Una vez más la detención del expresidente catalán fugado, Carles Puigdemont, y su posible entrega a España se convierte en un laberinto judicial. En estos momentos, las fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital afirman que "parece muy difícil que Italia puede entregar a Puigdemont a nuestro país" para ser juzgado por el golpe del 1-O.
Su defensa podría solicitar al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) medidas cautelarísimas para recuperar su inmunidad de europarlamentario. En la actualidad tiene suspendida su inmunidad tras la decisión de la Eurocámara del pasado 9 de marzo, que votó a favor del suplicatorio cursado por el magistrado instructor del Supremo, Pablo Llarena, para que Puigdemont sea finalmente juzgado en España por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
En julio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) decidió mantener provisionalmente la retirada de la inmunidad acordada por el Parlamento Europeo mientras resolvía el fondo del recurso presentado por el expresidente catalán fugado contra la concesión del citado suplicatorio.
En este contexto, no existiría ningún obstáculo para que Puigdemont pueda ser entregado, porque la euroorden de detención y entrega de Llarena sigue activa, pero puede haberlo en las próximas horas. Sin embargo, si Puigdemont vuelve a solicitar al TJUE medidas cautelares urgentes para que provisionalmente le restituya el privilegio de la inmunidad, se paralizaría nuevamente su entrega a España.
Los expertos en derecho de la UE consultados por LD lo tienen claro ante esta posibilidad: "Si el TJUE dicta cautelares para restituir la inmunidad de Puigdemont, no hay opciones de entrega".
La resolución del Tribunal General de la UE
En paralelo, existe otra resolución de la justicia europea que le puede beneficiar y paralizar su entrega. El Tribunal General de la UE (TGUE) acordó el pasado mes de julio "suspender" temporalmente la euroorden de detención contra el expresidente catalán fugado, Carles Puigdemont, hasta que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) resuelva la cuestión prejudicial que planteó el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, sobre las citadas euroórdenes de detención de Puigdemont y el resto de exconsejeros huidos tras el golpe del 1-O.
En su auto del 30 de julio, el TGUE retiraba la inmunidad a Puigdemont alegando que no corría riesgo de ser detenido, porque España indicó que "la ejecución de las euroórdenes" había quedado "suspendida" hasta que no se resolviera la citada cuestión prejudicial.
"Mientras el Tribunal de Justicia no se pronuncie en el asunto prejudicial Puig Gordi y otros, nada permite considerar que las autoridades judiciales belgas o que las autoridades de otro Estado miembro puedan ejecutar las órdenes de detención europeas dictadas contra los diputados y entregarlos a las autoridades españolas", apuntaba el auto.
En ese mismo auto, el TGUE daba además la posibilidad a Puigdemont de volver a solicitar al Tribunal General de la Unión Europea medidas cautelares para que le devuelva la inmunidad que le retiró el 30 de julio: "Pese a la desestimación de la demanda de medidas provisionales, los diputados mantienen la posibilidad de interponer una nueva demanda si, con posterioridad al presente auto, el perjuicio alegado resultara suficientemente probable, en particular en caso de que fueran detenidos por una autoridad de ejecución de un Estado miembro".
Esta resolución señalaba que "la inmunidad que ampara a los diputados durante sus desplazamientos al lugar de reunión del Parlamento o cuando regresen de éste permanece jurídicamente intacta".
Es decir, si las autoridades italianas atienden a la resolución del Tribunal General de la UE, la entrega de Puigdemont a España se vería de nuevo frustrada hasta que se resolviera la cuestión prejudicial planteada por Llarena.
Este viernes, Llarena ha enviado un oficio al representante de España en Eurojust para que remita al Tribunal de Apelación de Sassari (Italia) la Orden Europea de Detención y Entrega librada el 14 de octubre de 2019 contra él, así como la cuestión prejudicial planteada en su día ante el TJUE.
