La ministra de Igualdad, Irene Montero, no se ha retractado este miércoles en el acto de conciliación con el exmarido de Juana Rivas, Francesco Arcuri, de sus declaraciones en las que presuntamente relacionó el caso de Rivas con el de las dos niñas secuestradas y asesinadas presuntamente por su padre en Tenerife.
El exmarido de Juana Rivas demandó a la ministra por unas declaraciones que hizo tras el hallazgo del cadáver de Olivia, una de las niñas de Tenerife, cuando afirmó: "Para evitar que los maltratadores sigan asesinando y ejerciendo violencia contra los niños y niñas que son víctimas de violencia de género hay que defender a Juana Rivas". Arcuri considera a Montero responsable de un delito de injurias y la reclama 80.000 euros por los daños causados.
Este miércoles, a las diez y media de la mañana se ha celebrado el acto de conciliación en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Collado Villalba (Madrid), al que no ha acudido Irene Montero, que ha estado representada por su letrada y una procuradora. Fuentes jurídicas han explicado a Efe que el acto de conciliación ha durado en torno a 15 minutos y que la representante de la ministra ha reconocido las palabras que profirió y no se ha retractado de las mismas.
Tras el encuentro, el abogado de Francesco Arcuri, Enrique Zambrano, ha explicado a EFE que redactará en los próximos días una querella que presentará ante el Tribunal Supremo contra la ministra por su condición de aforada.
Zambrano ya anunció que también interpondrá en el Tribunal Supremo una querella contra el líder de Más País, Iñigo Errejón, por unas supuestas declaraciones "injuriosas o calumniosas" que el político realizó en el Congreso. El exmarido de Juana Rivas reclama 60.000 euros al líder de Más País por los daños y perjuicios que supuestamente le causaron estas palabras en las que Errejón se refirió a Arcuri como un maltratador y dijo que su exmujer había sido condenada por proteger a sus hijos de "posible violencia vicaria".