Tres agentes de la Gendarmería Nacional Francesa se presentaron ayer en la denominada "Universidad catalana de verano" que se celebra en la localidad de Prada de Conflent y preguntaron si se encontraba allí el prófugo Carles Puigdemont. El requerimiento de los tres policías causó una mezcla de estupor y temor entre los organizadores de las jornadas separatistas que cada año reúnen en la localidad francesa a la crema del separatismo catalán.
Puigdemont ha sido uno de los personajes habituales en la "Universitat". El año pasado fue el encargado de clausurar la edición. En esta ocasión se habría abstenido de participar al decaer la inmunidad de la que gozaba como europarlamentario.
Los agentes fueron informados de que Puigdemont no estaba ni se le esperaba. No obstante, los policías franceses registraron el lugar donde se celebran los actos con el argumento de comprobar si se cumplían las medidas higiénicas y sanitarias impuestas por el coronavirus.
El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) retiró el pasado 30 de julio la inmunidad a Puigdemont y a los también prófugos y eurodiputados Toni Comín y Clara Ponsatí al entender que no hay riesgo de que sean detenidos.
La gestión de los gendarmes, que dijeron cumplir órdenes del subprefecto de Prada, ha generado una notable inquietud en el entorno de Puigdemont, que a mediados de julio había protagonizado junto a Junqueras un mitin separatista en Elna para celebrar el sesenta aniversario de la organización Òmnium, la que lidera Jordi Cuixart.
Puigdemont ha presumido de que puede moverse por toda Europa, incluida Francia, sin problemas. Sin embargo, parece que tanta jactancia no es del todo bien recibida por las autoridades policiales francesas.