El presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha mostrado su malestar en la reunión del Govern que se celebra los martes por la mañana. Se ha enterado un cuarto de hora antes de que se hiciera pública de la presencia de Jordi Turull y Jordi Sànchez en la mesa de diálogo. Considera que la inclusión de ambos personajes así como de Miriam Nogueras, portavoz de JxCat en el Congreso, es una patada en la mesa de diálogo, un modo evidente de reventar la reunión prevista para este miércoles por la tarde.
El dirigente republicano ha rechazado que Nogueras y, sobre todo, los indultados puedan participar en la mesa, por lo que a estas alturas, un día antes del encuentro, todavía está en duda la misma celebración de la denominada mesa de diálogo. La reunión del "consejo ejecutivo" del gobierno catalán ha empezado con cuarenta minutos de retraso y se ha tenido que hacer hasta un receso ante el tono de las desavenencias entre Aragonès y el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, hombre fuerte de JxCat.
Tras difíciles equilibrios, Aragonès forzó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, accediera a acudir a Barcelona, aunque su participación en la mesa iba a ser testimonial y más bien fotográfica. El plan era que Sánchez y Aragonès mantuvieran una reunión previa a solas con el propósito de fijar la agenda de la mesa. Después, acudirán al encuentro para presentar a sus respectivos equipos e "inaugurar" la mesa. Acto seguido se ausentarían, con lo que Sánchez se mantendría a cubierto de cualquier debate sobre un referéndum de autodeterminación y la amnistía.
Enterados de esos planes, en la formación de Puigdemont han reaccionado con una jugada que destroza el carácter gubernamental del encuentro. Por parte del Gobierno la delegación está compuesta por los ministros de Podemos Yolanda Díaz (Trabajo) y Manuel Castells (Universidades), y los socialistas Félix Bolaños (Presidencia), Raquel Sánchez (Transportes), Isabel Rodríguez (Política Territorial) y Miquel Iceta (Cultura). En la delegación republicana constaban Laura Vilagrà, consejera de Presidencia, y Roger Torrent.
La hipótesis de suspender la mesa
ERC creía que JxCat asumiría el carácter gubernamental y designaría a Jordi Puigneró, vicepresidente del Govern y a un par de consejeros, pero el partido de Puigdemont se ha salido por la tangente con una "alineación" que puede provocar la misma suspensión de la mesa. De momento, ya se ha deslizado que si se mantienen los nombres de Jordi Sànchez y Turull, el presidente del Gobierno no se prestará a la foto con las delegaciones.
La composición de la comitiva catalana está siendo el tema de debate en la reunión ejecutiva del gobierno catalán que se celebra todos los martes.
JxCat se planta
La última hora es que JxCat no acepta el veto de Aragonès a Jordi Sànchez y Jordi Turull, por lo que cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que la mesa no llegue a celebrarse. El president Aragonès ha anunciado una comparecencia de urgencia para las 13:30 horas. El cisma en el seno del Govern es grave. Se trata del enfrentamiento más agudo desde la constitución de un Ejecutivo marcado desde antes de su nacimiento por las discrepancias entre sus socios.