Los barceloneses suspenden sin paliativos a la alcaldesa Ada Colau, cuya gestión es percibida como el segundo problema más grave de la capital catalana, sólo superado por la inseguridad. El último barómetro municipal, que incluye ochocientas encuestas llevadas a cabo a primeros de junio, no deja lugar a dudas. La nefasta gestión de Colau pasa del séptimo puesto en el penúltimo sondeo al segundo en el último.
Sólo la inseguridad ciudadana, un problema galopante, es percibida como un azote más grave que las actividades de Colau. Tras la tregua de 2020 debido a la pandemia y a la ausencia de visitantes, los asaltos con violencia vuelven al primer puesto en la clasificación de los problemas de Barcelona. Si Colau es el problema número uno para el 8,4% de los encuestados, la inseguridad lo es para un 14%. No obstante, la percepción del riesgo está todavía lejos del pico máximo, alcanzado en el verano de 2019, previo a la pandemia, cuando un 29,1% de los barceloneses situaba la delincuencia como su principal problema.
El paro (8,1%), el acceso a la vivienda (8,1%), la suciedad (6,5%), la crisis económica (5%) y el turismo (3,9%) son los otros problemas más agudos. El Ayuntamiento de Barcelona ha conseguido que el tráfico no aparezca entre los primeros puestos al trocear la encuesta y preguntar por separado por los atascos (3,4%), patinetes y bicicletas (3,3%) o la organización y señalización (2,4%).
El cabeza de lista de ERC, Ernest Maragall, es el líder mejor valorado, con una puntuación de 5,5. Colau suspende con un 4,7 y ya son cuatro los suspensos consecutivos. Es la misma puntuación que el socialista Jaume Collboni y la dirigente de Junts per Catalunya (JxCat) Elsa Artadi. Josep Bou, del PP, saca un 3,2. Luz Guilarte, de Cs, un 2,8 y Manuel Valls, un 2,5. En cuanto a intención de voto, ERC obtiene un 13,8%. Los comunes, un 12,3%. Le siguen el PSC, con un 9,6%; JxCat, con un 7,2%; la CUP, con un 4,2%; PP, con un 2,5%; y Cs y Vox, ambos con un 1,1%.