El Gobierno ha enviado un pequeño contingente de apoyo al personal que está en Afganistán en las últimas horas. Se trata de tres agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional y dos diplomáticos, según han confirmado a Libertad Digital fuentes gubernamentales. La llegada de un refuerzo, sin aportar ninguna cifra, la ha hecho minutos antes la Policía Nacional en sus redes sociales.
Su misión será apoyar en la localización de los traductores y colaboradores afganos que trabajaron con las tropas españolas. Mantendrán el contacto telefónico con los posibles evacuados, saber si han conseguido llegar a Kabul, en qué zonas de la capital afgana más o menos se encuentran, de cuántos componentes es el núcleo familiar y darles el aviso de dirigirse al aeropuerto y tratar de facilitarles la entrada. Los dos diplomáticos apoyarán al embajador en la tarea de facilitarles la documentación que también les sirve de salvoconducto para llegar al aeródromo.
Los GEOS seguirán teniendo la difícil misión de conseguir que los colaboradores afganos entren superando la marabunta de casi 20.000 personas que se agolpan a las puertas. Eso sí, ahora ya han quedado casi liberados de las tareas de seguridad, una vez se ha consolidado el despliegue de los efectivos del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) del Ejército del Aire y, sobre todo, del equipo del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra.
Precisamente, si las condiciones cambiaran y volviera a ser plausible la posibilidad de salir del aeropuerto para recoger traductores y colaboradores en diferentes áreas de la ciudad, ya sería una tarea asignada a los efectivos del MOE, que están desde la madrugada de este lunes en Kabul.