La madre de una menor de 16 años ha denunciado en ABC que, desde que su hija entró en el IMAS –el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales–, hace dos años, "apenas la he podido ver": "Solamente me dicen que la niña pertenece a una mafia de trata de blancas, que prostituye a las chicas".
La mujer, a la que el diario de Vocento llama "Rocío" para preservar el anonimato de su hija, señala que la cría pasó de ser una niña angelical, de ojos limpios, a parecer "otra persona: va drogada, con la cara desencajada, y ha empezado a delinquir".
Rocío perdió la tutela de su hija cuando tenía 14 años por una supuesta denuncia falsa de ésta. El IMAS ingresó a la joven a uno de sus centros y, posteriormente, la cambiaron a un centro de adolescentes en Palma, donde conoció a una menor receptora que la captó a ella y a otra compañera: "Les come el coco para que se prostituyan a cambio de ropa bonita".
En un momento determinado, la madre de otra menor llamó a Rocío: "Me dice que su hija y la mía llevaban un mes prostituyéndose". Cuando trasladaron a la joven de Palma a Santa Margalida, "la cosa fue a peor" y, un día, "la niña no podía ni caminar. Había cogido una infección en los genitales y tenía la cara destrozada, con una especie de acné severo". Poco después, la madre descubrió un anuncio en el que su hija ofrecía un "servicio": "Chica virgen de 15 años. Lo hago sin condón".
Rocío ha denunciado su caso en los juzgados a través de la asociación sin ánimo de lucro Ardip: "Me separaron de la niña porque supuestamente mi hija tenía malos tratos continuados y no es cierto. Yo pedí ayuda para que me asesoraran para no volver a levantar la mano a mi hija, y ella aprovechó la situación para hacer una denuncia falsa. Ahora mi hija pertenece al IMAS y a la trata de prostitución. ¿Y ahora quién me devuelve a mi hija? ¿Nadie va a pedir responsabilidades al IMAS?".
Cabe recordar que la violación grupal a una niña tutelada de 14 años en Palma, en 2019, destapó lo que era un secreto a voces. Poco después, el IMAS reconocía que tenía constancia de 16 casos de explotación sexual de menores a su cargo. Año y medio después de que se conociera el escándalo, el Gobierno balear de la socialista Francina Armengol y sus socios podemitas y nacionalistas de Més sigue negándose a investigar en profundidad tan escabroso asunto.