La política local de Ceuta no suele trascender al ámbito nacional. Más allá de los habituales problemas por las continuas violaciones del perímetro fronterizo por parte de grupos más o menos violentos de inmigrantes, poco más se sabe del día a día de la ciudad. Un hecho que ha cambiado en las últimas semanas a causa del nombramiento como persona non grata de Santiago Abascal, líder nacional de Vox.
La política local ceutí se ha situado en el centro de la actualidad nacional. Los líderes que los principales partidos nacionales se han tenido que posicionar sobre esa decisión de la asamblea ceutí que salió adelante con el apoyo del PSOE y los dos grupos musulmanes de la ciudad, además de la necesaria abstención del PP. Una decisión que puede marcar el devenir político nacional porque reabre las heridas entre PP y Vox.
La polémica ha convertido a Carlos Verdejo, portavoz local de Vox, en casi una figura de ámbito nacional. Libertad Digital habla con un profesor que dio el paso de complicarse la vida y meterse en política para luchar por el futuro de su ciudad. Un hombre que ha protagonizado severos enfrentamientos con el resto de los portavoces políticos de la ciudad, que ha sido acusado de ser un provocador nato y que ha recibido numerosos insultos de sus rivales.
Pregunta: ¿Debe ser Santiago Abascal persona non grata en Ceuta?
Respuesta: Santiago Abascal ni debe serlo, ni puede serlo, ni lo es. Es un título artificial que le han dado los partidos promarroquies con la permisibilidad del Partido Popular, pero Santiago Abascal sigue siendo el líder nacional más votado en Ceuta. Y seguramente, casi con total seguridad, lo será también en las próximas elecciones. Todas las encuestas nos dan como primera fuerza en la ciudad y solo hay que pasear por las calles para saber que cuenta con el apoyo de la mayor parte de la ciudadanía. Por lo tanto, es un absurdo. El PP está sometido a estos partidos promarroquíes y gobierna con el PSOE. Han entendido que por su supervivencia política, por permanecer en sus sillones y no crispar la relación con sus aliados, debía darle permisibilidad a ese título. Es algo artificial que carece completamente de sentido. Ni siquiera los votantes del PP, en su práctica totalidad, están de acuerdo con lo que ha hecho el partido.
Quintacolumnistas en Ceuta
P. Usted ha hablado de promarroquíes, quintacolumnistas o marroquinizadores dentro de la Asamblea de Ceuta. ¿Puede poner nombres y apellidos a esas acusaciones?
R. Sí, claro. Tenemos principalmente a Fatima Hamed Hossain, que es la portavoz del grupo MDyC (Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía) y a Mohamed Ali, que es el portavoz del grupo Caballas. Son promarroquíes. Ellos se escudan en la bandera española y dicen que son españoles. Tienen una calidad de vida y un blindaje de sus derechos que jamás tendrían en un país de idiosincrasia islamista, pero la realidad es que sus políticas son promarroquíes. Quieren instaurar en esta ciudad lo que ellos llaman el árabe marroquí o ceutí, el dariya, que no es algo diferente al árabe dialectal de Marruecos. Promueven migraciones a varios chiringuitos de corte islamista… En definitiva una serie de iniciativas políticas que condicionan al PP, que acabó cediendo, y que marroquinizan la ciudad. Hay partes de Ceuta que no son diferentes a Marruecos.
P. Esos grupos quintacolumnistas, ¿están solo en la Asamblea o también tienen presencia en la sociedad civil? ¿Si existe, qué cara muestran en el día a día en la sociedad?
R. Tenemos una asociación cultural como Al Husna que quiso imponer en la ciudad el Día Internacional del Hiyab. Salen a la calle y hablan de las virtudes y de lo maravilloso que es que las mujeres utilicen el velo islámico para taparse. Es solo un ejemplo. Tenemos Iman Warsh, que un auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco relacionaba con un yihadista de Ceuta que se dedicaba a captar a niños con deficiencias mentales para enviarlos a Siria. Tenemos la asociación Digmun, que hace públicamente un blanqueamiento de la idiosincrasia marroquí, de la que se beneficia, porque ya no es solo la integración de la idiosincrasia marroquí, también es el beneficio económico que permite colocar y enchufar a toda una red clientelar que principalmente es potenciada por el Partido Popular.
Mientras no estaba Vox, el PP se garantizaba el espectro de la derecha, que veía lo contrario al PP como lo peor. Veía en el PP el único freno a Fátima Hamed o el PSOE. Entonces, el PP, teniendo ese voto garantizado, se lanzaba al islamismo, se lanzaba a la izquierda. Y por eso ha permitido que todas esas asociaciones, que operan en barriadas donde la idiosincrasia del integrismo está más normalizada, pero poco a poco van avanzando, van comiendo terreno, y progresan en la marroquinización de la ciudad. Esto es un hecho que aparece en numerosos estudios académicos desde hace muchos años, desde mucho antes de que apareciera Vox en la ciudad autónoma.
La alargada sombra del brazo de Mohamed VI en Ceuta
P. Usted ve la sombra alargada del brazo de Mohamed VI en estas asociaciones y, ¿en algún lado más? ¿La voluntad del Rey de Marruecos se extiende a las mezquitas de la ciudad?
