El Gobierno de Pedro Sánchez continúa su política de acercamiento de los terroristas de ETA que cumplen condena al País Vasco y Navarra. Si hace dos semanas concluyó la primera ronda de acercamientos de todos los presos de la banda terrorista, el ritmo parece que no va a decaer en el objetivo final, que todos acaben cumpliendo las penas que les restan en centros penitenciarios de estas dos comunidades autónomas.
El Ministerio del Interior ha aprobado este martes el traslado de cuatro etarras a prisiones del País Vasco, en las que estarán bajo control del Gobierno vasco cuando la transferencia de la competencia de prisiones aprobada en marzo se haga totalmente efectiva el próximo octubre. Estos movimientos ya han sido confirmado por la Dirección General de Víctimas del Terrorismo —que depende del departamento de Fernando Grande Marlaska— a las principales asociaciones de víctimas.
La decisión no ha sentado nada bien en el seno de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que ha criticado que al inquilino de La Moncloa "no le vale con haberse convertido en el primer Presidente que traslada a todos los terroristas de ETA, a este ritmo, parece que va camino de convertirse en el primer Presidente que traslada a todos los etarras al País Vasco".
"Era de esperar que éste fuera el camino a seguir por parte del Ejecutivo del señor Sánchez, porque recordemos, que sus socios de Gobierno no los quieren cerca, los quieren libres. Quieren libres a unos asesinos que en su día atentaron contra el Estado de Derecho y contra la libertad de sus víctimas. Quieren libres a unos sanguinarios que siguen sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento por sus crímenes y que a día de hoy siguen sin colaborar de manera efectiva con la justicia", han añadido desde la asociación.
Los cuatro terroristas de ETA que pasan a prisiones del País Vasco son Aitor Herrera Vieites, Asier Mardones Esteban, Josune Oña Ispizua y Aitzol Maurtúa Eguren.
Aitor Herrera Vieites. Es trasladado desde la prisión de El Dueso (Cantabria) a la de Bilbao. Fue condenado en 2006 por integración en los grupos de ETA Olaia y Anuk, así como por ocultar entre 2001 y 2003 explosivos, detonadores y nombres de posibles objetivos de la organización terrorista. en un piso ubicado en Amorebieta (Vizcaya).
Asier Mardones Esteban. Va desde la cárcel de Logroño a la de Zaballa (Álava). Fue condenado a 74 años de prisión como autor del atentado que se produjo el 14 de septiembre de 2003 en el Alto de Herrera (Álava), en el que murió el también terrorista Arkaitz Otazua y resultaron heridos dos agentes de la Ertzaintza.
Josune Oña Ispizua. Cambia la cárcel de Logroño por la de Zaballa (Álava). Fue condenada a 69 años de prisión como cooperadora necesaria del atentado que se produjo el 14 de septiembre de 2003 en el Alto de Herrera (Álava), en el que murió el también terrorista Arkaitz Otazua y resultaron heridos dos miembros de la Ertzaintza.
Aitzol Maurtúa Eguren. Es trasladado desde la prisión de Dueñas (Palencia) a la de Bilbao. Ingresó en prisión el 14 de junio de 2002 y cumple una pena de 20 años por pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos, tenencia de armas sin licencia y falsedad en documento público. Cumplió las tres cuartas partes de la condena en junio de 2017.
Además, se produce un cambio en la situación penitenciario de otro etarra, se trata de Mikel Arrieta Llopis, que pasa a tercer grado, lo que le acerca a una próxima excarcelación.
Mikel Arrieta Llopis. Fue condenado a 102 años por el atentado terrorista que acabó con la vida de Cristina Mónica Illarramendi Ricci, Agustín Martínez Pérez y Alfonso Maside el 22 de marzo de 1982 en Sestao y por el asesinato de José Aybar Yañez el 30 de junio de 1982 en Baracaldo.