Todo transcurría por los derroteros esperados en la inauguración de las fiestas del barrio barcelonés de Gracia hasta que intentó tomar la palabra la alcaldesa, Ada Colau. Pitadas, abucheos, estruendosa broca. La líder de los comunes no salía de asombro, estaba estupefacta, se quebró y rompió a llorar. El indultado líder de Òmnium Jordi Cuixart aparentó mediar en favor de la alcaldesa, pero fue en vano. El público concentrado para el pregón no dejó hablar a Colau.
Cuixart convirtió el pregón festivo en un mitin y no se salió de su guion habitual. "Lo volveremos a hacer", las "luchas compartidas" y el recuerdo a los fugados: "No habrá fiesta hasta que no estemos todos". Incluso llegó a pedir la libertad de los que llamó "presos políticos", como si él mismo aún estuviera en la cárcel y no hubiera sido gentilmente indultado por Pedro Sánchez.
En el balcón de la sede del distrito estaban presentes Ferran Mascarell, exsocialista reencarnado ahora en concejal de Junts per Catalunya (JxCat), Eloi Badía, concejal de los comunes y mano derecha de Colau y la propia Colau, que se llevó un tremendo chasco ante la actitud de los asistentes al pregón. "La fiesta mayor es también libertad de expresión y también respeto y escucha. Seré muy breve. Yo solo querría intervenir aquí" comenzó diciendo Colau, que en ese punto fue interrumpida por Cuixart.
El dirigente golpista, en un gesto un tanto discutible puesto que la alcaldesa estaba dispuesta a seguir hablando, reclamó el micrófono para pedir calma y algo más, otra cuña separatista con España como objetivo del odio: "Una cosa, una cosa, nos queremos todos mucho. Esto va de luchas compartidas, esto va de sumar, de ser más. Yo lo entiendo todo, sólo una cosa, por favor, con tres años y ocho meses de prisión sólo os quiero pedir una cosa, escuchar, escuchar es lo que no quiere hacer España con nosotros. España no nos quiere escuchar porque tiene miedo de la palabra", dijo el dirigente separatista.
Colau llorando porque los supremacistas la están insultando. pic.twitter.com/2DhHoBjMvg
— Mon Bosch (@josepramonbosch) August 14, 2021
Colau pretendía agradar al independentismo al nombrar a Cuixart pregonero de las fiestas mayores más populares del verano barcelonés y obtuvo una inesperada respuesta. Las imágenes grabadas por la televisión local de Barcelona dan cuenta del singular episodio, una muestra del deterioro de la imagen de Colau mientras crecen las quejas en la ciudad por la inseguridad, la suciedad y la extrema dejadez municipal.