ERC, los podemitas catalanes, la CUP, los sindicatos UGT y CCOO y cientos de entidades de agricultores, ecologistas y antisistema se han manifestado este domingo en Barcelona en contra del proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat. Aducen argumentos medioambientales, sociales y políticos, el cambio climático, la explotación laboral, la soberanía alimentaria, el anticapitalismo, la oposición al turismo de masas, así como la protección del espacio natural conocido como La Ricarda, unas 135 hectáreas de propiedad privada y cuyos dueños quieren vender a Aena, según informa este domingo El Periódico, ante la posibilidad de una expropiación.
Alrededor de cinco mil personas (noventa mil según los convocantes) se han dado cita en la calle Tarragona de Barcelona, entre la plaza de España y la de los "Países Catalanes" para mostrar su rechazo al proyecto, a pesar de que el Gobierno le ha dado carpetazo por las desavenencias en el ejecutivo autonómico. La intención del Gobierno era acometer una inversión de 1.700 millones de euros con un impacto laboral estimado en ochenta mil puestos de trabajo. El proyecto pasaba por la ampliación de la tercera pista del aeródromo que permitiera el aterrizaje y despegue de aviones de gran capacidad. Con la ampliación de las instalaciones se trataba además de dar carácter de "hub" intercontinental al aeropuerto, llamado Josep Tarradellas-El Prat.
Divisiones en los gobiernos
Nada más alcanzado el acuerdo entre el Gobierno y el Govern, el pasado 2 de agosto, comenzaron a surgir las primeras voces críticas, incluso dentro del propio ejecutivo autonómico. Ante la oposición del propio presidente de la Generalidad, el republicano Pere Aragonès, Sánchez decidió cancelar el plan. Sin embargo, la ampliación del aeropuerto está en la agenda entre ambos gobiernos, aunque también provocó una fractura entre el PSOE y Podemos.
Los convocantes de las protestas temen que Gobierno y Govern reinicien las conversaciones para ampliar el aeropuerto dado el fuerte impacto económico que tendría la inversión. Todas las nuevas "causas" confluyen en la oposición, desde la "soberanía alimentaria" al cambio climático. Lo que empezó con la defensa de La Ricarda, un espacio cuyo valor ecológico ha sido puesto en duda tanto por su tamaño como por su carácter de privado, ha acabado siendo un contenedor de "luchas compartidas" que aglutina de independentistas de ERC y la CUP a colectivos ecologistas, veganos y antisistema de todas las características.
Ningún miembro del Govern ha estado presente en la propuesta, a pesar de que hace un par de semanas la portavoz del ejecutivo catalán especuló con la presencia de consejeros de ERC. Tampoco ha asistido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.