parlamentario de una solidez que va más allá de la legislatura. Las dos derrotas que el Estado infligió a la insurrección nacionalista —Eta y el Proceso— han sido gestionadas por el presidente sin vergüenza, legitimando políticamente a los vencidos, que se han visto obligados, por su parte, a tomarse un receso en su ambición insurreccional. La mayoría que va a aprobar los Presupuestos, en España y quizá también en Cataluña, aparece mucho menos frágil y monstruosa que cuando por primera vez la llamaron Frankenstein. Hoy en España, insólitamente, el único muñeco en peligro de desconexión eléctrica y fatal es la oposición". La verdad es que lo que estamos viendo de Casado no anima a votarle. Vamos a tener Frankenstein para rato.
El País
"El Gobierno renuncia al límite general del 15% de empleo temporal y fijará topes por sectores". Que no habrá derogación, vaya. "Lo que no se derogará de momento: otros aspectos lesivos de la reforma laboral de 2012, fuera de la negociación". La reforma laboral era otra mentira más de Sánchez. Algunos ya lo sabíamos hace tiempo.
Josep Ramoneda está mosqueado. "El Gobierno pacta la derogación de la reforma laboral del PP, sin entrar en los detalles. Sánchez consigue que sus socios parlamentarios den vía libre a la tramitación de los Presupuestos, sin entrar en los detalles. Es el sino de la política: la distancia entre las palabras y las cosas. Y a la ciudadanía le cuesta asumir que los gobernantes ni están siempre en condiciones de hacer lo que se proponen, ni tienen siempre intención de hacer lo que dicen". ¿Has descubierto ahora que Pedro es un embustero?
"Las promesas cuentan y la reputación se pierde con suma facilidad. Entre las apuestas del Gobierno de coalición está la derogación de la ley laboral del PP". Y este pobre ingenuo se lo había creído. Ramoneda, que ya tienes una edad.
"La palabra derogar se ha convertido en estrella mediática del momento. ¿Un escollo o un escudo? Yolanda Díaz se reúne con Pedro Sánchez y sale con la promesa de derogación. Aunque acto seguido se precisa que se necesitará el consenso de sindicatos y empresarios". Vamos, que este infeliz se ha enterado ahora de que le han tomado el pelo.
Pepa Bueno está muy preocupada por la desigualdad en España. "Más de un cuarto de la población, un 27%, está hoy en riesgo de pobreza o exclusión. Significa que los menguados ingresos que antes daban para vivir al día a uno de cada cuatro españoles hoy no dan ni siquiera para terminarlo". Y los de Prisa repartiéndose millones. Sí, Pepa, es una injusticia.
ABC
"Clamor en el PP para que Casado frene la guerra interna de Madrid", cuenta Mariano Calleja. A buenas horas. Los mensajes entre los populares, muy críticos con la guerra en Madrid, se han multiplicado por toda España y han llegado a los móviles de muchos dirigentes. "A este paso todo lo conseguido, con el trabajo de todos, se va a ir al garete por lo mismo de siempre", son algunos de los mensajes que circulan. "La pandilla de machistas de Génova quieren acorralar a Ayuso". "Más que una cuestión de machismo es una cuestión de poder". "Yo creo que Casado se debe reunir con Ayuso, proponer su candidatura única de consenso y Almeida de segundo. Y que dejen de liarla más", avisa otro cargo del PP. Anda, pero si hay vida inteligente en el PP. ¿Cómo es que teniendo a alguien con tanto sentido común Casado ha elegido a Teodoro?
"En el Congreso, un diputado ve a Ayuso como un 'verso suelto' dentro del partido, que puede llevar el mismo camino que la exportavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo". A alguien se le olvida que Ayuso ha arrasado en unas elecciones. Si haces eso, Casado, olvídate de llegar jamás a Moncloa. Tu destino será el de Rivera y Ciudadanos.
Dice Ignacio Camacho que "la nomenclatura popular está cometiendo el más clásico de los errores políticos: trastocar las prioridades, confundirse de enemigos y envenenar el ambiente con enfrentamientos tan frívolos como intempestivos". "Ninguna de las partes parece consciente de que esa clase de pugnas son una máquina de espantar votantes, y lo más probable es que cuando se aperciban del daño sea tarde". Ya es tarde. "Cualquier solución que no contemple el derecho de la protagonista de un triunfo histórico a dirigir la organización en su territorio dejará un paisaje de escombros, el cuadro de un partido roto por incapacidad para gestionar sus problemas mediante un método decoroso". "Y lo que atisbas en estos ridículos pugilatos de adolescentes enfadados es una falta de luces largas que amenaza con otro descalabro". Un seguro descalabro, porque está claro que descerebrados como Teodoro o Casado que son capaces de montar este circo por una gilipollez no están preparados para dirigir el país.
Gabriel Albiac también está atónito. "¿Qué lógica podría dar cuenta de que un PP sin contrincantes en Madrid haya pasado a batirse en duelo interno?". "¿Qué se pudre en las honduras del PP para que su dirección nacional haya iniciado el bombardeo de su feudo electoral más sólido? Almeida ha resultado ser el eficiente alcalde que algunos previmos. Ayuso, la extraordinaria política con quien casi nadie contaba. Sus adversarios son hoy menos que nada. ¿Tiene una lógica que sea la dirección de su propio partido la que busque hacer que se maten en mutuo duelo? Alguna debe de haber. Yo no la encuentro". Porque eres buena gente, Gabriel. La razón es la envidia, y la envidia no entiende de razones.
La Razón
"El plan de Génova: ganar en segunda vuelta a Ayuso". "Los principales colaboradores de Almeida se posicionan con Casado. Si el voto queda en manos de los compromisarios, la dirección nacional puede tener mayoría o debilitar la candidatura de la presidenta", dice Carmen Morodo en un refrito que ya contó ayer.
La novedad es el fraude que prepara Génova. "Los afiliados están mayoritariamente con Ayuso. Pero a malas, Génova puede intervenir en el censo, facilitar que se afilien miles por sorpresa o poner trabas a los afiliados". Se han vuelto completamente locos.
Josep Ramón Bosch advierte. "La batalla del PP en Madrid es difícil de entender, en un momento en que todas las encuestas señalan que la derrota del gobierno de Pedro Sánchez no es una quimera, y que Pablo Casado tendría serias opciones de presidir el Gobierno de España. La inusual disputa sobre la celebración del Congreso regional de Madrid, al que Ayuso aspira a presidir, de forma legítima y con toda la autoridad moral tras su abrumadora victoria electoral y su incontestable liderazgo popular, es el punto crucial de una batalla que puede llevar al traste las aspiraciones presidenciales del principal partido de la oposición". "Uno de los portavoces populares resumía la situación kafkiana que viven los de Génova, 'Como sigamos así, ni partido ni Gobierno'. Avisados están". Casado, recuerda lo que le pasó a Albert Rivera por no escuchar. Sería una pena que te ocurriera lo mismo.