Un acuerdo en el último momento ha vuelto a salvar la presencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, en una Conferencia de Presidentes, tal y como ocurrió ahora hace un año. Después de varios días de incertidumbre, Urkullu ha anunciado este miércoles su participación en la reunión que tendrá lugar el próximo viernes en Salamanca, a la que ya ha anunciado que no asistirá el presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonés.
La presencia del lehendakari va a ser posible después de que el Gobierno Vasco haya cerrado con el central una reunión para este jueves de la Comisión Mixta de Concierto para concretar una serie de impuestos que van a ser gestionados por las diputaciones vascas, instituciones competentes en materia tributaria en el País Vasco.
En esta comisión paritaria está previsto que transfiera a la comunidad autónoma la recaudación del IVA de ventas a distancia, el de Transacciones Financieras y el de Servicios Digitales.
La polémica de 2020
Un escenario parecido se dio hace un año, el 31 de julio de 2020. Entonces la Conferencia de Presidentes se celebró en San Millán de la Cogolla (La Rioja), la primera reunión presencial de Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos desde el estallido de la pandemia.
Urkullu, que había participado en las 14 reuniones telemáticas celebradas durante el estado de alarma, comunicó días antes que no tenía intención de asistir, precisamente porque no se había convocado una reunión de la Comisión Mixta de Concierto para acordar un alza del endeudamiento del País Vasco como consecuencia de la caída de la recaudación por el parón de la actividad.
Finalmente los dos gobiernos anunciaron minutos antes de la cita en San Millán de la Cogolla, que presidió el Rey, un acuerdo para establecer un objetivo de déficit del 2,6% del PIB para el País Vasco en 2020.
Este acuerdo motivó las críticas de algunos dirigentes políticos y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien dijo que ese acuerdo para salvar la presencia de Urkullu en la conferencia rompía el principio de igualdad entre las regiones.
El lehendakari, que negó una "negociación a la carta", insistió en que el País Vasco tiene una "singularidad", unos "derechos históricos" reconocidos en la propia Constitución española que no tienen otras comunidades.