El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha vuelto a ser protagonista un día más de una intensa jornada del Congreso de los Diputados. Aunque esta vez ha sido un protagonista ausente, pues no estaba citado para el nuevo intento de reprobación que ha tenido lugar en la Comisión de Interior de la Cámara Baja. Quien lo ha intentado de nuevo esta vez ha sido Vox, nada satisfecho con los ataques que le ha dedicado el ministro en los últimos meses.
La proposición no de ley ha sido defendida por el diputado de Vox y vicepresidente cuarto del Congreso Ignacio Gil Lázaro, quien ha acusado al máximo responsable del departamento de Interior de "promover el odio y la violencia contra la tercera fuerza política de España", una tarea a la que Marlaska, según ha dicho, "está dedicado en cuerpo y alma".
"El único discurso de odio generalizado que hay en España es el que promueve el Gobierno y sus socios contra la tercera fuerza política. Buscan criminalizarnos y expulsarnos de la política pública. Permitió en Vallecas que los que iban a actuar como agresores pudieran estar a tan solo un metro y medio de distancia. Marlaska ocultó que sabía con anterioridad que eran escoltas de Pablo Iglesias quienes habían participado en esas agresiones", ha denunciado.
Tras calificar de "ópera bufa" las balas y amenazas de muerte en la campaña de las elecciones de Madrid, "de las que nunca más se ha sabido", ha recordado que el ministro trató de culpar a Vox tanto de la agresión que causó la muerte de un joven homosexual en La Coruña como de la falsa agresión denunciada en el madrileño barrio de Malasaña. "Todo esto invalida al ministro para seguir ejerciendo su cargo", ha asegurado.
El PP ha intentado pactar con Vox una enmienda para que la reprobación de Marlaska también incluyera en su texto la "repulsa" del Congreso "ante cualquier tipo de agresión por motivos ideológicos en todo el territorio nacional", para incluir en las mismas las agresiones que han sufrido en los últimos meses algunos militantes de este partido, pero la propuesta de la popular Beatriz Fanjul ha sido rechaza de plano por Gil Lázaro.
Por su parte, el Gobierno de coalición y sus socios han echado abajo la reprobación del ministro por mayoría y han criticado el supuesto "ombliguismo" de la formación que lidera Santiago Abascal por presentarse como única víctima de una campaña "de odio". Algunos diputados han intentado, incluso, ridiculizarla, como Joan Mena, de Podemos, que la ha calificado como la "iniciativa 'yo, mí, me, conmigo'".
Misma táctica ha utilizado el portavoz del PSOE, David Serrada, utilizando una típica forma española de iniciar un chiste: "Se abre el telón y aparece Vox hablando de delitos de odio, se cierra el telón ¿Cómo se llama la película?". Tras esto, ha calificado de "chiste" que sea precisamente quien "insufla delitos de odio" quien se presenta como víctima de los mismos con una iniciativa de nada menos que "41 páginas".