El expresidente de la Generalidad, Artur Mas, ha pasado unos días entre Formentera e Ibiza, a donde llegó a bordo de un avión privado. También disfrutó de un yate privado, de reservados privados, de una residencia privada y de toda clase de servicios privados mientras el gobierno de la Generalidad recurre al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que sufragan todos los españoles para pagar las fianzas de los golpistas en el Tribunal de Cuentas.
Según explica la periodista Silvia Taulés en el suplemento Vanitatis de El Confidencial, Mas y su señora han disfrutado de unos días de asueto sufragados por el empresario Marcel Pascual Forns, quien puso a disposición del expresidente regional de Cataluña su jet "Cessna Citation". También los alojó en su residencia de Formentera, se los llevó a comer a los mejores y más distinguidos restaurantes y abonó el alquiler en el yate Alvium, "un Sunseeker modelo Predator 84 que se alquila en el puerto, en los meses de julio y agosto, por 7.800 euros al día, tal y como informa la página web que lo tiene a su disposición", reporta Taulés.
Mientras tanto, la Generalidad no encuentra un banco que se avenga a financiar el "Fondo de Compensación de Riesgos" que se ha sacado de la manga para que Más, Puigdemont, Junqueras, Mas Colell y otros treinta individuos no tengan que pagar la fianza de 5,4 millones de euros que les exige el Tribunal de Cuentas por la malversación de fondos públicos en la difusión del proceso separatista en el extranjero. De ahí que recurra a provisiones extraordinarias procedentes del FLA y destinadas en principio a combatir la pandemia para dotar el llamado "fondo golpista".
Artur Mas, ajeno a los esfuerzos del presidente Aragonès y del consejero de Economía Jaume Giró, disfrutó de los 26 metros de eslora del yate, que dispone de "cuatro cabinas en suite increíblemente elegantes que se distribuyen en suite principal, cabina vip y dos cabinas 'twins', una de ellas con capacidad extra para un niño", según la web de la empresa náutica. La imponente embarcación dispone además de tres personas al servicio de los pasajeros, de motos de agua, esquís acuáticos, tablas de windsurf y paddle surf así como de equipos para practicar el submarinismo o el snorkel.
El expresidente Mas, que tiene el carnet de patrón de yate y presume de ser un avezado navegante, debió de disfrutar de lo lindo mientras la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, así como los partidos independentistas, instan a sus simpatizantes a aflojar la mosca en la "caja de solidaridad", que según las últimas noticias ya ha acumulado más de ochocientos mil euros.
El empresario Marcel Pascual Forns, fundador de Greens Power Products y distribuidor de Honda, asegura que Mas y su señora no han pagado nada, que los ha invitado él, que es amigo de Mas desde hace treinta años y que este año la visita era de naturaleza muy emotiva pues hace poco que ha fallecido la esposa de este mecenas, Pilar Forcada. En declaraciones a Vanitatis, Marcel Pascual Forns dijo de Mas y esposa: "Han venido a estar a mi lado en estos momentos tan duros, lo he pasado muy mal. Me preocupa, pobre hombre, que encima de que viene a apoyarme le critiquen por pasar un fin de semana de lujo, no ha sido así, ha estado en casa de un amigo. Lo único que han pagado ha sido el ferry de Ibiza a Formentera".
Se desconoce si el empresario ha puesto dinero en la caja de solidaridad separatista o se ha ofrecido a ayudar a Mas para que no le embarguen su piso de 240 metros cuadrados en la calle Tuset de Barcelona. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que Mas dijo que no le correspondía a él pasar el platillo entre los simpatizantes del separatismo. De ahí que uno de sus colaboradores, el exdirector de comunicación de la Generalidad Jaume Clotet, instara a todos los catalanes, incluidos los no separatistas y los denominados "charnegos", "ñordos" o "colonos" a depositar un euro para cubrir la fianza en lo que se ha venido a llamar "operación Lola Flores".