El salón de actos de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra en Madrid ha sido el escenario este lunes del emotivo homenaje organizado por el Ministerio de Defensa a los militares fallecidos en la misión de Afganistán. Exactamente, 96 militares, 2 guardias civiles, 2 policías nacionales y dos intérpretes que se dejaron la vida entre el polvo del desierto en una de las misiones más larga que han afrontado las tropas españoles lejos de territorio nacional.
Afganistán ha sido la misión más trágica para las Fuerzas Armadas. Desde su primera salida al exterior en democracia, en 1987, por entonces con destino a Guinea Ecuatorial, ha habido 167 bajas en operaciones en el exterior. Son 159 miembros de las Fuerzas Armadas y 8 efectivos de la Guardia Civil. En la misión relacionada con el país de los desiertos, los burkas y los talibanes han perecido un centenar. A esto se suma una factura de 80 heridos.
Dos hechos fueron especialmente trágicos. En ambos casos, accidentes aéreos. El 26 de marzo de 2003, 62 militares perdieron la vida en el accidente del Yak-42 en Trebisonda (Turquía). La no identificación de todos los cadáveres, algunos fueron entregados al tuntún a las familias, sólo sirvió para echar sal a las heridas. El 16 de agosto de 2005, 17 militares perdieron la vida al estrellarse un helicóptero AS-532 Cougar junto a la localidad afgana de Shindand.
El acto, que ha sido retrasmitido por streaming por las limitaciones de asistencia que impone la pandemia de coronavirus, ha consistido en un acto de homenaje a los caídos, una ofrenda floral de los familiares de las víctimas, que han depositado una rosa blanca blanca en el monolito que recuerda a todos los caídos, y la interpretación del ‘Ave María’ de Schubert a cargo del coronel del Ejército de Tierra Fernando Enseñat y Barea.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha destacado "la generosidad y valentía" de quienes "se fueron con ilusión a defender la paz en el mundo". Ha pedido a los más jóvenes que se sientan "profundamente orgullosos" y sean conscientes de que "la vida tiene sentido cuando se es capaz de pensar en los demás antes que en uno mismo". También, ha pedido "perdón de corazón a todas las familias que en algún momento hayan podido sentirse abandonadas".
Aránzazu Magro Almodóvar, viuda del Capitán Javier González Hernández, que ha hablado en representación de las familias de los fallecidos, ha afirmado que "no hay mayor recompensa para nuestros seres queridos que el hecho de que no los olvidemos" y que "estamos y nos sentimos orgullosos de ellos; de lo que eran, de lo que son, de lo que hacían", agradeciendo la celebración de este acto de recuerdo a sus seres queridos, que contribuye a que "los tengamos siempre presentes y que sirvan de ejemplo para todos".
Por su parte, el embajador de Afganistán en España, Humayoon Rasaw, con un español muy precario que hacía muy complicado entender sus palabras, ha expresado su "gratitud y agradecimiento a los militares españoles fallecidos en Afganistán", puesto que su pueblo sabe bien "de dolor y de pérdida tras cuarenta años de guerra y más de dos millones de vidas perdidas".