El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha comparecido durante este viernes por la mañana en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. Una intervención que ha sonado en muchos momentos a despedida y así incluso se lo han comentado algunos de los diputados de la oposición. Y es que todos los rumores apuntan a que el juez metido a político no seguirá en su actual puesto tras la remodelación de Gobierno que planea Pedro Sánchez.
Es por ello que ha aprovechado la ocasión para cerrar filas sobre su propia gestión y tratar de justificar la actuación de su departamento en dos de las crisis de gestión que ha tenido durante su estancia al frente del Ministerio del Interior. Dos de las últimas, pero solo dos de las muchas que ha tenido, porque no ha parado de ir de charco en charco en los tres años que lleva al mando de uno de los ministerios más complejos del Gobierno.
Se trata de la vigilancia de las redes sociales e internet que se ha realizado durante la crisis sanitaria del coronavirus –hay que recordar la polémica generada por las declaraciones de un alto mando de la Guardia Civil sobre la monitorización de las críticas al Gobierno–. Y de la actuación de las Fuerzas de Seguridad durante el estado de alarma, especialmente en lo asociado a la entrada en inmuebles donde se estaban realizando fiestas ilegales.
"Quiero dejarlo muy claro: no existe instrucción ni recomendación de ningún tipo para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actúen fuera de la legalidad. Nosotros, a diferencia del gobierno anterior –en alusión al presidido por Mariano Rajoy–, no damos instrucciones ilegales a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", ha dicho el ministro durante su primera intervención en la comparecencia.
"Solo controlamos los bulos en internet y la desinformación. Esto no es una cosa del Gobierno de España si no que viene de la Unión Europea. Internet se usa para actividades delictivas de todo tipo. No monitorizamos ni ideologías, ni pensamientos, ni expresiones políticas de ningún partido", ha insistido durante su réplica a los grupos. "¿Notas informativas sobre partidos? Por favor, que no estamos antes del 6 de junio de 2018… Aquí no se graba a nadie en el Ministerio del Interior ni salen grabaciones del Ministerio del Interior, aquí no se usa a la Policía para otros menesteres", ha añadido cargando las tintas contra el PP.
Sobre las patadas en la puerta en algunos domicilios, que llegaron a ser justificados por el propio Ministerio diciendo que no eran morada si se alquilaban solo para fiestas, ha dicho que es un "asunto judicializado" –la Audiencia Provincial de Madrid tiene causa abierta contra varios agentes– y que, por tanto, "por respeto a la separación de poderes, no es conveniente entrar a realizar ninguna valoración más sobre este asunto en sede parlamentaria".
Los CDR y Pablo Casado
El ministro también ha restado importancia al hecho de que el grupo CDR independentista de Cataluña que fue detenido con explosivos hubiera realizado búsquedas de información sobre el líder del PP, Pablo Casado. "Mire, esto se lo voy a decir porque es público. Seamos serios. Cuando hay una información importante de la seguridad de una persona, aunque esté judicializado, se habla con los jueces y se pone en conocimiento de la persona", ha dicho.
"Hablar esto con la triste y trágica historia de ETA que hemos tenido, que cuando te llamaban para decirte que estabas en una lista era que sabían dónde vivías, que tenían los planos de tu casa, a qué hora te levantabas y a qué hora te ibas… pero ustedes lo utilizan todo… no es lo mismo que unas personas metan tu nombre en Google…seamos muy serios porque este país tiene una memoria muy trágica", ha dicho a los diputados del PP que pedían información.
"Yo he podido poner su nombre en Google y estoy seguro de que usted el mismo varias veces, y por eso las circunstancias son distintas", ha insistido Marlaska dirigiéndose a la popular Ana Belén Vázquez y restando importancia a esas búsquedas que los detenidos hicieron sobre el líder del PP.
Por último, ha mostrado su apoyo a los indultos a los políticos golpistas de Cataluña. "Los indultos es una decisión meditada, legal, y que además implica un respeto absoluto al Estado de Derecho y a la sentencia dictada por el Supremo. Y en el momento en el que la justicia ha concluido hay otra actuación y otra posibilidad. Y entra en juego la política. Se ha actuado en esos términos", ha mantenido el ministro.
"Unos indultos individuales, como corresponde y procede, concedidos bajo los principios de la búsqueda del diálogo, la convivencia y de la concordia. Y tratando de desencallar una situación que yo creo que ya nos dolía y que era consecuencia de la inacción que se había manifestado por los Gobiernos del Partido Popular durante más de 7 años", ha concluido.