El último debate de política general en el Parlamento catalán trae cola, pero no porque la mesa de la cámara diera curso a una moción de la CUP sobre un referéndum a todas luces inconstitucional sino por una parte del discurso del líder de Vox, Ignacio Garriga, alusiva a los delitos cometidos por personas inmigrantes. El PSC, ERC, Junts per Catalunya (JxCat), la CUP y En Comú-Podem han presentado un escrito para emprender un procedimiento de verificación y para que la Comisión del Estatuto de los Diputados dictamine si hubo un "posible incumplimiento" del Código de Conducta por parte de Garriga.
El texto apunta que Garriga "formuló una serie de expresiones y afirmaciones vinculando delincuencia con inmigración, haciendo identificación expresa de la nacionalidad de aquellos que eran presuntos responsables con su nacionalidad y, por tanto, su origen".
Los partidos denunciantes se remiten al artículo 7.2 del Código de Conducta, que establece que los diputados deben mantener una conducta respetuosa con el resto de compañeros de hemiciclo y con los ciudadanos, y "una actitud escrupulosa y ejemplar de acuerdo con el principio de igualdad sin discriminación por razón de género, orientación sexual, creencias, ideología, origen o condición social, etnia, lengua o cualquier otra".
Será la mesa de la cámara quien determine si Garriga vulneró dicho Código de Conducta y la sanción a imponer en caso afirmativo. En ese supuesto, la multa podría ir de los 600 a los 12.000 euros y también se contempla la suspensión temporal "mientras el diputado no resuelva la situación de incumplimiento" y una amonestación pública.
No es la primera vez que estos partidos se alían contra Vox. Al principio de la legislatura lograron que ningún diputado de la formación conservadora presidiera comisión alguna e impidieron también la designación autonómica de un senador para Vox.