La "rama militar" del separatismo catalán, la Societat d'Estudis Militars (SEM), ha celebrado su segunda escuela de verano, un evento cuya principal novedad han sido las prácticas paramilitares en imitación de las unidades de élite de los ejércitos más poderosos del mundo. Según la propaganda de la SEM, durante dos días un grupo de voluntarios ha recibido instrucción militar al más alto nivel, "entrenamiento físico y sobre todo mental con el que se buscaba proporcionar una experiencia parecida a la que pasan los cuerpos de élite de los ejércitos en su fase de formación, un aperitivo de lo que son los 'meses de infierno', pero sin llegar al nivel de extenuación que se le exige a un verdadero profesional de la milicia".
Además del entrenamiento militar, el campamento de verano de la organización incluyó conferencias sobre diferentes aspectos de la Guerra de Sucesión y de la Guerra de las Malvinas, así como juegos de mesa en torno a ese último conflicto. El apartado "académico" fue menos ambicioso que en la primera edición de la escuela de la SEM, en la que se abordó el diseño de un futuro ejército catalán con sesiones sobre "escenarios geopolíticos de presidente y de futuro: Cataluña en el mundo año 2020, año 2050 y más allá; viejas y nuevas amenazas, el concepto de seguridad nacional" y "propuestas geoestratégicas y doctrinales para una Cataluña independiente". También se abordó el "dimensionamiento de las Fuerzas de Defensa de Cataluña: Fuerza Naval, Fuerza Aérea, Fuerza Terrestre", los servicios de inteligencia o los "aspectos socioculturales de la creación de unas fuerzas de defensa en un nuevo Estado". En esta ocasión se ha optado por las "clases prácticas", tal como comentaba un colaborador de TV3 el pasado viernes por la noche ataviado con una camisa militar.
Antes de la escuela de verano, la última noticia procedente de la SEM fue una áspera crítica al acuerdo de gobierno entre ERC y JxCat por "la ausencia de propuestas en el ámbito de la defensa". Según esta organización paramilitar, "no se puede esperar ningún tipo de reconocimiento internacional si desde el gobierno de Cataluña no se plantea cómo se cubrirán las capacidades defensivas que actualmente aporta el Estado español".