El Mundo
"Yolanda Díaz, dispuesta a llevar al límite a Pedro Sánchez por la reforma laboral". Vaya, le ha salido chulita la vicepresidenta. Lucía Méndez llora por Yolanda. "La vicepresidenta está sola, salvo el Ministerio de Trabajo y las sedes de CCOO donde se reúnen los que la aclaman al grito de "presidenta, presidenta". Pues vaya soledad tan cómoda. Un ministerio y un sindicato aclamándote, no está mal.
"La izquierda que adora a Yolanda Díaz —con los sindicatos como palanca orgánica— vaga sedienta por el desierto en busca de agua y ha creído encontrarla en la vicepresidenta segunda del Gobierno". Pero según Lucía, la pobre muchacha no tiene "un partido que la apoye, ni una casa del pueblo o lugar de asamblea ciudadana donde refugiarse". "Ella está sola ante el peligro". Ay, Lucía, que nos vas a hacer llorar. Pero no, Lucía está rendida a sus encantos. "Díaz es una persona con carácter, simpática, empática, intuitiva, reflexiva, trabajadora, moderada y dialogante. En las distancias cortas, imbatible. Ha construido su propia imagen con gusto y delicadeza. Entusiasma a la izquierda como también cae bien a los conservadores". Lucía, ¿te has enamorado?
"Una mujer como Díaz se siente muy incómoda en el papel de heredera a dedo del líder máximo que se ha retirado a sus cuarteles de invierno". Pues tiene fácil solución. Que lo hubiera rechazado, no te amuelas.
"A la incomodidad de no disponer de partido en el que refugiarse ha venido a sumarse ahora el severo disgusto —o sonoro correctivo— que le ha propinado Pedro Sánchez, que la ha parado en seco porque la reforma laboral es un instrumento delicado que no quiere dejar en las exclusivas manos de los sindicatos, cuyos intereses representa sin duda Díaz. El personaje que ella misma ha construido hace difícil que Díaz pueda tirar la toalla frente a Nadia Calviño. Tendría que desdecirse de sí misma. Por eso mantiene el pulso con el gesto grave y hasta enfadado que nunca le habíamos visto en público". Pues si tan mal lo pasa la pobre Yoli que deje el carguito que le han dado a dedo.
Leyre Iglesias le enmienda la plana a El País y le explica lo que pasó con la patada de Alberto Rodríguez. "Hechos probados: 1. El día 25 de enero de 2014, en la localidad de La Laguna, con ocasión de la reapertura de la catedral, se organizaron distintos actos a los que estaba previsto que asistiera el ministro de Cultura, Sr. José Ignacio Wert. Como quiera que las autoridades tuvieran conocimiento de que se había convocado una manifestación bajo el lema Rechazo a la LOMCE, se organizó un dispositivo policial (...). 2. Sobre las 11.00 horas, tras el vallado trenzado colocado como protección (...), se fue congregando un grupo de unas 500 personas que comenzaron a proferir gritos e insultos contra los agentes y el ministro. En un momento determinado, los congregados comenzaron a arremeter contra el vallado, lanzando las vallas contra los agentes, así como (...) piedras, botellas (...). 3. En el curso de los enfrentamientos físicos que, como consecuencia de la actitud violenta de algunos de los congregados, tuvieron lugar entre estos y agentes policiales, el acusado Alberto Rodríguez (...), que en ese momento se encontraba entre los primeros, propinó una patada en la rodilla al agente del C. N. de Policía NUM003 (...), el cual sufrió una contusión de la que curó en un día (...)".
El rastras lo niega todo, solo faltaría. Pero resulta que "la credibilidad del testigo viene avalada además por la persistencia en la versión mantenida desde el principio y por la inexistencia de cualquier clase de animadversión contra el acusado". Alberto Rodríguez es un mentiroso.
Rafa Latorre le arrea al niñato de las rastas dos tortas por la chorrada del apellido. "Dice Rodríguez que él seguiría siendo diputado de no llevar un apellido tan común y tiene a la grey tan ciega de ira que no se ha parado a preguntarse por qué si un Rodríguez nace condenado en España a esta la han gobernado en democracia un Suárez, un González y un Rodríguez vergonzante y ahora la preside un Sánchez".
"Solo mediante una prevaricación dolosa, y no culposa, se puede condenar a un diputado con el único afán de arrebatarle el escaño. Claro que sobre esto también cabe preguntarse por qué el Supremo se tomaría tales molestias y sus magistrados asumirían un riesgo semejante para cobrarse la cabeza de un nimio exponente de un partido en decadencia". Vamos, no tiene otra cosa que hacer el Supremo que perseguir al último mono del Congreso. Lo que le pasa a Podemos es que "reclama para sí un fuero especial, que por supuesto cubra también la calumnia".
El País
"PSOE y Unidas Podemos cierran sin acuerdo la reunión sobre la reforma laboral". Parece que solo puede haber un ganador. Pero tranquilos, "pese a los recelos mutuos, si algo tienen claro en las direcciones de los partidos del Ejecutivo es que un adelanto electoral sería letal para la izquierda".
Tras acusar al Supremo de prevaricar como una vulgar podemita, Pepa Bueno hace hoy un relato estremecedor de la prostitución. "La prostitución encarna sobre todo un drama enquistado en el centro de las sociedades y de la misma condición humana". Pepa, chiquilla, la prostitución ha existido siempre, por eso se le llama el oficio más viejo del mundo.
"La prostitución ha conquistado la consideración de auténtica tragedia masiva: redes mafiosas controlan el negocio de trata de mujeres repartidas por hangares donde malviven encerradas, en macroprostíbulos y pisos que cambian de sitio cuando son detectados y donde la explotación no tiene límite, con beneficios estratosféricos para proxenetas que comercian con carne humana".
