La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, incumple el Código ético que ella misma está impulsando en el seno del Ministerio Público. Delgado debería abstenerse en todas las causas judiciales relacionadas con asuntos políticos y en todos los casos en los que el despacho de abogados de su pareja Baltasar Garzón, Ilocad, esté personado.
Los principios generales del Ministerio Público obligan a los fiscales a actuar con sujeción a la Constitución, las leyes y el resto del ordenamiento jurídico, emitiendo dictámenes, informando y ejercitando las acciones procedentes o, en su caso, oponiéndose a las indebidamente promovidas. Además, otro elemento clave de su actuación es el respeto al principio de imparcialidad. En su cumplimiento, el Ministerio Fiscal actúa en el proceso como parte neutral, con plena objetividad y en defensa de la legalidad y el interés público.
Libertad Digital ha tenido acceso al Código ético que impulsa la fiscal General del Estado para que sea aplicado a todos los integrantes del Ministerio Público. A lo largo de sus 52 páginas, se especifican conductas que chocan con los principios éticos del Ministerio Fiscal y que sin embargo, su máxima responsable incumple en la actualidad.
Según el Código ético, "los y las fiscales se asegurarán de que sus compromisos personales y/o de cualquier otro tipo no interfieran en el ejercicio de su función y, en caso de suscitarse la duda, plantearán consulta a sus superiores".
El Código ético pone en evidencia a Delgado y su pareja Garzón: "Conscientes de la importancia de la forma en los actos oficiales, los y las fiscales cuidarán de mostrar en todo momento su imparcialidad y no dar la impresión, a los ojos de profesionales y de la ciudadanía, de que establecen relaciones estrechas y, aún menos, de complicidad, con las/los abogados y procuradores intervinientes".
"Los y las fiscales deben poner en conocimiento de su superior jerárquico aquellos supuestos en que su amistad o enemistad con la/el letrado o con el resto de intervinientes en el proceso, con quienes coincidan en el despacho de un asunto o en un determinado servicio, pueda repercutir negativamente en el ejercicio de la función", añade.
Recordamos que el pasado 22 de septiembre, Delgado presidía el pleno del Consejo Fiscal en el que se daba cuenta de las bases para convocar las elecciones a la Comisión de Ética Fiscal. Las elecciones estarán abiertas a toda la carrera fiscal y en ellas se votará a los miembros de la Comisión entre las candidaturas que se presenten.
"No intervenir en supuestos que tengan intereses personales"
En la misma línea, el Código ético indica: "En el cumplimiento de sus funciones, los integrantes del Ministerio Fiscal deben permanecer ajenos a cualquier clase de injerencia y/o exentos de cualesquiera conflictos de intereses que puedan comprometer su labor o incidir en la toma de sus decisiones. Los y las fiscales no deberán intervenir en los supuestos en los que tengan un interés personal que pueda generar un conflicto, ni utilizar la información a la que tengan acceso durante el ejercicio de su función para sus propios intereses o los de terceras personas".
"En el ejercicio de sus funciones y en el acceso a puestos de responsabilidad, las y los fiscales evitarán que sus intereses personales, económicos o sus relaciones familiares o sociales influyan de modo incorrecto en el desempeño de su trabajo. Las y los fiscales extremarán el celo en preservar su apariencia de imparcialidad cuando regresen a la carrera fiscal después de haber prestado servicios en cargos de representación política y/o parlamentaria, cargos públicos y actividades profesionales en el sector privado", concluye el Código ético.
Tal y como publicó este diario, en la Fiscalía muestran su estupor por esta iniciativa de Delgado, ya que desde que llegó al cargo "no ha firmado ningún decreto de abstención", a pesar de que fue antes ministra de Justicia y de que el despacho de abogados de su pareja, Baltasar Garzón, está personado en varias causas judiciales.