Libertad Digital publica el vídeo de la tensa declaración de la exministra Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, como imputada ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 7, Rafael Lasala, por la entrada ilegal del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España. La comparecencia de cerca de una hora tuvo lugar el pasado lunes y en ella, Laya reconocía que "no se hizo ninguna verificación del pasaporte".
Ghali llegó el pasado 18 de abril en un avión argelino a la Base Aérea de Zaragoza, sin pasar controles de fronteras ni documentación. Desde allí fue trasladado en una ambulancia para ingresar en el Hospital San Pedro de Logroño. Posteriormente, el 2 de junio salía de España rumbo a Argelia, después de comparecer ante el juez Santiago Pedraz por varias querellas por presuntas violaciones de los Derechos Humanos. El magistrado decidió no dictar ninguna medida cautelar contra el líder del Frente Polisario.
Laya, cuya defensa ejerce en esta causa la Abogacía del Estado, se negó a contestar hasta en 3 ocasiones al juez instructor, amparándose en la Ley de Secretos Oficiales, aprobada en 1968 durante el régimen franquista.
De esta forma, la exministra de Asuntos Exteriores rechazaba aclarar ante el juez preguntas sobre la identidad de las personas a las que se comunicó el viaje de Ghali, las conversaciones que mantuvo con otros miembros del Ejecutivo y tampoco ha contestado quién tomó la decisión final para que el líder del Frente Polisario viajara a nuestro país para ser tratado en el hospital de Logroño. Tras las negativas sucesivas de Laya, se apreciaba el malestar del instructor.
A lo largo de su comparecencia, la exministra de Asuntos Exteriores con una actitud soberbia contestaba al juez que la entrada de Ghali era un asunto "humanitario" y evitaba desvelar qué contacto argelino se puso en contacto con el Gobierno para solicitar que el líder del Frente Polisario fuese tratado en nuestro país. Según Laya, no fue "una entrada ilegal, sino una entrada discreta".
Laya a la Fiscalía
Arancha González Laya, exministra de Asuntos Exteriores, a la única pregunta que le formuló el fiscal del caso, respondió ayer en su comparecencia que no supo nada y que se enteró por la prensa del pasaporte que presentó Brahim Ghali en el Hospital San Pedro de Logroño que, como se supo inmediatamente, era un pasaporte falso.
Pero su exjefe de gabinete, Camilo Villarino, dijo ante el propio juez en comparecencia que consta en vídeo, que cuando fue informado de la existencia de un pasaporte, saltaron las alarmas –recuérdese que reconoció haber pedido que no se le identificara como era obligatorio a su llegada–, y decidió solicitar información sobre qué documento había presentado, decisión de la que hay que suponer estaba informada su ministra en tiempo real.
Además, Villarino presentó al juez copia del pasaporte falso que Brahim Ghali había usado a su entrada por Zaragoza y dijo al titular del juzgado Rafael Lasala que no podía revelar el nombre de la persona que le remitió los documentos desde Logroño tras la llegada de Ghali. Si los documentos le fueron remitidos a Villarino, es de suponer que éste los pusiera en conocimiento de la ministra.