"Ningún otro sector padece semejante negación de la menor vía de escape al chantaje, la extorsión, la intimidación y el aislamiento físico". En Holanda la prostitución es legal y está regulada. Eso es lo que piden las prostitutas para sentirse protegidas. ¿Por qué a ellas no se las puede escuchar? A lo mejor sería la vía para acabar con ese relato de terror que nos larga hoy Pepa.
ABC
"Bruselas desconfía de un gobierno dividido por la reforma laboral". Dice el editorial que "el PSOE y Podemos escenificaron ayer la creciente tensión que vive la coalición de gobierno a cuenta de la derogación de la reforma laboral y de la inhabilitación del diputado podemita Alberto Rodríguez". Pero la sangre no llegará al río. "Nadie con un mínimo de inteligencia en Podemos y en el PSOE calcula que la coalición se fracture de modo abrupto como pronto hasta unos meses antes de las elecciones. La razón es sencilla: los dos partidos se necesitan para protegerse en el poder durante el mayor tiempo posible, y lo demás es secundario". Y la pasta, no hay que olvidarse de la pasta.
Lo del chico de las rastas ha sido puro teatro. Mucho amenazar, mucho ruido pero "nadie ha arriesgado su escaño, y nadie ha renunciado a su ministerio". "Nada hay más lejos de la intención de Díaz o Garzón que defender a alguien que no sean ellos mismos", y "Ione Belarra es un cero político a la izquierda". Lo mismo que el chico de las rastas.
"Más grave es el enfrentamiento entre Yolanda Díaz y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a cuenta de la derogación de la reforma laboral". "Yolanda Díaz está en campaña porque Podemos se hunde, y doblarle el pulso a Calviño es solo su tarjeta de presentación como futura candidata".
Pero Europa es mucha Europa y "Sánchez ya no habla de derogar la reforma laboral, sino de reforma de las medidas laborales, y defiende a Calviño. Podemos lo tendrá que aceptar cuando deje de hacerse el ‘ofendidito’. Lo contrario, romper ya, sería una sorpresa mayúscula fuera de todo cálculo actual". Sí hombre, a ver que hacen los podemitas que no han currado en su vida sin el escaño y el pastizal que cobran al mes.
Isabel San Sebastián dice que "nunca un ministro del Gobierno español había criticado públicamente una sentencia del Supremo, ni mucho menos había osado llamar prevaricador al más alto tribunal de nuestro sistema judicial. Podrían gustarles más o menos, pero acataban y callaban, como no puede ser de otra manera por respeto a la separación de poderes inherente a cualquier sistema democrático. Esa norma de hierro fue pisoteada la semana pasada por Ione Belarra". Y Sánchez "mantiene a esa individua en su Gabinete, suscribiendo con ello, de hecho, el brutal ataque de la podemita al órgano jurisdiccional situado en el vértice de nuestro poder judicial". ¿Sánchez? Es el que más ha atacado al Poder Judicial. La Belarra es una burra, Sánchez es más sibilino, pero son lo mismo.
Gabriel Albiac señala que al final "ni Podemos ni Belarra presentarán su querella contra Batet. En simultáneo, el condenado Rodríguez se va de Podemos: pura coincidencia, por supuesto. Nadie va a confesar que Sánchez puso a su ministra ante la opción de comerse el exabrupto y seguir cobrando, o perseverar en él y volverse a casa a pergeñar revoluciones perdidas en el desierto del funcionariado". El final es de todos conocidos, mucho ruido pero a callar, que fuera del escaño hace mucho frío.
La Razón
"El PSOE cederá en la renovación del CGPJ a costa de Podemos". "Crisis en la coalición. Con los PGE ya aprobados y la tensión creciente con los socios, el Gobierno se inclina por buscar una salida para el acuerdo con el PP". Dice Julio Valdeón que "lo psicodélico no es que salten chispas entre los socialdemócratas y la amalgama de peronistas interseccionales, sino que no suceda más a menudo. Resulta grotesco que el PSOE haya admitido como animal de compañía en el Consejo de Ministros a una formación incendiaria". Ya sabía que algún problema de sueño iba a tener. Pero oye, "no hay sapo incomible ni mojón intragable si vale para graparse al BOE".
Según el editorial, "existen los suficientes imponderables en el horizonte, no sólo económicos, como para aconsejar que la inevitable ruptura de la coalición gubernamental se produzca cuanto antes. Aunque sólo sea porque la formación morada está obligada a llevar a cabo un proceso de refundación, ya en marcha, que evite en lo posible su actual deriva hacia la irrelevancia electoral. Y a nadie se le escapa que intentarán hacerlo sobre las espaldas de los socialistas". No habrá ruptura, no te engañes.
Marhuenda lo sabe. " A pesar de las bravuconadas de las ministras podemitas, la realidad es que no se pueden permitir el lujo de romper la coalición. No les interesa perder los bien remunerados cargos y las prebendas que gozan, pero lo que es más importante es que hay centenares de dirigentes de la formación que están colocados como altos cargos y asesores. Por ello, no tienen ningún interés de abandonar el pesebre gubernamental para irse al paro o a los modestos empleos que tenían antes de beneficiarse del ascensor social. Tras ocupar los lujosos despachos, montarse en los coches oficiales, recibir unos sueldos muy por encima de la demagogia de vivir con poco más que el salario mínimo y disponer de gastos de representación, no parece que les complazca regresar al pasado". Eso no se le pasa por la cabeza a nadie. Yolanda tragará, Belarra tragará y a ver cómo va a pagar Irene el casoplón de Galapagar si rompen la coalición. A Podemos solo nos los quitamos de encima con los votos.