El independentismo está crecido tras la liberación en Cerdeña de Carles Puigdemont. El episodio ha reactivado las reivindicaciones. Junts per Catalunya (JxCat) exige "el fin de las hostilidades" y ERC trata de adaptarse al paso rápido de sus socios con precisiones como que la mesa con el Gobierno de Pedro Sánchez "no es diálogo sino de negociación".
El defensor del pueblo autonómico, el síndic de greuges (agravios) Rafael Ribó, ha presentado un informe en el que aboga por la concesión del "indulto anticipado" a los golpistas prófugos encabezados por Puigdemont. Según Ribó, siempre al lado del separatismo, tal figura está contemplada en la legislación relativa a los indultos y es de aplicación precisamente en los delitos de sedición y rebelión.
Ribó también ha pedido que decaiga la inhabilitación que afecta a los condenados por el golpe de Estado porque resulta incongruente que se justifiquen los indultos por "utilidad pública" y no se permita a los indultados participar en la vida política.
El informe también aboga por la tramitación en el Congreso de los Diputados de una ley de amnistía que sirva para exonerar a todos los independentistas procesados, así como la derogación del delito de sedición y que el de rebelión vaya acompañado del componente de violencia.
El documento ha servido de previa a la primera sesión del debate de política general en el Parlament. Como primera providencia y estampa, un homenaje de los grupos separatistas a Quim Torra porque este martes se cumplía un año de su inhabilitación. Torra ha sido recibido con aplausos. En una intervención en el despacho de audiencias de la cámara autonómica, el expresidente ha pedido a ERC que abandone la mesa con el Gobierno y ha instado a los grupos separatistas a establecer un plan común para alcanzar la independencia en esta legislatura.
El ardid de Torra para librarse de prisión
En cuanto a su inhabilitación por no retirar una pancarta de la fachada del palacio de la Generalidad, Torra ha dicho que lo volvería a hacer. El delito de desobediencia no implica penas de prisión, a diferencia de otros delitos en los que podría haber incurrido Torra caso de haber cumplido su promesa de aplicar el "mandato" del 1-O y proclamar la independencia.
Ya en el interior de la cámara, Aragonès ha defendido la mesa con Sánchez, pero ha insistido en que no es diálogo, sino de negociación. Ha afirmado que el Gobierno tratará de dilatar las conversaciones y retrasar todo lo posible la "solución", pero que la mesa y un referéndum pactado son la única salida. También ha sacado pecho por haber logrado "sentar al Estado a negociar". Además, ha alegado que el independentismo es más fuerte que nunca por su importancia en el Congreso y por la capacidad de movilización ciudadana. En ese contexto de fortaleza, ha apelado a la unidad de acción de todas las facciones separatistas para avanzar hacia la independencia.
Aragonès ha reproducido las tesis de Oriol Junqueras relativas a que la comunidad internacional exige a las partes sentarse a negociar para intentar convencer a JxCat de que hay que aprovechar la detención de Puigdemont para mostrar la disposición del independentismo a hablar incluso en las condiciones más adversas.
El presidente de la Generalidad intenta adaptarse al paso de JxCat, pero manteniendo la mesa con el Gobierno como "única estrategia ganadora para conseguir la independencia". En el partido de Puigdemont son contrarios a esa estrategia entre otras razones por el veto a que sus dirigentes indultados participen en la mesa. También reprochan a ERC que trate de exonerar al Gobierno de Sánchez de la detención de su líder.