La presidenta del Parlament, la neoconvergente Laura Borràs, ha cargado contra la mesa de diálogo establecida entre el Gobierno y el Govern y cuya próxima reunión se debe celebrar pasado el Onze de Setembre, fiesta regional de Cataluña. Según Borràs, en anteriores reuniones ya se ha constatado que la mesa no sirve para nada, por lo que no ha tenido reparo alguno en calificarla de "alucinación colectiva" y "producto de marketing".
Borràs se ha unido así al coro de voces críticas de su partido contra la mesa de diálogo que lidera ERC y a la que tanto Oriol Junqueras como su segundo y presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, otorgan una importancia capital. En declaraciones a TV3, Borràs ha mostrado un gran escepticismo sobre los posibles resultados de la negociación y el futuro de la mesa, pero ha exigido que a la próxima reunión acuda Pedro Sánchez.
La presidenta del Parlament ha criticado que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) llame a declarar a los anteriores componentes de la mesa de la cámara catalana por un posible delito de desobediencia la misma semana en que tiene que reunirse la mesa. "Dialogar y llamar a declarar no conjugan demasiado", ha dicho.
Declaraciones sólo en catalán
Por otra parte, Borràs dio cuenta el miércoles de su talante al negarse a responder preguntas en español en el acto de apertura del curso político del Parlament, que se llevó a cabo en la localidad natal de Lluís Companys, la localidad leridana de Tornabous, a modo de homenaje de dicho presidente de la Generalidad. Borràs se escudó en que el evento era de índole institucional y que en tal clase de actos sólo emplea el catalán.
Los dirigentes separatistas muestran estos días su alarma por la encuesta municipal de Barcelona que alude a un descenso en el uso del catalán por parte de los jóvenes de entre 15 y 34 años.