R. El brazo de Marruecos se ve muy claramente. En unas asociaciones más que otras. Hay una que se llama Al Idrissi, que es de un corte exclusivamente más religioso, más islamista, pero quizá no es de la más vinculada a Marruecos porque tiene relación con el PP. Tenemos otra asociación subvencionada, Luna Blanca, que sabemos perfectamente que tienen connivencia con Marruecos. Se dedica a atender a los inmigrantes marroquíes que deambulan por la ciudad, son de las que están montando los campamentos ilegales y allí los marroquíes tienen habilitadas unas zonas especiales. Estos sitios están desestabilizando la ciudad.
Respecto a los imanes, la práctica totalidad de los que predican en las mezquitas de Ceuta están a sueldo del Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos. Esto es algo que ha reconocido el propio Marruecos. Se ve muy bien en la celebración de las Pascuas Islámicas. Las entidades musulmanes españolas tienen un calendario que siguen todos los musulmanes peninsulares. Sin embargo, Ceuta se desentiende de ese calendario y sigue al calendario marroquí, sigue el calendario impuesto por Mohamed VI. Se diferencian de los musulmanes peninsulares por orden de esos imanes que operan aquí y que obedecen al brazo político de Mohamed VI.
P. ¿La españolidad de Ceuta está en peligro?
R. No, sinceramente no lo creo. La gran mayoría de la población ceutí se siente profundamente española. La principal muestra es que Vox es el principal partido de la ciudad. En peligro no está, otra cosa es que esté amenazada y tengamos a nuestro vecino que nunca haya reconocido la soberanía española de Ceuta y Melilla, que las llama constantemente ciudades ocupadas, y que igual que ha hecho en el Sáhara, tiene intenciones expansionistas y le gustaría que esta ciudad estuviese bajo su control. Estamos convencidos de que la pretensión que tiene Marruecos nunca van a llegar a tenerla. La españolidad de esta ciudad está garantizada porque lleva muchos siglos siendo española, desde antes incluso de que naciera el Reino de Marruecos. Nunca ha sido marroquí.
P. Si para ustedes es tan claro que hay sectores promarroquíes en la sociedad y la política ceutí, ¿por qué el PP no lo ve igual de claro?
R. El PP sí lo ve claro. Lo que ocurre es que la política local de Ceuta no ha interesado en el resto de España. Era una gran desconocida, no tenía interés mediático. Eso ha servido al PP, con sus mayorías absolutas en los últimos 20 años, para hacer lo que quisiera sin que esto trascendiese a escala nacional. El PP ha hecho lo que ha querido. Cuando los acuerdos ya saltan a la política nacional, el PP tiene un problema. Tiene que explicar qué hace pactando con grupos promarroquíes o con los socialistas, aunque lo que más llama la atención es su alianza y su defensa de los partidos promarroquíes.
El PP no puede decir que está pactando con promarroquíes, no puede decir que está pactando con islamistas, por lo tanto hace una operación de blanqueo, también en connivencia con esos grupos, para que se diga que se sienten españoles, que no obedecen a intereses marroquíes, que no promueven la marroquinización, pero es una operación de márquetin para sobrevivir porque ni a Pablo Casado ni a ningún cargo del PP a nivel nacional les beneficia que se relacione al PP con el islamismo, que es lo que está ocurriendo en Ceuta. Por eso es una operación de blanqueo y, por eso, nunca van a admitir la realidad que sí pueden ver la mayoría de ciudadanos de esta ciudad.
La actitud del PP en la Asamblea de Ceuta
P. El PP se puso de perfil, con su abstención, en esa declaración de persona non grata. ¿Le sorprendió que esto pasase? ¿Esperaba otra actitud de Vivas?
R. Yo, personalmente, esperaba que votasen en contra. Otros compañeros comentaron que sí que se lo esperaban. Tampoco ha sido una sorpresa mayúscula porque en Ceuta contamos con el PP más a la izquierda de toda España. No ha sido algo que nadie podía esperar, porque había gente que lo esperaba, aunque yo, personalmente, no. Se han retratado. Ellos son expertos en el márquetin, utilizan mucho el buenismo de cara a los medios de comunicación, y el hecho de permitir una afrenta tan ofensiva contra Vox no entraba en mis quinielas. Es evidente que están más sometidos a estos grupos de lo que uno en principio podía pensar.
P. ¿Qué espera que pase ahora? ¿Se revocará la decisión en septiembre? ¿El PP corregirá su abstención de la pasada semana? ¿Cree que hay presiones desde Génova para rectificar?
R. Este título de non grato no tiene ningún sentido, es un título meramente artificial otorgado por esos grupos políticos. Ya le hemos dado al PP la oportunidad de rectificar tanto a nivel local como nacional. El miércoles tuvimos una sesión y previamente registramos una propuesta de urgencia para que el PP revocara ese nombramiento de persona non grata a Santiago Abascal. El PP, que controla la Mesa de la Asamblea, con dos de los tres miembros, rechazó que esa propuesta se incluyese en el orden del día. Lo rechazó para que no se pudiese debatir y todo se quedase como estaba.
¿En septiembre? En septiembre estaremos a otras cosas, porque la política nacional, y sobre todo, la local, que es la que nos atañe a nosotros, no puede estar continuamente pendiente de este asunto. No podemos estar continuamente rogando e insistiendo al PP para que revoque eso. Ha tenido tiempo suficiente. Ha tenido varios días. Incluso le hemos ofrecido la posibilidad de hacerlo a través de la propuesta de urgencia que hemos presentado. Han decidido rechazarla, pues ahora que asuman ellos las consecuencias y sus responsabilidades.