Nueva operación policial contra el yihadismo en nuestro país. Agentes de la Policía Nacional han detenido este miércoles por la mañana a cinco ciudadanos argelinos acusados de formar parte de un grupo yihadista que planificaba la comisión de atentados, aunque todavía se investiga si el objetivo era llevarlos a cabo en territorio nacional o en otro país, y España iba a ser únicamente la base de la red terrorista.
Cuatro de los arrestos han tenido lugar en Barcelona y otro en Madrid, según han confirmado a Libertad Digital fuentes policiales. Éste último se encontraba en el momento de su detención en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, aunque su residencia oficial era en la Ciudad Condal. A otro se le ha notificado su arresto en la cárcel, donde se encuentra tras ser detenido en otra operación contra el yihadismo el pasado mes de enero.
Los policías nacionales han procedido durante unas horas al registro de varios inmuebles en la capital catalana y, una vez concluido los mismos, han dejado a los arrestados a disposición de la Audiencia Nacional, cuyo juzgado de instrucción número 6 ha sido el que ha autorizado la operación policial.
Los detenidos tenían en su poder diversos vídeos y documentación donde se explicaba cómo se debe elaborar material explosivo para un atentado –no se les ha incautado material explosivo y no se sabe de momento si habían tratado de elaborarlo–, así como cuchillos de grandes dimensiones y machetes (de hasta 60 centímetros de hoja). También se les ha incautado 70 cartuchos de munición de calibre 9 milímetros, que se utiliza para armas cortas.
La operación se ha precipitado cuando los investigadores descubrieron que uno de los arrestados había empezado las gestiones para la compra de un arma larga, exactamente, un Kalashnikov AK47, según han explicado fuentes policiales.
El cabecilla del grupo era un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad españolas y estaba en su radar después de haber sido detectada su presencia en España en varias ocasiones, ya que tenía su residencia más habitual en Argelia. Este sujeto, al que se dirigían de forma respetuosa con el tratamiento de Sheikh –Jeque– había cumplido condena en su país de origen y se conocía que intentó incorporarse a Estado Islámico en Irak en 2016 y fue detenido en Turquía.
Tras ese arresto en el país otomano, las mismas fuentes han explicado que estuvo recorriendo países como Malasia, Tanzania o Argelia –su país de origen– realizando labores de captación para el citado grupo yihadista.
En nuestro país había conformado una célula que controlaba desde la distancia junto a sus otros compatriotas, que originariamente se dedicaban al robo de turistas en las zonas céntricas de la Ciudad Condal, y a los que había conseguido radicalizar.